El impacto del abuso infantil puede durar toda la vida y hacer que las personas se sientan como sombras de sí mismos. Las personas que sufrieron un trauma infantil enfrentan consecuencias en su salud muy reales, como la esclerosis múltiple. Es lo que descubrió recientemente un estudio masivo de casi 78 000 mujeres noruegas que aportaron sus experiencias de la infancia.
Las mujeres que participaron en este estudio compartieron con los investigadores sus experiencias de abuso. Algunas de ellas hablaron acerca de la exposición al abuso emocional, sexual y físico infantil. Todas estas experiencias negativas pueden contribuir al riesgo de esclerosis múltiple (EM). Esta es una enfermedad autoinmune discapacitante que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Relación entre el trauma infantil y la esclerosis múltiple
Los investigadores explican que el abuso, la negligencia y la disfunción doméstica son tipos extremos de estrés. El estrés crónico está relacionado con una salud mental y física deficiente. Los eventos estresantes de la vida pueden desencadenar brotes de enfermedades en las personas que viven con EM. Una gran incógnita que surge en los investigadores es si las experiencias traumáticas en la infancia podrían manifestarse años más tarde como un mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple.
Un estudio histórico de 2009 hecho en EE. UU. encontró que cuanto más abuso presenciaron o experimentaron las personas cuando eran niños, más probable era que terminaran hospitalizados por cualquiera de las 21 enfermedades autoinmunes décadas después.
En la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a las células nerviosas. Al hacer esto, destruye la capa protectora de mielina que las rodea. Esto puede provocar dolor crónico, espasmos musculares, entumecimiento e incluso pérdida de la visión.
Para investigar los vínculos entre la esclerosis múltiple y el trauma infantil, los investigadores cruzaron datos de un estudio noruego a nivel nacional. Los evaluadores hicieron un seguimiento de mujeres embarazadas desde 1999 hasta 2018 con registros hospitalarios y un registro nacional de diagnósticos de EM en Noruega.
Interpretación de los datos del estudio
Las mujeres expuestas al abuso emocional y sexual antes de los 18 años tenían un mayor riesgo de desarrollar EM en el futuro. De las 300 mujeres en el estudio que desarrollaron EM, casi una de cada cuatro reportó un historial de abuso infantil cuando fueron reclutadas para el estudio.
El vínculo entre el trauma y la EM fue más pronunciado entre las mujeres que habían experimentado abuso sexual. Estas tenían un 65 % de riesgo elevado de desarrollar EM. En aquellas expuestas a más de un tipo de trauma, entre 66 y 93 por ciento de riesgo elevado.
Una forma de interpretar los datos es que el trauma infantil y el estrés subsiguiente podrían exacerbar el riesgo de EM. Principalmente en personas con una susceptibilidad subyacente a la afección, ya sea por factores genéticos o de estilo de vida.
Los investigadores creen que el trauma podría sobreestimular la respuesta del cuerpo al estrés o alterar el sistema inmunitario. Como consecuencia, el cuerpo es elevado a un estado de estrés crónico e inflamación que conduce a la enfermedad.

Otras consecuencias de las experiencias traumáticas en la infancia
El trauma infantil se ha relacionado con problemas de salud crónicos como enfermedades cardíacas, diabetes, depresión y obesidad. Estas también implican inflamación y puede desencadenar en problemas mayores.
Sin embargo, desenredar el efecto del trauma y el estrés en la EM es complicado. Hay muchas causas posibles de la enigmática enfermedad. Algunas de ellas son la falta de luz solar, demasiada contaminación del aire, dietas de alimentos ultraprocesados. También la genética y las infecciones virales comunes podrían ser desencadenantes.
Sin embargo, la investigación sugiere que nuestros años de juventud pueden ser una ventana crítica, independientemente de los factores de riesgo en juego.
Los investigadores resaltan que detrás de la EM hay algunos de los factores de riesgo ambientales más constantes. Entre estos están los niveles bajos de vitamina D, la baja exposición al sol, la infección por el virus de Epstein-Barr y la obesidad. Dichos efectos pueden tener períodos críticos de susceptibilidad a la EM en la infancia, en particular en la adolescencia.
Acciones de prevención
Para los investigadores, una mejor comprensión de los factores de riesgo y el momento de la exposición al riesgo puede abrir puertas para la prevención. También podría brindar una mayor comprensión de los mecanismos de la enfermedad.
Una mayor conciencia entre los profesionales médicos sobre los efectos dominó del trauma infantil podría marcar una gran diferencia en la vida de las personas.
Dada la creciente carga global de EM y los impactos de por vida del trauma infantil, los hallazgos del estudio justifican una mayor investigación sobre los vínculos entre los dos.
También es importante prestar atención en la prevención de experiencias traumáticas en los primeros años de vida. Esto dará a los niños una mejor oportunidad en la vida.
Referencias:
Association of adverse childhood experiences with the development of multiple sclerosis: https://jnnp.bmj.com/content/early/2022/03/08/jnnp-2021-328700
Childhood Trauma Heightens Risk of Multiple Sclerosis, Massive Study Finds: https://www.sciencealert.com/childhood-trauma-heightens-risk-of-multiple-sclerosis-massive-study-finds