Perros heridos por los conflictos en Kiev, caballos asesinados en las fronteras para impedir la huida de sus dueños, bombardeos aéreos al ganado vacuno para privar a los hacendados de alimentos. Es sorprendente la cantidad de animales que se ven involucrados en las guerras de una o otra forma.
Estamos acostumbrados a oír hablar sobre cuán mortífero son el militarismo y los conflictos armados para los seres humanos. Pero rara vez pensamos en que, en la inmensa mayoría de los casos, los animales son los más perjudicados por estos combates.
¿Qué ocurre con los animales durante las guerras?
Las muertes animales nunca se cuentan como bajas. Pero, si así fuera, notaríamos que estas incluso triplicarían al número de fallecidos que figuran en nuestros libros de texto. Esto se debe a que, durante las guerras, los animales son vistos como “armas” capaces de infligir dolor directamente, o en el peor de los casos, quebrando el corazón de sus dueños indirectamente.
Cuando la humanidad decidió utilizar balas en vez de palabras, también pensó en emplear a los animales como parte de sus estrategias militares. En consecuencia, los animales pasaron de ser espectadores a víctimas directas del conflicto, en tres ámbitos diferentes.
Como víctimas de ataques bélicos directos

Pocos saben que muchos ataques indiscriminados a las ciudades se realizan, a propósito, en zonas pobladas por animales callejeros. Esto debido a que generan con sus muertes una alarma social considerable que sirve para reforzar el miedo. Básicamente es una manera de decir “esto es lo que les espera si no se rinden”.
El escritor americano George Parker ha podido comprobar esto recientemente, hablando con soldados ucranianos y víctimas de los conflictos iraquíes, quienes aseguran haber visto a las tropas enemigas poniendo minas en los basureros o cambiando el curso de sus bombas hacia los refugios de animales. Lo que dejó en su momento miles de animales heridos, sin posibilidad de salvarse ni de tener una muerte pacífica.
Como experimentos militares

Dentro de los bunkers militares, los animales sufren también experimentos de todo tipo para probar la potencia de nuevas armas militares.
Un ejemplo icónico de esto fue el caso del Centro de Investigación Militar de Porton Down en Reino Unido. Para la década de 1982, este centro reunió cerca de 30 especies de animales diferentes, entre las que resaltaban monos, perros, cabras y conejos que acababan muriendo por “razones desconocidas”. Al investigar los sucesos en años posteriores, los investigadores descubrieron que estos animales eran utilizados como blancos de distintos proyectiles, para probar la profundidad con la que penetraban la carne.
Asimismo, se ha oído hablar de otros experimentos previos a la Segunda Guerra Mundial que buscaban utilizar a los murciélagos como bombas biológicas; a los delfines como “cámaras” submarinas; y a los perros como máquinas antitanque que explotaran al estar cerca de las tropas alemanas.
Como espías y soldados en las guerras

Además, a lo largo de los años, se ha entrenado a muchos animales de compañía para que cumplan misiones militares complejas, con todos los riesgos que eso implica. Por ejemplo, a los perros se les convierte en detectores de bombas desde muy pequeños, y a los caballos, burros y palomas en animales de transporte y comunicaciones.
Lamentablemente, para “matricularse” en estas tareas los animales seleccionados deben pasar por un proceso de entrenamiento intenso. Vinculado a largas horas de ayuno, descargas eléctricas correctivas y sesiones de aislamiento rutinarias. Una vida de agonía que puede terminar en cuanto salgan a su primer día de trabajo.
Los animales en guerra tienden a extinguirse rápidamente

En 1996 la República Democrática del Congo vivió en carne propia las consecuencias que tiene la guerra en los animales. De una población de 31 rinocerontes blancos, solo tres sobrevivieron al ataque de las fuerzas enemigas. Lo que casi estuvo por acabar con todo rastro genético de una de las especies más vulnerables de la Sabana africana.
Como este se han dado varios ejemplos a lo largo de la historia. Por ejemplo, la región africana de Gorongosa perdió en 1990 cerca del 90% de su fauna, entre las que se encontraban dos mil elefantes, cincuenta ñués y cien cebras.
“A medida que desaparecieron los herbívoros, los árboles se extendieron hasta lo que alguna vez fue el campo abierto del parque No había tampoco depredadores. Era un ecosistema vacío”.
Robert Pringle, ecologista de la Universidad de Princeton
Los conservacionistas aseguran que todos los animales son víctimas de la guerra. Pero los más afectados son las especies exóticas que habitan en los refugios y zoológicos, ya que viven cada día luchando por sobrevivir.
¿Cómo funcionan los zoológicos durante las guerras?

La mayoría de los animales en los zoológicos están condenados a permanecer ahí una vez que estalla la guerra. Esto debido a que, según comenta La Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios (EAZA), es muy difícil poder trasladar a un animal exótico, cuando existe:
- Mucho ruido ambiental. Los animales poseen un oído muy delicado, capaz de escuchar un susurro humano a varios metros de distancia. Por tanto, son mucho más susceptibles al ruido que producen las bombas al chocar con el suelo.
- Faltan recintos especializados que imiten a los del zoológico. Muchos animales en cautiverio están adaptados a un ecosistema y un estilo de vida particular. Allí, estas especies se sienten seguras y “en casa”, por lo que es muy difícil conseguir que estos animales citadinos se adapten a nuevos espacios. Sobre todo si estos son pequeños y oscuros.
- Complicaciones durante el transporte. De igual forma, la tarea de trasladar animales es bastante complicada. Estudios han demostrado que todos los animales de zoológico establecen vínculos intensos con sus cuidadores, al punto de que pueden dejar de comer, fatigarse o incluso morir si los apartan de su lado.
Debido a estas complicaciones, muchos gobiernos en guerra han optado por simplemente ignorar a los animales durante los conflictos armados y centrarse en acabar con las tropas militares enemigas.
La guerra actual entre Ucrania y Rusia ha sacado a la luz esta problemática. Durante los primeros días de conflicto, las fuerzas gubernamentales no hicieron ningún esfuerzo por trasladar a las especies animales que vivían en sus tres grandes zoológicos: Nikolaev. Kyiv y Kharkiv. Como resultado, estas especies son ahora incapaces de abandonar su hogar, debido a las explosiones que ocurren a escasos metros de los recintos.
De hecho, algunos cuidadores ucranianos han tenido que sacrificar a varios animales venenosos dentro de los zoológicos. Esto para evitar que atacaran a los ciudadanos, en caso de que una explosión destruyera sus jaulas y los liberara en las calles.
Entonces… ¿Las guerras son siempre malas noticias para los animales?

En general, sí. Pensemos que las guerras no tienen nada que ver con el mundo en que habitan estas criaturas. En la conciencia animal estos conflictos no tienen significado, por lo que no saben qué está pasando hasta que es muy tarde.
De hecho, el único efecto adverso del que los animales podrían “beneficiarse” durante las guerras es el abandono medioambiental, ocasionado por el desalojo de habitantes en esa región. Esto debido a una observación reciente del ecologista Robert Pringle, en la que afirma que las poblaciones de grullas de Manchuria y osos negros han aumentado tras la desmilitarizacion de la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur.
Sin embargo, para que este tipo de “beneficio” se dé, primero es necesario que estas especies animales sobrevivan las bombas y las acciones militares que impulsan el desalojo del área. Algo que, hasta ahora, solo se ha dado en el caso de las grullas de Manchuria y los osos negros.
Es un 70% más probable que los animales mueran durante la primera semana de conflicto. Especialmente si son de gran tamaño, como las jirafas, los elefantes o los caballos, pues no tienen un lugar donde esconderse.
Los ecologistas aseguran que estas pérdidas dañan la biodiversidad del planeta y podrían tardar décadas en recuperarse. Por eso es crucial que busquemos colaborar de alguna manera con estos animales que vienen de las trincheras, para frenar las consecuencias de la guerra en sus vidas.
Cómo apoyar a los animales que han sido “marcados” por la guerra
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Más allá del conflicto armado, que es un asunto político difícil de detener, existen muchas otras medidas que pueden ayudar a los animales abandonados durante las guerras.
Recientemente, la BBC publicó cómo la Sunflower Scotland, una asociación de voluntarios británica, está ayudando a los más de cien perros y gatos ucranianos que residen en el refugio de la ciudad de Dnipro. En su nota figuran dos medidas comunitarias que todos podemos hacer desde la comodidad de nuestros hogares.
La adopción
Muchas de estas mascotas llegaron a Dnipro debido a que sus dueños fallecieron durante el estallido del conflicto o fueron obligados a huir del país. En consecuencia, estos animales se quedaron sin “familia” en el peor momento de sus vidas.
Pero, Sunflower Scotland ha logrado impulsar la adopción de muchas de estas mascotas a través de sus redes sociales. Lo que ayuda al refugio a liberar algunas de sus jaulas para recibir a nuevas mascotas, y lo que es más importante, permite que estos animales tengan una nueva vida alejados de la guerra.
Las donaciones
Asimismo, la asociación británica ha logrado enviar al refugio Dnipro más de 30 mil libras esterlinas para garantizar el alimento y los cuidados médicos de las mascotas que no puedan ser adoptadas.
Uno de los mayores problemas que enfrentan los animales en tiempos de guerra están vinculados a sus necesidades básicas: comida, descanso y salud. Después de todo, en medio de conflictos militares es muy difícil conseguir la suficiente comida como para satisfacer a todos los miembros de la familia.
Estas acciones pueden ser pequeñas, pero tienen un gran impacto en los animales. Así que, siempre que podamos, intentemos ayudar a los animales, que son un pilar fundamental en nuestras vidas.
Referencias:
Qué está pasando con los animales de los zoos de Ucrania https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/que-esta-pasando-zoos-ucrania_18049/amp
Los animales, las víctimas silenciosas de las guerras https://www.nytimes.com/es/2018/01/21/espanol/las-otras-victimas.html
Ukrainian War: Scots send aid for pets left behind https://www.bbc.com/news/uk-scotland-61058291
All Creatures Great and Small https://www.theatlantic.com/ideas/archive/2022/04/animals-ukraine-tell-their-own-story/629462/