Más de una vez habremos escuchado que es necesario acostarse temprano para despertarse temprano. Pero aún así terminamos acostándonos a medianoche, restando luego la diferencia para poder llegar a tiempo al trabajo o a la escuela.
Ahora que pasaría si, en vez de una elección propia, este problema para irnos a la cama tuviera una razón biológica. Entonces seguramente no podríamos evitar llegar tarde a todos lados. Pues esto es lo que viven miles de jóvenes que desarrollan “retraso de la fase de sueño”, un síndrome bastante raro que les impide acostarse a las horas socialmente aceptadas.
¿Qué es exactamente este retraso en las fases de sueño?
Similar a un insominio, el trastorno de retraso de fase priva del sueño a quien la padece. Pero de una manera bastante particular, pues solo retrasa sus horarios de sueño unas dos horas. Es decir, en lugar de dormir a las 9 o 10 de la noche, estas personas suelen acostarse en la madrugada.
En este sentido, los afectados por el retraso en las fases de sueño son conocidos por tener dificultad para dormir temprano. No obstante, mantienen ciclos de sueño normales. Es decir, no se despiertan más temprano solo por acostarse tarde, sino que cumplen con sus 8 horas de sueño. Por tanto, desconocen lo que es el estilo de vida “matutino”.
De hecho, se dice que son propensos a sufrir narcolepsia si se les obliga a levantarse pronto. Asimismo que a padecer insomnio o ataques de ansiedad si se les obliga a dormir temprano. Una sintomatología que no varía sin importar hace cuántos años se haya desarrollado la condición.
Cualquiera puede desarrollar este trastorno del sueño si no valora la hora de dormir

Esta alteración tardía del sueño no parece estar vinculada a enfermedades neurológicas o casos de drogadicción. De hecho, muchos médicos creen que se trata de un desequilibrio en nuestro reloj interno, encargado de regular la temperatura corporal y la melatonina, causado por malos hábitos de sueño. Tales como el uso de tecnología antes de dormir, actividades físicas nocturnas, horarios de sueño poco constantes y problemas emocionales.
La razón de esto es que hospitales pediátricos como el Quirón de Andalucía han observado que el ritmo circadiano de las personas con retraso en las fases de sueño empieza a activarse entre 4 y 7 horas después de que la temperatura del cuerpo desciende. Un patrón bastante similar al que presentan los niños con “insomnio tecnológico”.
A raíz de estas investigaciones, se ha estimado que es un 15% más probable que los adolescentes padezcan de retraso de la fase del sueño, ya que suelen desarrollar fácilmente malos hábitos. Sin embargo, se ha desmostrado que este trastorno también suele ser común en familias que presentan mutaciones en el gen Per3, que está vinculado directamente al reloj circadiano.
Entonces… ¿Cómo llevan las personas con retraso en la fase del sueño un estilo de vida normal?

No lo hacen, o al menos no lo sienten así, ya que la somnolencia diurna, la falta de concentración y la fatiga siempre los acompañaran. Especialmente si son obligados a pararse temprano para ir al trabajo o a la escuela.
El mundo los calificará como “noctámbulos” o “vagos”, a pesar de sus repetitivos esfuerzos por adaptarse a las convenciones. Al menos hasta que no pongan de nuevo su reloj interno en hora. Porque sí, este trastorno puede corregirse.
Por fortuna, actualmente existen muchas formas de tratar el trastorno de retraso en la fase del sueño y poner fin a ese retraso de dos horas en el día a día. Aunque los métodos más utilizados en adolescentes son tres.
Terapias lumínicas o fototerapia
El mejor sincronizador del ritmo cardiciano es el ciclo de luz. Cuando el sol se pone, nuestro reloj interno empieza a bajar la temperatura corporal para obligarnos a conciliar el sueño. Con lo cual el Hospital Pediátrico de Quirón asegura que la exposición a ondas de luz puede ayudar a que los ritmos circadianos se estabilicen.
De momento, el patrón más exitoso ha sido el uso de luces azules y verdes de 12 mil lux entre las 6 y las 9 de la mañana, que es cuando se estima que el cuerpo ha entrado en su fase REM. Pero los terapeutas están estudiando otros posibles métodos para reducir completamente el desfase de horario.
Uso de melatonina
Junto con las fototerapias, también se suele inyectar entre 0,3 y 0,5 mg de melatonina un par de horas antes de la madrugada. Esto debido a que la melatonina es la hormona que regula los tiempos de sueño y vigilia. Usualmente, esta empieza a segregarse en la noche para preparar al cuerpo para el descanso. Pero puede verse afectada por el uso de pantallas y simplemente no segregarse.
Por tanto, puede usarse como suplemento para intentar que la persona con el trastorno de retraso en la fase del sueño se duerma más temprano durante las dos primeras semanas. O hasta que vuelva a sincronizar su hora de dormir con las convencionales.
Cronoterapia
Quizás la más curiosa de todas, pues se trata de ir retrasando la hora de acostarse y levantarse hasta conseguir el horario de sueño deseado. Para esto los terapeutas aconsejan fuerza de voluntad. Básicamente, que la persona se acueste temprano aún si no tiene sueño, tome somníferos, o intente no echarse siestas durante al día. Todo con tal de revertir sus malos hábitos de sueño.
Pero este método no reporta tan buenos resultados como los anteriores. Así que, si conocemos a algún amigo o familiar que tenga problemas para dormirse temprano desde hace más de tres meses, y que siempre llegue tarde o con cara de sueño, intentemos apoyarle. Probablemente tenga retraso en la fase del sueño.
Referencias:
Sindrome de retraso de fase y la narcolepsia https://www.aepap.org/gtsiaepap/gtsueno/retrasofasenarcolepsia.pdf
Fase del sueño retrasada https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/delayed-sleep-phase/symptoms-causes/syc-20353340
Trastorno de retraso de la fase del sueño y del despertar. Síndrome de retraso de fase https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322016000300017