A muchos nos encanta regocijarnos en teorías apocalípticas. Solemos pensar que la IA se saldrá de control y volverá esclava a la humanidad mediante cascos. Incluso algunos han llegado a imaginar que un montón de bebés CRISPR hipertróficos y violentos podrían dañar la humanidad. O que los autos inteligentes se empezarán a controlar por sí mismos con el fin de atacar a sus dueños. Sin embargo, el posible daño que podrían causar algunas tecnologías emergentes son más sutiles y algo preocupantes de lo que crees.
La tecnología es un asunto serio y es necesario pensar en las consecuencias graves que algunas son capaces de ocasionar. Es por ello que hemos recopilado una serie de tecnologías emergentes que algunos profesores y científicos consideran que podrían ser un peligro a la larga.
Aquí te hablamos de las 4 tecnologías emergentes más peligrosas

Bien, a continuación te mostraremos una selección de esas tecnologías emergentes que podrían ser todo un desastre si llegan a salirse de control.
Poder ser vigilado en tu lugar de trabajo
Esta es una de las que más nos preocupó, pues sería un mundo privado de seguridad y plagado de un control enorme. El profesor Zephyr ahonda más en ello a continuación:
Vigilancia privada del lugar de trabajo. Da un vuelco a la ya terrible dinámica de poder empleador-empleado al permitir que los empleadores traten a los empleados como conejillos de indias, con grandes asimetrías de información, sabiendo qué los motiva a trabajar de manera poco saludable y cómo pueden obtener más valor por menos salario.
Les permite eliminar a los disidentes con sistemas de alerta temprana y destruir la solidaridad a través del trato diferencial.
La investigación sobre juegos de apuestas enseñó a los casinos cómo armar perfiles de juego para personalizar los atractivos y poder ganar lo más posible con las debilidades de cada jugador. Esa tecnología, que ahora ingresa a la fuerza laboral, está al borde de la ubicuidad, a menos que la detengamos.
Zephyr. Profesor Asociado, Derecho, Universidad de Fordham
Sin duda, un mundo al que muchos no vamos a querer pertenecer.
Algo que sepa dónde hemos estado, dónde estamos y adónde estaremos
Si ser vigilado te preocupaba, con esta teoría emergente podrías jamás volver a sentirte seguro. En esta teoría se hace énfasis en el mal uso en el que podría caer el reconocimiento facial.
Una tecnología que ofrece miles de facilidades, también podría ser un centro para que cualquier persona logre saber dónde estás y con quién estás. Todo el mundo podría hacer mal uso de esto y acosar a su amante o víctima como quisiera.
Sobre esto, el profesor David Shumway Jones ahonda mucho más y nos presenta escenarios oscuros:
Claramente, hay muchos contendientes por el título de la tecnología emergente más peligrosa. CRISPR y otras tecnologías de edición de genes podrían causar estragos, aunque pueden resultar menos poderosas de lo que prometen sus defensores.
Las redes sociales ya han demostrado su poder para causar daños de gran alcance. Pero lo que más me molesta es en realidad el despliegue generalizado del reconocimiento facial en la tecnología de vigilancia.
En muchos sentidos, esta tecnología podría ser un gran activo para las sociedades. El reconocimiento facial podría hacer que muchas transacciones sean más eficientes.
Entonces, ¿cómo podrían estas tecnologías volverse peligrosas? Un miedo es existencial: nuestros movimientos ya no serán privados. Alguien siempre tendrá la capacidad de saber dónde estamos y dónde hemos estado.
Incluso si nadie hace un mal uso de esta información, la pérdida de privacidad y anonimato me parece significativa.
Otro temor es el abuso: el riesgo de mal uso de esta información es real. Cualquiera que tenga acceso a la información ciertamente podría usarla con fines nefastos.
Los acosadores, desde amantes abandonados hasta gobiernos autoritarios, podrían tener un día de campo con su nueva capacidad para monitorear a dónde vamos y con quién nos encontramos. Incluso predecir qué podríamos hacer a continuación.
Y sospecho que solo he imaginado una pequeña parte de las formas en que estas tecnologías de vigilancia podrían apropiarse indebidamente. Nuestros movimientos ya no serán privados.
David Shumway Jones. Profesor, Epidemiología, Universidad de Harvard
Una de las tecnologías emergentes más temidas: las tecnologías sociales o cognitivas
Sin duda, estamos más próximos a un efecto similar de lo que muchos pensamos, pues hoy en día todos vivimos bajo las nubes de Instagram, sus filtros e influencers. Tal y como ocurre en aquellas películas y libros distópicos: la humanidad caerá ciega bajo un precipicio de placer constante que solo la convertirá en seres dóciles que siguen a los líderes o cosas que salen en las redes.
Y sobre esto nos ilustra más el profesor Jeroen van den Hoven, quien llega a unas conclusiones que jamás logramos imaginar:
Creo que las tecnologías más peligrosas son, en cierto sentido, las tecnologías sociales o cognitivas que impiden que las personas tengan una visión clara del mundo y las necesidades de los demás. Estas tecnologías a menudo conducen a la deshumanización e invitan a las personas a convertirse en individuos irreflexivos y obsesionados consigo mismos. Son como máquinas de niebla que crean las condiciones que facilitan renunciar, negar o hacer la vista gorda a nuestra humanidad común y nuestra responsabilidad humana. Son tecnologías de mala fe. Aquellos que trabajan en ellos a menudo son instrumentalizados por otros y son ingenuos, culpablemente cómplices o maestros en orquestar la negación plausible de toda la miseria y el sufrimiento futuros que pueden sobrevenir.
Jeroen van den Hoven. Profesor de Ética y Tecnología de la Universidad Tecnológica de Delft y coautor de Evil Online
Después de saber esto, ¿volverás a ver igual a tus redes sociales?
El xenotrasplante
Hace unas semanas salió la noticia del primer trasplante de corazón de un cerdo a un humano. Esto generó una gran esperanza por parte de la humanidad, ¿pero qué efectos negativos podría traer esto? Aquí el profesor L. Syd M. Johnson lo explica al detalle:
El peligro de zoonosis a través de xenotrasplantes es lo suficientemente grave como para que numerosas organizaciones hayan recomendado la vigilancia de por vida de los receptores humanos, sus contactos cercanos y los trabajadores de la salud involucrados en xenotrasplantes. Esa vigilancia no tiene por objeto proteger al receptor del órgano, sino proteger la salud pública. El riesgo de desencadenar una nueva enfermedad infecciosa en el mundo cambia las apuestas de los xenotrasplantes y los convierte en una tecnología emergente extremadamente peligrosa. En el peor de los casos, otra pandemia mundial, las consecuencias podrían ser devastadoras y costar millones de vidas.
L. Syd M. Johnson. Profesor asociado, Centro de Bioética y Humanidades, SUNY Upstate Medical University
Una explicación que nos hace reflexionar de lo mucho que estamos expuestos al peligro y sin saberlo. Sin duda, cada una de estas teorías nos hacen pensar que ciertas tecnologías emergentes no deben ser tomadas a la ligera y debe tratar de darse un seguimiento a cada una de ellas. ¿Estamos solos y bajo un montón de experimentos catastróficos? Claro que no.