Cerca de 9 millones de niños entre 12 y 14 años son diagnosticados de TDAH alrededor del mundo. Un trastorno caracterizado por interferir en el día a día de quien lo padece, ocasionando ataques de impulsividad que dificultan el aprendizaje.
Durante muchos años se trató a este déficit de atención como una enfermedad mental en los niños. Similar al Síndrome de West, y como tal, únicamente tratable a través de la medicación. Pero recientemente varios psicólogos han debatido esta postura, afirmando que el TDAH es muy diferente a como nos lo han presentado… Empezando por su origen.
¿Qué causa el ADHD en los niños?

Aunque siempre se dijo que la causa principal que origina este déficit de atención es un misterio, la mayoría de los estudios entre el 2000 y el 2010 arrojaron que podía ser causado por anomalías en el cerebro de los niños. Principalmente vinculadas al consumo excesivo de azúcar, el abuso de las tecnologías o errores en la expresión de algún gen.
Sin embargo, en la última década se ha comprobado que está condición parece estar más vinculada con el entorno del niño que con su consumo diario. Es decir, con las experiencias intensas que ha vivido durante esos primeros 12 años de vida, tales como maltratos, desarrollo prematuro o problemas familiares y financieros.
De hecho, un estudio reciente asegura que el déficit de atención puede originarse por el simple hecho de que los padres no apoyen a sus niños entre los 5 y 8 años. Época para la cual estan desarrollando sus funciones cognitivas dentro de las escuelas primarias
En este sentido, si tuviéramos que comparar al TDAH con alguna condición mental, este sería más parecido a un trastorno que a una patología. Lo que significa que puede ser tratado con terapias externas para evitar que los síntomas empeoren durante la adultez.
Los niños no necesitan drogas para tratar el déficit de atención

El déficit de atención suele considerarse un problema cognitivo, y como tal, muchos psicólogos intentan curarlo utilizando Adderall o Ritalin. Dos medicamentos estimulantes que buscan acelerar la actividad del sistema nervioso central para que la persona esté más alerta.
Lamentablemente, estas drogas no son recomendables para los niños. No solo porque generan adicción a largo plazo, sino porque pueden ocasionar demasiados efectos secundarios en sus cerebros. Tales como mareos, pérdida de apetito, sudoración, espasmo o convulsiones.
Por tanto, los niños con TDAH parecían estar condenados a luchar en solitario contra este déficit de atención. Al menos hasta 2013, cuando los psicólogos propusieron un tratamiento conductural que fomentara la motivación del niño, en vez de su memoria o atención.
El tratamiento, llamado “terapia conductual”, buscaba involucrar a los padres y maestros en el desarrollo cognitivo del niño. Básicamente, encargándoles distintas tareas de monitoreo que los ayudaran a fortalecer el interés del infante.
Al cabo de uno meses, los psicólogos notaron que los niños habían mejorado su rendimiento académico y sus vínculos fraternales, por lo que decidieron proponerla como la terapia por excelencia para tratar el déficit de atención en niños. Tanto así que hoy la mayoría de los terapeutas utilizan esta técnica como primera opción antes que las drogas. Eso sí, variando el tipo de tarea que se le encarga a los padres, de acuerdo a la condición que presenta el niño.
Si el infante tiene un tipo de TDAH severo, se les incita a crear metas que el niño pueda ir cumpliendo a lo largo del día. Como por ejemplo, sacar la basura o terminar los ejercicios de matemática. Esto principalmente para que el niño vaya creando una rutina que el ayude a sobrellevar los momentos de desconexión del trastorno.
Ahora, si es un caso leve, los psicólogos sugieren que únicamente se premien sus aciertos con golosinas o halagos. De tal manera que el niño sienta que sus padres estan ahí y pueden ayudarlo si no entiende algo.
¿El futuro del TDAH está en el estímulo respuesta?

Es importante aclarar que el TDHA no tiene cura. Todo lo que pueden hacer estas terapias es aminorar los síntomas del déficit de atención, para que el niño aprenda a conducir, estudiar o trabajar por su cuenta. Por tanto, no podría decirse que este sea el mejor tratamiento a futuro para el trastorno.
“La terapia conductual marca la diferencia, pero no es una cura. El TDAH funciona como una luz accionada por un regulador de intensidad, puede aparecer y desaparecer en cualquier momento”.
Linda Pfiffner, psicóloga en la Keith School Psychology Quarterly
Sin embargo, si lo comparamos con las drogas y el asesoramiento, parece ser la mejor opción en el panorama actual. Al menos para los niños entre 8 y 14 años, que están empezando a entender cómo funciona el mundo y qué expectativas de comportamiento son necesarias para vivir en él.
Ahora habrá que ver qué recomiendan los psicólogos para tratar el TDHA en los adultos.
Referencias:
ADHD: This non-drug treatment could be better than Ritalin https://www.inverse.com/mind-body/what-causes-adhd-can-it-be-cured
Educational outcomes of a collaborative school–home behavioral intervention for ADHD https://psycnet.apa.org/buy/2013-08376-003
Tratamiento y pronóstico para los niños con TDAH https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/