Desde el ser humano hasta el atún, todos los seres vivos le deben su origen a tres tipos de organismos microscópicos que conforman el árbol de la vida terrestre: Las bacterias, las eucariotas y las arqueas.
Mientras que las bacterias y las eucariotas han sido reconocidas por ser los ancestros de las plantas y animales, las arqueas han sido catalogadas erróneamente como microorganismos clave para el desarrollo de ciertos hongos. Pero los científicos ahora están seguros de que las arqueas no son tan únicas como parecen, ya que de hecho comparten la misma genética que las bacterias.
¿Las arqueas podrían ser bacterias primitivas?
De acuerdo al estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bristol, el dominio arqueal y el dominio bacteriano están estrechamente relacionados. Esto debido a que sus genes producen proteínas y procesan información genética de formas muy similares.
“En el árbol de la vida, la longitud entre un dominio y otro corresponde a un mayor grado de cambio genético. Estimamos que la distancia genética entre las bacterias y las arqueas es mucho más corta de lo que nos hacen creer”.
Edmund Moody, investigador en la Escuela de Ciencias Biológicas de Bristol
Para demostrarlo, Moody y su equipo examinaron 381 marcadores genéticos pertenecientes al dominio de las bacterias y las arqueas, casi el doble de los utilizados en análisis anteriores para determinar el origen de la vida. Como resultado, encontraron que los genes de codificación entre ambos eran, efectivamente, casi idénticos.
Son más las cosas que unen a estos microorganismos que las que los separan
Tanto las arqueas como las bacterias se reproducen por fisión, es decir, realizan copias genéticamente idénticas de sus cromosomas, a diferencia de las eucarióticas que dividen sus dos cromosomas y los combinan cada vez que se codifican.
Además, no poseen estructuras especializadas que realicen estos procesos de fisión, sino que emplean todo su paredes para sintetizar las sustancias.
Quizás la única diferencia entre estos dominios que originaron “la vida” es que las bacterias, además de codificar polisacáridos, forman otro tipo de compuesto secundario conocido como péptido no ribosómico, que les da más energía y velocidad a las bacterias, en comparación con las arqueas.
“Las proteínas de los ribosomas bacterianos experimentan un período acelerado de evolución en algún momento, que podría conducir a una rama del árbol filogenético artificialmente larga”.
Anja Spang, científica principal de NIOZ
En este sentido, los investigadores sugieren que quizás fueron las proteínas no ribosomales son las que originaron la separación entre las bacterias y las arqueas hace millones de años. Pero no por eso las arqueas automáticamente deben ser consideradas como otros microorganismos importantes para la vida.
Cómo estudiar el origen de la vida de hoy en adelante
Aunque las evidencias genéticas son claras, muchos investigadores aún dudan de la certeza de los resultados, ya que es difícil medir la evolución de todo un dominio a partir de un par de genes. Sin embargo, sí consideran que el estudio reveló dos hallazgos fundamentales que deberían tomarse en cuenta para futuras investigaciones sobre el origen de la vida:
- Primero, la distancia genética entre las arqueas y las bacterias es errónea. Por tanto, debería acortarse en todos los esquemas filogenéticos del árbol.
- Y segundo, existen muchos más genes vinculados con los principales dominios de lo que se pensaba anteriormente. Concretamente las proteínas ribosómicas, que son similares en ambos, y que deberían ser utilizadas como marcadores clave para analizar la relación entre estas bacterias.
Estudios anteriores han abordado a las bacterias y las arqueas como dos clases de microorganismos diferentes en el árbol de la vida. Uno capaz de reproducirse y mutar infinitamente, y otro incapaz de sintetizar el oxígeno. Pero quizás la clave en este tipo de estudios sobre la vida es considerar todo como hipotético, y aportar siempre un nuevo punto de vista hasta dar con la clave.
Después de todo, que los fósiles más antiguos del mundo no son de dinosaurios sino de algas. Quizás le debemos nuestra vida actual a las bacterias, y nunca lo habríamos considerado si no fuera por estudios como estos.
Referencias:
Study supports distant relationship between Archaea and Bacteria in tree of life https://phys.org/news/2022-02-distant-relationship-archaea-bacteria-tree.html
Prokaryotes: Bacteria & Archaea https://organismalbio.biosci.gatech.edu/biodiversity/prokaryotes-bacteria-archaea-2/