Investigadores comprobaron que la confianza en la ciencia creció durante y después de la pandemia. Llegaron a esta conclusión luego de hacer una serie de encuestas.
La investigación estuvo enfocada en investigar qué factores estaban relacionados con la resistencia a vacunarse. En una de esas encuestas, los investigadores preguntaron a más de 8 mil estadounidenses de cinco estados. Otra encuesta preguntó a casi 7 mil personas en 23 países. Por último, una incluyó a más de 120 000 encuestados en 126 países.
Por medio de estos cuestionarios el equipo de investigación descubrió que la confianza en la ciencia era un factor clave para determinar si las personas tenían la intención de vacunarse.
Pero ¿qué fue lo que influyó en el aumento de la confianza en la ciencia?
Los científicos hablan de una “confianza epistémica” que se basa en confiar en alguien como fuente de información autorizada. Para determinar la confiabilidad, existen tres factores principales: cómo percibimos el nivel de experiencia, integridad y benevolencia de un experto.
Un estudio fue determinante para descubrir por qué la confianza en la ciencia tuvo este cambio. Fue la investigación realizada en Alemania. Esta midió la confianza en la ciencia durante la pandemia y los factores que la afectaron.
Para el estudio se recurrió a 900 voluntarios a los que se realizó una encuesta. Los datos que se obtuvieron en ella dieron a conocer que la confianza en la ciencia aumentó sustancialmente después de que comenzó la pandemia. Esto se debió principalmente a suposiciones positivas sobre la experiencia de los científicos en su campo.
Por otro lado, la razón por la que hay desconfianza en los científicos es la falta de benevolencia por parte de los que financian las investigaciones en la ciencia. Esta situación podría cambiar si la comunicación científica enfatizara las buenas intenciones, los valores y la independencia de los científicos.
Otro estudio realizado en el Reino Unido investigó las percepciones de la experiencia, la integridad y la benevolencia de los científicos. Gracias a esta investigación se pudo conocer por qué las personas no confían en la vacunación. Esto se debe a que están preocupadas por los efectos secundarios que podrían surgir después de la aplicación.

Confiamos en los científicos incluso cuando admiten que no saben la respuesta
Se ha comprobado, por medio de estudios experimentales recientes, que las personas están dispuestas a confiar en aquellos que pueden admitir que no tienen una respuesta definitiva. El hecho de admitir nuestros errores o comunicar la incertidumbre no es perjudicial e incluso puede ser beneficioso para la confiabilidad.
Al comunicar las incertidumbres de manera transparente, se nos percibe como menos sesgados y dispuestos a decir la verdad.
Otra característica de la confiabilidad es que también puede verse debilitada por lo que se conoce como “culpa por asociación” o contagio moral, que es el mecanismo psicológico detrás de esa creencia.
Este proceso psicológico de “contagio moral” puede afectar nuestra confianza hacia muchas organizaciones o personas que colaboran estrechamente entre sí. En el clima actual, cualquier persona o institución que realmente quiera que se confíe en ella debe trabajar para comunicar su experiencia, honestidad y benevolencia, y alentar a aquellos con quienes trabaja a hacer lo mismo.
Referencias:
Why we trust experts, even when they admit they don’t know the answer: https://phys.org/news/2022-03-experts-dont.html