Una teoría reciente afirma que la desinformación es un problema menor. Esta sostiene que la desinformación que se da a través de noticias falsas difundidas por internet es en realidad un mito.
Muchos estudiosos del tema sostienen que estamos en la era de la desinformación y de las teorías de conspirativas. Dichas teorías están a la orden del día. Con el auge de las redes sociales, encontraron una vía para circular por todo internet y llegar a miles de personas. Las que consiguieron más seguidores en estos tiempos de pandemia han sido los movimientos antivacunas, los de antibloqueo y las teorías de conspiración como las de QAnon.

¿Por qué afirman que la desinformación es un mito y debemos considerarlo un problema menor?
Una pregunta que surge con el apogeo de las creencias conspirativas es ¿por qué las personas tienden a creer en las noticias falsas? Un estudio anterior asocia esta conducta con la depresión. Las personas con síntomas depresivos son más propensas a creer en las fake news.
Los expertos creen que la desinformación es solo un mito y no un problema por el cual debamos procuparnos. No todas las personas son fácilmente engañadas por estas conspiraciones. Al respecto, Hugo Mercier, un psicólogo social y cognitivo francés, argumenta que las personas poseen mecanismos cognitivos de “vigilancia abierta” que evitan que caigan en engaños. Según este psicólogo, la respuesta general es tratar a informaciones de ese tipo con escepticismo.

Consecuencias de creer en noticias falsas
Aunque solo un pequeño porcentaje de personas cree en información falsa, esto puede acarrear consecuencias reales que repercuten en el resto de la sociedad. Por ejemplo, alrededor del 15 % de los adultos en Estados Unidos se niegan a vacunarse contra el Covid-19. Por consecuencia se empezó a hablar de una nueva pandemia de los no vacunados.
La capacidad humana de evaluar la información de manera crítica está lejos de ser perfecta. Según las investigaciones de Daniel Kahneman, ganador de un Premio Nobel, todos los humanos tenemos errores cognitivos sistemáticos como la “heurística de disponibilidad” y el “sesgo de omisión”. Estos errores nos vuelven susceptibles a creer en la desinformación. Según Kahneman, es muy probable que creamos una mentira si proviene de una fuente confiable.
¿Cómo ayudar a las personas que han caído en la desinformación?
El “efecto contraproducente” es la teoría que alude que las personas no solo se resisten a la información que va en contra de sus creencias, sino que si las confrotamos aumentará su compromiso con sus creencias anteriores. Por ello hay que tener cuidado al encarar a una persona con creencias muy arraigadas.
La clave está en hacer que la otra persona se sienta incluida y en el mismo equipo. Generar más empatía y confianza aplanará el terreno. Mientras más se sienta comprendida, mayores serán las posibilidades de sacarla de la desinformación.
Referencias:
Here’s why misinformation is a smaller problem than you think: https://phys.org/news/2022-01-misinformation-smaller-problem.html
Feeling depressed makes people more vulnerable to vaccine lies: https://www.futurity.org/depression-vaccine-misinformation-2689182/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=depression-vaccine-misinformation-2689182