La Biblia fue el primer libro impreso por Johannes Gutemberg en 1450, y uno de los más versionados a lo largo de la historia. Entre sus páginas se encuentran los mandamientos que Dios le confió a Moisés en el Monte Sinaí. Pero, dependiendo de la versión que se lea de la Biblia, estos mandamientos pueden fomentar o no el adulterio como una “ley divina”.
Por ejemplo, si leemos la versión inglesa de 1631, versículo 14 del capítulo 20 del Éxodo, acabaremos creyendo que es necesario cometer adulterio para ser devoto. Todo por culpa de un vergonzoso error de tipeo que no fue nada agradable para la Iglesia.
La Biblia maldita que nació por “error”
En 1611 se publicó por primera vez en Inglaterra la “Biblia del rey Jacobo”. Tal fue la influencia de esta versión que veinte años más tarde, en 1631, el rey Carlos I le pidió a sus impresores reales, Robert Baker y Martin Lucas, un nuevo ejemplar de la obra.
El dúo imprimió cerca de un millar de copias, y las distribuyó por todo el país sin darse cuenta de que había un “pequeño” error en las escrituras.
Todo aquel que leyera el séptimo mandamiento de este Éxodo encontraría que decía textualmente “Thou shalt commit adultery”, que traducido al español sería algo así como “cometerás adulterio”. Una afirmación indecorosa que nada tenía que ver con lo que Dios le ordenó a Moisés. A Barker y Lucas les faltó agregar un “not” o “no” a este enunciado.
Curiosamente, el error fue detectado un año más tarde, cuando la versión llegó a manos del arzobispo de Canterbury, George Abbot.
Barker y Lucas sufrieron multas altísimas tras el escándalo, pero la versión maldita de la Biblia no dejó de fomentar el adulterio alrededor del mundo. Veinte copias fueron enviadas a otros países de Europa antes de que la Iglesia ordenara su quema, por lo que este error sigue bastante presente en el mundo religioso.
Prueba de ello es el ejemplar hallado recientemente en Nueva Zelanda. El primero en encontrarse tan lejos del lugar original de impresión.
¿Un accidente o un intento por fomentar el adulterio?
Los investigadores la Universidad de Canterbury que se hicieron con el ejemplar en 2018 decidieron mantener en secreto la existencia de este tomo.
En parte por sugerencia de la alumna que les regaló el libro, quien quería preservar el anonimato de su familia. Pero sobre todo por temas político-religiosos, pues esta versión de la Biblia es todavía considerada un escrito “malvado” y hasta “satánico”, que fomenta el adulterio intencionalmente.
Puede sonar exagerado, mas existe un gran debate sobre cómo ocurrió realmente el error de imprenta, ya que todos los libros antiguos solían revisarse varias veces antes de ser publicados.
Algunos historiadores aseguran que fue un acto deliberado de sabotaje industrial por parte de una imprenta rival, que quiso quitarles el prestigio a Baker y Lucas. Otros sugieren que es mucho más probable que el dúo simplemente estuviera recortando costos y despidiera a los editores de estilo que se encargaban de la revisión.
En cualquier caso, es un hecho que el séptimo mandamiento de la Biblia fomentó por muchos años las prácticas de adulterio entre creyentes. Lo que resta saber es si los más fieles cristianos en 1631 siguieron o no esta versión del mandamiento.
Lamentablemente, la copia reciente de esta Biblia maldita de 1631 no parece dar respuesta a estas incógnitas.
Además de adulterio, esta Biblia fomenta los “insultos”
A su llegada, la copia de Nueva Zelanda estaba en muy malas condiciones. De hecho, tuvo que ser encuadernada varias veces para preservar el contenido. Sin embargo, algunas páginas internas ya se habían perdido a causa de la humedad. Entre ellas, las que contenían los árboles genealógicos, que eran habituales en estas versiones, o los registros de defunciones y nacimientos.
Lo único emblemático que encontraron dentro esta Biblia es el famoso error de tipeo que fomenta el adulterio, en tinta negra y roja. Acompañado por otro detalle en el versículo 24, en donde se habla sobre el “gran trasero de Dios” (“great-asse”), en lugar de mencionar la “grandeza de Dios” (“the greatness of God”).
Ahora bien, la conservadora de libros y papel, Sarah Askey, asegura que este tomo podría esconder otros errores que serían claves para entender qué ocurrió hace 400 años. Es por eso que ha decidido digitalizar el libro y compartirlo gratuitamente en los próximos meses, en la página oficial de la Universidad de Canterbury.
Así que si sentimos curiosidad podemos intentar averiguar por nuestra cuenta qué más oculta esta Biblia entre sus páginas.
Referencias:
Rare ‘Wicked’ bible that encourages adultery discovered in New Zealand https://www.theguardian.com/world/2022/may/02/rare-wicked-bible-that-encourages-adultery-discovered-in-new-zealand