Las personas a menudo hacen resoluciones con el fin de año y mantienen regímenes para cumplirlas durante las primeras semanas de enero. Pero, una vez que nos despedimos del primer mes del año, tendemos a perder la motivación y abandonar definitivamente la idea de cumplir con nuestros propósitos.
Los científicos frecuentemente interpretan este comportamiento como evidencia de un conflicto personal entre nuestro yo “planificador” y nuestro yo “hacedor”; que persigue las tentaciones para obtener placer instantáneo sin tanto sufrimiento. Un conflicto que termina afectando el autoestima de las personas.
Por ello, un equipo de investigadores de las Universidades de East Anglia (UEA), Warwick, Cardiff y Lancaster en el Reino Unido desarrollaron una encuesta para determinar hasta qué punto vale la pena seguir con nuestras resoluciones, cuando existe un conflicto interno entre el autocontrol y las tentaciones.
El planificador y el hacedor vs las resoluciones de Año Nuevo

Las resoluciones de Año Nuevo se han desarrollado bajo la suposición de que las personas que apuntan hacia estilos de vida saludables son aquellos que tienen un lado “planificador” mucho más activo. Por tanto, son capaces de alejar las tentaciones en su inconsciente “hacedor”, con tal de ver recompensado todo su esfuerzo.
Sin embargo, los expertos en psicología difieren en cuanto estas “etiquetas psicológicas” que le aportan a las personas que realizan estas prácticas, ya que durante el estudio la mayoría afirmaban que habían caído más de una vez a causa de sus tentaciones.
Muchas veces se pasa por alto la posibilidad de que las personas valoren tanto la espontaneidad como el autocontrol, y aprueben sus propias actitudes flexibles hacia las resoluciones”.
Andrea Isoni, profesor de ciencias del comportamiento en la Escuela de Negocios de Warwick
Ahí radica el principal problema de las resoluciones de Año Nuevo. La mayoría considera que ceder a los impulsos es prácticamente renunciar a nuestras resoluciones cuando no tendría porque ser así. Lo importante es cómo las personas se sienten realizando estos compromisos personales.
¿Seguir con las resoluciones o abandonarlas?
Si la mayoría siente que el esfuerzo que hicieron no les hizo sentir satisfechos consigo mismos en ningún punto, no tiene sentido seguir imponiéndose retos desagradables otro mes más.
Sin embargo, si el motivo por el que se han “abandonado” estos objetivos es por el arrepentimiento de haber caído en una tentación, los expertos consideran que vale la pena seguir con las resoluciones.
Nuestros hallazgos apuntan a la importancia de tratar los deseos de espontaneidad como algo que merece la misma atención que los deseos de autocontrol. Es decir, apegarse a nuestros propósitos sin arrepentirnos por disfrutar ocasionalmente de pequeños placeres”.
Andrea Isoni
Principalmente porque podemos utilizar nuestras tentaciones como combustible para motivarnos a seguir con nuestras resoluciones otro Año Nuevo y ejercer autocontrol. Por ejemplo, si tenemos como objetivo bajar de peso, pero somos adictos al azúcar, podemos proponernos para el siguiente mes comer un poco de dulce, pero solo una vez que hayamos hecho ejercicio.
O por el contrario, podrían utilizarse otras técnicas de motivación emocional, como incorporar nuevos retos en paralelo o reducir la intensidad de la actividad. En todo caso, lo importante es no abandonar nuestras resoluciones por nada del mundo, ya que son una necesidad humana primordial.
Las resoluciones son parte de la vida

En 1943, Abraham Maslow determinó cuáles eran las necesidades que requerían los seres humanos a lo largo de su vida, y las clasificó en una pirámide ascendente. En esta defendía que los seres humanos iban consiguiendo satisfacer esas necesidades a medida que iban desarrollando y cumpliendo objetivos.
Es importante que las personas tengamos propósitos, ya que se convierte en el motor que nos lleva a enfrentar retos y mejorar nuestra calidad de vida. Necesitamos marcarnos metas e invertir gran parte de nuestra energía en alcanzarlas . Esto nos permite evaluar de una forma objetiva en qué punto de nuestra vida nos encontramos”.
Giulia de Benito, psicóloga sanitaria en el Instituto Centta
En este sentido, las resoluciones de Año Nuevo son una parte fundamental de nuestro camino para alcanzar la felicidad. Solo hace falta reconocer que, así como los seres humanos no somos constantes ni “autocontrolados” en todos los momentos de nuestra vida, no vale la pena que nuestras resoluciones también lo sean.
Aún tenemos todo un año para cumplirlas podemos tomárnoslo con calma y darnos ciertas libertades en el proceso, para que no todos sean recuerdos dolorosos este 2022.
Referencias:
To keep or not to keep those New Year’s resolutions? https://medicalxpress.com/news/2022-01-year-resolutions-1.html
Taking the New Year’s Resolution Test seriously: eliciting individuals’ judgements about self-control and spontaneity https://www.cambridge.org/core/journals/behavioural-public-policy/article