Hoy en día existe un grupo de personas que afirman que ya estamos en el metaverso y otras que estamos aproximándonos a él. Sin embargo, más allá de eso, el metaverso tiene que establecer algunas normas que puedan hacer que los usuarios se sientan seguros y protegidos ante cualquier eventualidad.
Todo esto se habló en la 2.ª cumbre anual de GamesBeat y Facebook Gaming, donde Chris Hewish, presidente de la empresa de comercio de videojuegos Xsolla; James Gatto, socio del bufete de abogados de Sheppard Mullin, y líder en juegos, blockchain y fintech; y Emily Stonehouse, directora de cumplimiento, Linden Lab Second Life, discutieron sobre esto a profundidad.
¿Qué ocurrirá con conceptos como el autogobierno y la regulación gubernamental?

Uno de los aspectos más importantes que señala Gatto es que el metaverso no solo será un mundo, sino que estará compuesto por una variedad de espacios. Eso implica que la idea de la autorregulación se hace cada vez más urgente, pues depender de leyes externas solo haría que la innovación se estancara.
Hay muchas instancias en el metaverso que podrían caer en el autogobierno. Así ocurre con cualquier red social, pues cada metaverso tendría parámetros y límites. Sin embargo, Gatto reafirma que el metaverso es flexible, pero no infinito.
Eso significa que si el metaverso es un espacio transaccional, no podrá escapar por completo de las regulaciones del mundo real, pues hay aspectos del comercio electrónico que no pueden eludirse. Además, los movimientos de dinero requieren de protección contra el fraude, así como leyes que velen por la propiedad intelectual.
En resumidas cuentas, requerirá de algún tipo de gobierno que regule los comportamientos de las personas. Probablemente las DAO puedan usarse para aplicar orden mediante contratos inteligentes que expulsen a aquel que no cumpla con las normas de un metaverso en específico.
El fraude en el metaverso genera muchas interrogantes
Si un juego permite que se vendan y compren cosas, estará sujeto a regulaciones. Las cuales van desde el lavado de dinero, ciberseguridad, protección del consumidor y privacidad. Por supuesto, en el metaverso habrá otra gran variedad de esquemas y hay que intentar que todo funcione lo mejor posible.
Eso sí, un beneficio clave en estos juegos es la posibilidad de poder comprar NTFs e intercambiarlos con otros usuarios. Y hay que recordar que un NFT puede adquirir valor con el tiempo, así que resultaría en una buena inversión para las personas.
La privacidad en los datos y la identidad es un tema complejo en esta red social

Una de las cosas más importantes que señaló Stonehouse es que los usuarios deben preguntarse si las compañías del metaverso comercializan sus datos y qué es lo que están dándoles a cambio por jugar desde su casa. Son aspectos que las personas deben tener presentes todo el tiempo.
También hay otro aspecto importante, y es el de las identidades. Allí varias personas tendrían diferentes identidades: la laboral, familiar, la que tiene con sus amigos y aquella que se transforma en su personaje de fantasía. Y muchos de esos individuos no quieren que se les vincule fuera de esa red social con su yo del mundo real.
Entonces, la pregunta aquí es, ¿una persona con múltiples identidades puede ser rastreada mediante su dispositivo para saber quién es? Microsoft ha estado pensando en crear una identidad descentralizada, donde la persona podría escoger qué aspectos de su vida querrá compartir o no con los demás.
¿Y qué podemos hacer para que el metaverso se conduzca lo mejor posible?
Gatto dice que debe pensarse en las regulaciones legales y sus trucos desde el inicio. Solo así se tendrá una base sólida para que todo funcione correctamente. La clave es pensar en ello desde el comienzo de la creación del metaverso y no después de haberlo puesto en marcha.