Una de las razones por las que tanta gente huye del envejecimiento es por culpa de la inflamación inmunológica. Esa reacción destructiva que llega con el deterioro de las células y compromete la salud de los sentidos, las articulaciones y las funciones cognitivas del cerebro.
Por fortuna, puede que el antídoto para esta inflamación esté más cerca de lo que pensamos. Los científicos del Instituto Quadram y la Universidad de East Anglia han descubierto que los trasplantes fecales pueden revertir el envejecimiento, y con ello, todos los síntomas asociados al desgaste. El único detalle es que estas “heces milagrosas” provienen del intestino de los ratones.
La microbiota fecal de los ratones es antiinflamatorio

Para uno de sus experimentos de laboratorio, los científicos decidieron extraer muestras fecales de ratones jóvenes y trasplantarlas en ratones ancianos. El objetivo era ver cómo las bacterias intestinales de los ratones de cuatro meses afectaban el cerebro de los ratones adultos. Sin embargo, obtuvieron un resultado inesperado.
Lejos de estar “afectados” por la suspensión de heces que consumieron, los ratones ancianos habían logrado regular muchos problemas comunes de la vejez. Ahora veían mucho mejor, y no parecían tener dificultades para hallar el camino correcto en los laberintos.
Al analizar su hipocampo, los científicos detectaron que las células de estos ratones se habían vuelto química y físicamente parecidas a las de un roedor joven, de 5 o 7 meses. Por tanto, concluyeron que los trasplantes fecales podrían revertir el envejecimiento celular en el cerebro, los ojos y el intestino. Lo que les llevó a pensar en el siguiente paso, probar si estos efectos regenerativos funcionaban en otros sujetos de prueba.
Un método de trasplante contra el envejecimiento que solo funciona en una dirección

A falta de disposición humana, el equipo realizó un experimento inverso con los ratones jóvenes que habían donado sus heces en primer lugar. Extrajeron nuevas muestras, esta vez de ratones ancianos, y las implantaron en estos roedores de cuatro meses.
Sorpresivamente al hacerlo encontraron que la microbiota de los ancianos era tóxica para los ratones jóvenes, pues ahora ellos presentaban problemas intestinales e inflamación en los ojos y el cerebro. Dicho de otra manera, ahora eran ellos los ancianos.
Gracias a esto, los investigadores aprendieron una importante lección antes de probar este material en otras especies: no todos los trasplantes fecales pueden revertir el envejecimiento. Si las heces son “ancianas”, entonces el resultado será un aumento de la inflamación celular en lugar de una reducción.
Si dominamos los microbios intestinales, dominaremos el envejecimiento

Los investigadores creen que la razón de estos resultados tan dispares está en los microbios intestinales que viven dentro de las heces.
Al parecer, nuestra flora intestinal tiende a descomponerse a medida que envejecemos. En consecuencia, las células se ralentizan y dan paso a enfermedades inflamatorias en el intestino, el estómago y el corazón.
Es por eso que los ratones jóvenes sufrieron de inflamación celular tras recibir el trasplante fecal de un intestino afectado por el envejecimiento. Mientras que los ratones ancianos, se vieron beneficiados por la microbiota juvenil que venía a suplir las carencias de su organismo.
Este hallazgo abre una ventana de posibilidades para los seres humanos, pues significa que podrían recuperar parte de su memoria y salud intestinal únicamente utilizando la microbiota de ratones.
“Nos emocionó descubrir que al cambiar la microbiota intestinal de las personas mayores, podríamos rescatar el declive que se observa comúnmente en los ojos y el cerebro”.
Dra. Aimee Parker, investigadora del Instituto Quadram
Sin embargo, la mayoría de los seres humanos se ha vuelto reacio a utilizar estos trasplantes fecales para frenar su envejecimiento, y en realidad no podemos culparlos. Después de todo, nadie voluntariamente aceptaría consumir los desechos de los ratones.
Esperemos que los investigadores den con un mejor método para frenar la inflamación celular, que no incluya ningún tipo de “material fecal” en el proceso. De lo contrario, es posible que muchos empiecen a ver a la vejez con buenos ojos.
Referencias:
Fecal transplants reverse hallmarks of aging https://medicalxpress.com/news/2022-05-fecal-transplants-reverse-hallmarks-aging.html
Fecal microbiota transfer between young and aged mice reverses hallmarks of the aging gut, eye, and brain https://dx.doi.org/10.1186/s40168-022-01243-w