Las nanopartículas sintéticas se agregan a alimentos, telas, cosméticos y medicamentos con pocos controles y, a menudo, pueden ser contaminantes. Al menos eso es lo que ahora creen los científicos.
Estas diminutas partículas, o nanopartículas, están a la vanguardia de la ciencia de los materiales. Las nanopartículas vienen en todas las formas: esferas, cubos, fibras o láminas, pero lo crucial es su tamaño. Son más pequeñas que 100 nanómetros (un cabello humano tiene un grosor de aproximadamente 80,000 nm).
Muchas nanopartículas existen en la naturaleza. Por ejemplo, las nanoproteínas fortalecen la seda de una araña. Pero se pueden fabricar, y debido a que son tan pequeñas, tienen propiedades especiales que las hacen atractivas en una variedad de actividades. En medicina, pueden transportar medicamentos contra el cáncer directamente a las células tumorales. Además, la nanoplata se usa para recubrir los tubos de respiración y los vendajes médicos.
Las nanopartículas sintéticas también se agregan a los cosméticos y alimentos. Para dar algunos ejemplos, la nanoplata se usa en textiles, donde se afirma que otorga propiedades antibacterianas a tiritas, calzas de gimnasia y colchonetas de yoga.
¿Cómo descubrieron que las nanopartículas sintéticas podrían ser contaminantes?
A los científicos les está empezando a preocupar que los nanos sintéticos se liberen al medioambiente cuando los artículos del hogar se lavan, reciclan o tiran. Las nanopartículas pueden llegar al suelo y al mar de maneras que aún no se entienden. Algunos científicos creen que las nanopartículas podrían representar una amenaza aún mayor que los microplásticos.
Se han encontrado nanopartículas sintéticas de plástico en el océano y en el hielo de ambos polos. Se ha descubierto que las nanopartículas de los calcetines y los protectores solares contaminan el agua. Y se ha demostrado que ciertas nanopartículas afectan negativamente a la fauna marina, incluidos los peces y los crustáceos. Al igual que con los antibióticos, se puede desarrollar resistencia a la nanoplata antimicrobiana: ahora se han encontrado bacterias del suelo tolerantes a la plata.
Poco se sabe incluso sobre dónde están las nanopartículas, y mucho menos sobre sus efectos en el medio ambiente. Como son tan pequeñas, la mayoría de los experimentos se realizan en laboratorios y puede ser difícil precisar dónde se aplican.

El principal problema: son difíciles de detectar
Los científicos se han encontrado con un problema y es que no pueden medirlas porque son difíciles de detectar. Esta razón llevó a que no se hablara mucho de las nanopartículas sintéticas y mucho menos si podrían ser contaminantes.
Ahora preocupa el uso descontrolado de nanos en productos de consumo. Si las nanos se usan correctamente en aplicaciones que son útiles o beneficiosas, eso está justificado. Pero si se usan en todas partes porque tienen ciertas propiedades, eso es una locura.
Las nanopartículas sintéticas no son inherentemente dañinas. Sin embargo, podrían estar hechas de cualquier sustancia. Su diminuto tamaño puede hacerlas más móviles, más reactivas y potencialmente más tóxicas. Además, a diferencia de los compuestos químicos, no se pueden disolver.
Podrían ser liberadas al medio ambiente en una escala masiva, ya sea durante la fabricación o la eliminación. Pero también puede ocurrir cuando se lavan los artículos, como por ejemplo las telas que contienen nanoplata. Los sistemas de alcantarillado no pueden atraparlas y terminan en el océano.
Desde una perspectiva de salud, la inhalación es la vía de exposición más dañina a las nanopartículas.
Nuevo tema de debate científico
Muchas nanopartículas no persisten por mucho tiempo en el medioambiente. Sin embargo, debido a que se descargan constantemente, los niveles se mantienen bastante constantes.
La principal preocupación de los científicos es si las nanos se convierten en portadoras de otros compuestos. Este se ha convertido en un tema de debate científico. En 2009, científicos españoles sugirieron que las nanopartículas sintéticas podrían unirse y transportar contaminantes tóxicos. Si otros contaminantes tóxicos “se adhieren” a las superficies de las nanos, las plantas y los animales marinos podrían absorberlas más fácilmente.
Otros científicos sugieren lo contrario: que la materia orgánica de las aguas residuales recubre las nanopartículas, haciéndolas menos activas. Y otros temen que las nanos puedan desencadenar efectos de “cóctel tóxico”, haciéndolas más dañinas en combinación de lo que serían las sustancias individuales por separado.
Hasta ahora, los nanomateriales sintéticos están relativamente dispersos en el mar y es poco probable que afecten significativamente a los animales marinos. Pero es posible que aumente la concentración de algunos nanomateriales en el medio marino. En cuanto a esto hay que estar atentos.
A medida que avance el conocimiento científico sobre los impactos ambientales y de salud de los nanos diseñados, como la plata y el dióxido de titanio, la ciencia debe asegurarse de que las nanos solo se permitan para usos específicos y esenciales a fin de minimizar cualquier efecto adverso y asegurarse de que no se liberarán sin control.
Referencias:
Nano state: tiny and now everywhere, how big a problem are nanoparticles?: https://www.theguardian.com/environment/2022/apr/25/nano-state-tiny-and-now-everywhere-how-big-a-problem-are-nanoparticles