Declarar abiertamente la sexualidad para algunos podría resultar un verdadero calvario. Este es el caso de los deportistas que deben lidiar día a día con un entorno con nula empatía hacia lo diferente. Es por eso que nunca vemos a atletas declarando abiertamente su sexualidad. La homofobia en el deporte es una realidad muy dura y difícil de batallar. Por esa razón, muchos deciden dejar relegada la decisión hasta retirarse de la vida profesional.

Muy pocos deportistas han decidido dar el paso y hablar públicamente de su orientación sexual o identidad de género. Decidimos compartir algunos casos en los que la valentía se dio durante la vida profesional activa, mientras que otros solo después del retiro.

Homofobia en el deporte.
Vía Pixabay.

Algunos valientes deportistas que enfretaron la homofobia pero lidiaron con las consecuencias

Alrededor de mundo existen ejemplos de valientes que, a pesar de todo en contra, decidieron contar al mundo su realidad.

En el básquet, existe el caso del balocentista profesional chileno Daniel Arcos que con sus 26 años salió del clóset y hoy es un referente de la comunidad LGBTI de su país. Argentina también tiene un jugador profesional de básquetbol que compartió con el mundo su identidad sexual, estamos hablando de Sebastián Vega. La NBA tampoco se queda atrás. En 2013, Jason Collins habló por primera vez sobre su homosexualidad.

Ryan Russell, quien es jugador profesional de fútbol americano de la NFL, se declaró bisexual. En otros deportes, sucede lo mismo. Muy pocos deciden contar abiertamente que sienten atracción por personas del mismo sexo. Esto sucede por el temor a ser rechazados o considerados deportistas de segunda categoría.

Deportistas gais y lesbianas que decidieron confesar públicamente sus preferencias sexuales tuvieron que lidiar con las consecuencias de tal decisión. La homofobia puede generar niveles de crueldad muy altos. Estos deportistas se convierten en objeto de burlas y de expresiones despectivas que quedan registradas en su psiquis.

Luego de la decisión de confesar su condición, reciben acoso de todo tipo. Tan constantes y abrumadores que estas personas terminan cediendo a la presión y alejándose de la profesión que tanto aman.

La homofobia en el fútbol es la más despiadada de todas

En el fútbol, la historia del jugador británico de fútbol profesional, Justin Fashanu, es única por su trágico final. En 1990 decidió contar al mundo su homosexualidad en el diario The Sun. Fashanu todavía era activo profesionalmente, y las repercusiones sobre su confesión fueron catastróficas para su carrera. Todo el mundo del fútbol lo repudió, al igual que su familia. Los medios de comunicación lo crucificaron. Por consecuencia de ello, cayó en una severa depresión que desencadenó en su suicidio en 1998.

Otro británico y jugador de fútbol en declararse abiertamente gay fue Thomas Hitzlsperger, pero lo hizo cuando ya se había retirado de la vida profesional.

La homofobia en el fútbol es una de las más despiadadas. El jugador Phillip Lahm dio un consejo a los jugadores de fútbol que son homosexuales. Compartió este pensamiento en su libro El juego: el mundo del fútbol en el que dejó una frase contundente “Tendrían que soportar insultos y difamaciones, ¿quién lo aceptaría?». Por ello, recomienda a los jugadores homosexuales no hacer pública su sexualidad.

Homofobia en el deporte.
La homofobia en el fútbol es la más despiadada. Vía Pixabay.

La homofobia interiorizada

Los atletas homosexuales no solo batallan contra la homofobia dentro del deporte, sino una homofobia interiorizada. Esta está basada en los rechazos que uno mismo se hace.

La homofobia interiorizada tiene un factor que la determina y es el autoengaño. Las personas suelen justificar que es la sociedad la que establece este rechazo. Por consecuencia, la persona homosexual decide aislarse del resto del mundo.

En general, la homofobia tiene un impacto profundo y negativo en el individuo. Esta puede ser tan grave que impide que la persona lleve una vida en plenitud. El hecho de estar ocultándose constantemente de la sociedad para no ser rechazada la hace vivir con miedo.

Pero la homofobia interiorizada también genera un rechazo hacia uno mismo. Las personas sienten vergüenza de su situación, hasta sienten asco de sí mismas. Algunas desarrollan cuadros de depresión y ansiedad por consecuencia de todas estas cuestiones. Si la presión y el rechazo es abrumador, algunos hasta deciden terminar con sus vidas.

Este tipo de homofobia tiene su origen en el entorno más cercano, que puede ser la familia o la sociedad. Estos ambientes pueden generar en la persona homosexual heridas y traumas graves en la mente de quien los padece. El daño es difícil de reparar pero un proceso de psicoterapia podría ser de gran ayuda para afrontarlo.

Todavía queda mucho por hacer

El mundo del deporte es un entorno donde la homofobia interiorizada también colabora para que los deportistas se retraigan de su condición sexual. Todavía falta tanto por hacer para que esta situación cambie. Los referentes deportistas de la comunidad LGBTI están luchando contracorriente para eliminar la homofobia en el deporte de una vez por todas.

Referencias:

“¿Quién lo aceptaría?”: la triste y silenciosa historia de los gais en el fútbol continúa en 2021: https://elpais.com/icon/actualidad/2021-02-22/quien-lo-aceptaria-la-triste-y-silenciosa-historia-de-los-gais-en-el-futbol-continua-en-2021.html?outputType=amp

Homofobia en el deporte: la discriminación sigue ganando el partido: https://m.dw.com/es/homofobia-en-el-deporte-la-discriminaci%C3%B3n-sigue-ganando-el-partido/a-53972599

Lo que nadie te ha contado sobre la homofobia interiorizada en varones: https://psicologiaymente.com/clinica/homofobia-interiorizada-en-varones

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