Para poder oler, es necesario que en el cerebro se activen varias áreas corticales. Estas se interconectan en una extensa red neuronal que las vincula, por ejemplo, a ciertas áreas relacionadas con la memoria y las emociones. Es lo que nos permite tener una gran riqueza perceptiva, por lo que resulta fácil perbibir el olor de otras personas como todo lo que está a nuestro alrededor.
Los seres humanos están en constante interacción con su entorno, por lo que deben adaptarse a sus continuos cambios. El sentido del olfato es muy importante en esta adaptación puesto que permite captar las sustancias dispersas en el aire y percibir señales.

¿Hay alguna explicación más exacta de por qué detectamos el olor de otras personas?
Todo lo que nos rodea posee partículas perfumadas que constantementes olemos. Atrapamos esas moléculas a través de la nariz, estas pasan a la garganta y se adhieren a su pared mucosa. Las células receptoras que se hallan en esa pared transmiten el olor a nuestro cerebro. Este se caracteriza por estar constantemente percibiendo nuevos olores, mientras que ignora los que nos han estado siguiendo. Eso explica que podamos oler a los demás y no a nosotros mismos.
La adaptación olfatoria es la responsable de que podamos oler todo sin entrar en confusiones. Este fenómeno nos permite ir dejando de lado los viejos olores para dar espacio a los nuevos.
Existe un estudio que analizó a un grupo de personas para comprender cómo el cerebro se adapta a los nuevos olores. Esta investigación comprobó la existencia de la adaptación olfativa. Los investigadores descubrieron que las participantes dejaron de percibir el olor de los ambientadores en sus habitaciones después de solo unos días. Además, se percataron que estos individuos se volvieron menos sensibles a ese mismo aroma pero en otros ambientes. Eso quiere decir que se adaptaron al olor de los ambientadores.

El olfato, un sentido muy particular
Dentro de la evolución humana, el sentido del olfato es el más antiguo de todos. Se define como la capacidad de detectar odorantes, y esto es posible a partir de las neuronas olfatorias receptoras.
Además, este sentido es el único que posee una modalidad “dual”. Esto quiere decir que detecta los estímulos externos y del interior del cuerpo. Esta segunda capacidad está vinculada con el sentido del gusto. Se da a través de la estimulación retronasal que ocurre durante la ingestión de alimentos. Las moléculas que ingresan por la boca van hasta la zona posterior de la cavidad bucal y llegan al epitelio olfatorio. Este proceso es necesario para la identificación de los sabores.
Por último, el olfato es el que demora más en restablecerse después de familiarizarse con los olores cotidianos. Por ello sentimos los olores nuevos y no los que ya venían con nosotros desde antes.
Referencias:
Fragrance perception: From the nose to the brain: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872011000300013
Sensopercepción olfatoria: una revisión: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872011000300013
Why do we smell others better than we smell ourselves?: https://melmagazine.com/en-us/story/why-do-we-smell-other-people-better-than-ourselves