Desde nuestra infancia siempre hemos estado conectados al mundo del cine y su tecnología. Lo más interesante de este séptimo arte es que continuamente está evolucionando, cambiando y en busca de hallar herramientas para conmovernos o dejarnos anonadados por alguna escena. Muchos historiadores han llegado a decir que el cine es un arte industrial y para las masas. Debido a que no solo una persona puede ser capaz de crear una película, se requiere de todo un equipo de trabajo para hacer posible una escena, bien sea épica o de un beso bajo la lluvia.
Digamos que el cine siempre requiere la presencia de la tecnología para lograr meterse en la imaginación del hombre. Luis Buñuel (creador de grandes películas como “Un perro andaluz”) decía que “el cine era un sueño”. Y que las salas de proyección ayudaban al hombre a involucrarse en esa ensoñación que veían en la pantalla y en masa, justo a lado de otras personas.
La tecnología, el ingrediente base para sorprendernos en el cine
Un claro ejemplo de tecnología y la capacidad del cine para sorprendernos siempre lo hallaremos en enero de 1896. Año en el que los hermanos Lumiére proyectaron un corto de 40 segundos titulado como “La llegada del tren a la estación de Ciotat”. De acuerdo con la leyenda, todas las personas que vieron el corto entraron en pánico, pues se proyectó a una locomotora acercándose a la cámara. Las personas cayeron rendidas ante semejante ilusión, pues en serio creyeron que el tren saldría de la pantalla. Nadie sabe si esa anécdota es real o no, pero a nosotros nos gusta creer que sí. Y que gracias a esa espina, el cine no se detiene, y continúa en la marcha de los hermanos Lumiére por sorprendernos.
Estamos seguros de esto porque si no hubiera sido así, el cine jamás habría llegado al color, al sonido, a la televisión o siquiera a la animación. Nunca habríamos conocido a un Walt Disney obsesionado por lograr capturar la historia de Blancanieves o La Sirenita a través de la cámara multiplano.
Después de repasar estas invenciones del cine, es inevitable no notar esto: cada una de ellas está motivada por lograr capturar algo de su imaginación y mostrarlo al espectador. Los hermanos Lumiére querían causar la sensación de que la locomotora salía de la pantalla y Disney quería que viéramos personajes animados moverse con gracia en pantalla Y todo esto lo lograron usando la tecnología como una herramienta que les permitiera modelar sus más grandes fantasías.
Nos encanta ver cómo el cine se acerca a nuestros hogares e ilumina nuestra mente, es por ello que hemos seleccionado dos producciones recientes que destacan por su tecnología y necesidad de lograr transmitir algo mediante sus avances. Estas son “The Mandalorian” y “Avatar”. Esperamos que continúen con nosotros hasta el final.
Nuevas tecnologías en el cine: el punto de inflexión para seguir contando grandes historias
Como hemos dicho antes, el cine siempre necesita de herramientas que ayuden a sus creadores a contar grandes historias. Y en la actualidad, necesitan más que nunca crear mundos verosímiles para el espectador. La gente quiere sentir que esos personajes que ven en pantalla pueden ser de carne y hueso. Algo así sucede con “The Mandalorian” y “Avatar”, producciones que hacen dudar al espectador de qué es real y no.
The Mandalorian

“The Mandalorian” se estrenó en el año 2019. Es una serie de Disney+ que ha causado revuelo por ser una expansión del universo de Star Wars y su historia. Una historia simple, y con pocos diálogos, que persigue el camino de un Mandaloriano para llevar a un Baby Yoda a su hogar. Sin embargo, una de las cosas que también ha impresionado al público es la tecnología que se usó para crearla. Dicha tecnología lleva como nombre Stagecraft.
Para entender a profundidad esta invención, debemos trasladarnos a los años 30, época en la que comenzó a utilizarse la técnica conocida como retroproyección. ¿Y de qué trataba este efecto visual? Pues digamos que situaba al actor o actores entre la cámara y una pantalla, estando detrás de esta un proyector que reproducía sobre ella una imagen fija o en movimiento filmada con anterioridad. Gracias a ello, podían obtenerse planos con escenarios de diversos tipos de fondo sin salir del estudio de grabación. Esta tecnología se usó en películas como “Pulp Fiction” y “Alien: el regreso”. Toda una maravilla visual.
The Volume, la clave del Stagecraft
Entonces, ¿en qué se diferencia la retroproyección y el Stagecraft? Digamos que esta tecnología que vimos en “The Mandalorian” debe su valía a «The Volume». Que no es más que el nombre que recibe el espacio físico en el que se rueda utilizando Stagecraft. Tal espacio está compuesto por un suelo físico o real y tres enormes paneles LED con resolución 4K. Esos panales están situados a izquierda, derecha y sobre el suelo, este último a modo de cielo.
Estas distintas superficies dan como resultado un cubo seccionado por la mitad que brinda espacio para situar al equipo técnico frente al «escenario». Y cuando todas estas piezas están colocadas en su sitio, es cuando entra en escena la herencia de la retroproyección. Solo que aquí la proyección de una imagen filmada con anterioridad es sustituida por la carga de un escenario CGI 3D, el cual es generado con el motor gráfico Unreal Engine 4 (utilizado en la industria del videojuego) que se visualiza en tiempo real en los Render Nodes.
Pero esta nueva tecnología para el cine trae algo increíble
Lo más increíble de esto es que, una vez la imagen se está proyectando en los paneles LED que sirven de escenario y cielo. Los ejes X, Y y Z de esta se sincronizan automáticamente con los de la cámara física con la que se rodará la escena. De manera que, cuando la cámara se mueva, el escenario reacciona en consecuencia al desplazamiento de esta como si de un plano en una localización real se tratase.
Pero creemos que lo más increíble del Stagecraft, además de dejar filmar en espacios hiperrealistas sin necesidad de salir del plató, está también en su tratamiento de la luz. Y es que son las propias pantallas LED las que sirven como fuente principal para iluminar, gracias a ello la luz afectará al escenario y a los actores en tiempo real junto a los movimientos de cámara. Incluso estas pantallas LED permiten añadir «focos» virtuales de diferentes tipos para sumar a la luz ambiental, pudiendo variarse su temperatura de color, su tamaño o su dureza.
Como pueden ver, el Stagecraft solo brinda ventajas y emoción. Al saber esto, no es sorpresa que Disney gastara cerca de 15 millones de dólares por cada episodio, y es que valía la pena.
Avatar: The Way of Water

Ahora queremos hablarles sobre Avatar, una película que en el año 2009 causó furor, no por su guion, pero sí por sus efectos especiales. No por nada logró recaudar cerca de 2.744 millones de dólares y ganar tres Óscar por sus esfuerzos. Fue una película que recibió muchos elogios por su innovador uso de 3D, CGI inmersivo y efectos de captura de movimiento.
Sin embargo, lo que más nos impacta es la relación que James Cameron tiene con este film. Recordemos que la segunda parte de «Avatar», la cual hace poco dio a luz al fin en un tráiler, tardó más de 13 años en filmarse. Y todo porque Cameron decía que la tecnología de ese momento no era lo suficientemente buena para los efectos acuáticos que él quería crear. El director incluso vio la primera película de “Aquaman”, ya que quería buscar inspiración y ver cómo los directores se la apañaban con los posibles problemas que él se toparía con «Avatar 2». Y sí, la película de James Wan decepcionó por completo a Cameron, pues este sintió que los movimientos eran poco realistas y que el croma no captaba la esencia de rodar bajo el agua.
Todavía no conocemos a profundidad los detalles técnicos de «Avatar 2», pero el tráiler nos confirma una cosa: valió la pena esperar. Cameron logró crear un pecera hermosa en la cual todos nos quedamos atónitos con unos renders hermosos y un azul intenso que no duda en mostrar el resto de sus tonalidades. Estamos ansiosos por verla y escuchar a Cameron hablar sobre todos los desafíos técnicos que pasó para al fin recrear su visión.
¿El cine seguirá explorando nuevas tecnologías para seguir contando más historias?
A esto debemos responder que sí, sin duda alguna. Ya el cine introdujo incluso la IA a través de la técnica Shapeshifter. Técnica que actúa como sustituto del maquillaje y se utiliza para aportar algo de realismo al cambio de edad en los personajes, pues se quiere que el espectador crea que realmente ha pasado el tiempo.
El cine nunca parará de experimentar cosas nuevas para mantener cautivos a sus espectadores, pues todavía tiene la espina de los hermanos Lumiére: esa que busca cautivar al público y hacerlos sentir parte de la historia.