Así como en los humanos el tamaño importa, en los gusanos macho también. De hecho, se estima que solo pueden conseguir pareja los que tienen espermatozoides grandes y resistentes. No porque los gusanos hembra tengan gustos sexistas, sino más bien porque solo los espermas fuertes pueden fecundar su óvulo.
En este sentido, es evidente que las carreras de espermatozoides son bastante competitivas dentro de los gusanos. Pero, contradictoriamente, también son la única manera en la que estos invertebrados pueden mejorar la calidad de su esperma, según sugiere la investigación del biólogo estadounidense Patrick Phillips.
La sexualidad de los gusanos es dura

El catedrático de la Universidad de Oregón estudió durante años a los gusanos Caenorhabditis elegans o C. elegans, fascinado por sus propiedades regenerativas y evolutivas, como muchos otros científicos.
Aunque el aspecto que más curiosidad le generó fue el proceso de selección sexual que se generaba dentro de los gusanos cuando se apareaban.
Esto debido a que los gusanos no tendían a liberar muchos espermatozoides durante el acto. Todo lo contrario a los humanos y el resto de mamíferos, en quienes prevalece la idea de “cantidad sobre calidad”, para aumentar las posibilidades de reproducción.
El éxito reproductivo de los gusanos está en las carreras de espermatozoides
En respuesta, Patrick Phillips desarrolló una herramienta genética para observar y controlar el proceso sexual de los C. elegans antes y después del apareamiento. Esto durante 30 generaciones reproductivas, que sería más o menos unos 3,5 días, dada la poca esperanza de vida que tienen los nemátodos.
Así, descubrió que durante el apareamiento el gusano hembra estaba expuesto a una gran cantidad de pretendientes de distintos grupos biológicos. Cuando todos ellos depositaban sus espermatozoides en conjunto, ninguno parecía llegar a fecundar el óvulo. Pero cuando lo hacían por turnos, tenían más posibilidades de lograrlo.
Patrick analizó la composición de ambos tipos de espermatozoides, y se dio cuenta de que los que habían sido eyaculados por turnos eran más grandes y fuertes que los primeros, a pesar de que ambos tenían la misma composición antes de entrar en el gusano hembra.
Esto lo llevó a pensar que el éxito reproductivo de los gusanos machos no está en la competencia por aparearse, sino en las carreras de espermatozoides que se dan dentro de la hembra.
La carrera por la vida a veces necesita de un par de mutaciones

Los espermatozoides que fueron eyaculados en conjunto tenían muchos más obstáculos alrededor que dificultaban su travesía. Mientras que los eyaculados por turnos al menos tenían asegurada una entrada fácil al órgano de la hembra, por lo que su mayor preocupación era mejorar su resistencia y fuerza para llegar antes al óvulo.
“Las carreras de espermatozoides en el gusano hembra aumentaron entre cinco y siete veces cuando se hacían por turnos, logrando mejorar considerablemente la tasa de cambio evolutivo”.
Patrick Phillips
Además, el biólogo también identificó alrededor de 60 genes que mostraron cambios rápidos durante la carrera de estos espermatozoides en el gusano. Estos genes probablemente son los responsables de la “metamorfósis” de los espermatozoides, sin embargo aún no se han estudiado en detalle.
Por tanto, el siguiente paso de Patrick Phillips será estudiar cómo afectan estas mutaciones al desarrollo del gusano. Aunque por lo pronto podemos concluir que las carreras de espermatozoides son vitales para cualquier ser vivo. Desde el hombre más grande al gusano más pequeño.
Referencias:
Worm sperm races really matter for evolution https://www.futurity.org/worm-sperm-races-really-matter-for-evolution/
Post-insemination selection dominates pre-insemination selection in driving rapid evolution of male competitive ability https://doi.org/10.1371/journal.pgen.1010063