Hoy en día entendemos que el VIH, o Virus de Inmunodeficiencia Humana, es el causante del temido SIDA, la enfermedad de transmisión sexual de la que tanto se ha hablado desde que se registró en la década de 1980. Pero, ¿sabes quién fue la responsable de que hoy tengamos esa información? Su nombre era Flossie Wong-Staal, la viróloga que relacionó al VIH con el SIDA.
La Dra. Wong-Staal fue la primera científica que logró clonar y determinar las funciones de los genes del VIH, pero además de esto, su trabajo ha servido como base para la lucha contra el COVID-19. Hoy te contamos su historia.
Wong-Staal nació en Guangzhou, China, el 27 de agosto de 1946 con el nombre de Yee Ching Wong, el cual occidentalizó a los 18 años cambiándolo a Flossie, inspirándose en un tifón que había arrasado con el sur del país. Ese año emigró a Estados Unidos motivada a que sus profesores le sugirieron que hiciera su carrera en este país debido a su gran talento como estudiante.

Así, emigró para estudiar bacteriología en la Universidad de California y se convirtió en la primera mujer de su familia en obtener una educación superior. Obtuvo su licenciatura en 1968 y luego un doctorado en biología molecular en 1972. Al año siguiente, empezó a trabajar en el Laboratorio de Biología de Células Tumorales en el Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda junto al investigador biomédico Robert C. Gallo.
Inicialmente trabajaban exclusivamente en la investigación del cáncer, pero a finales de los años setenta su investigación dio un giro hacia el VIH, convirtiéndose en los pioneros en analizar este virus.
Inicialmente había mucho escepticismo en el gremio científico acerca de los retrovirus humanos, e incluso Gallo creía que no había una relación directa entre ellos y las enfermedades humanas. Sin embargo, Wong-Staal demostró que se equivocaba.
Grandes descubrimientos
La Dra. Woon-Staal se encontraba trabajando en la virología molecular del retrovirus HTLV-1 y descubrió que era agente causante retroviral de la leucemia de células T adultas humanas. Su trabajo en el área tuvo implicaciones de gran alcance en áreas de biología básica, incluida la regulación de la transcripción y el transporte de ARN.
Un año después, el Dr. Gallo y la Dra. Wong-Staal sospecharon que otro retrovirus humano, el VIH, podría ser la causa de una nueva enfermedad bastante polémica, el SIDA. Dicho retrovirus tenía rasgos en común con el HTLV-1, pues ambos se transmitían por vía sexual, a través de la sangre o de madre a hijo, y ambos infectaban las células T, un tipo de glóbulo blanco.
En 1980, ambos ya habían descubierto evidencia molecular de variaciones en el VIH en individuos infectados. Esto los llevó a la conclusión de que el VIH muta constantemente en respuesta a las presiones inmunes, por lo que cada aislamiento del virus da como resultado diferentes clones de virus.
Este descubrimiento fue pionero en la investigación acerca del VIH, pero no fueron el primer equipo en llegar a esta conclusión. A ellos se les adelantó un grupo francés dirigido por Luc Montagnier, quienes habían hecho el descubrimiento del virus de la inmunodeficiencia humana o VIH.
Sin embargo, el equipo de la Dra. Wong-Staal dio un paso más al al descubrir cómo funcionaba el virus. Lo analizaron para examinar sus genes y proteínas para ver qué hacía cada componente y se llevaron varias sorpresas en el proceso. Una proteína se convirtió en el objetivo del fármaco AZT mientras que otra se convirtió en el objetivo de una clase de fármacos conocidos como inhibidores de la proteasa. La Dra. Wong-Staal estaba segura de que era una mina de oro:
Trabajar con este virus es como meter la mano en un cofre del tesoro. Cada vez que metes la mano, sacas una joya».
Más allá del VIH

Su arduo trabajo dio frutos que llevaron sus investigaciones más allá del SIDA. De hecho, su trabajo en el área de la virología está siendo utilizado para aplicarlo en las nuevas curas contra el coronavirus.
El Dr. David Ho, virólogo de la Universidad de Columbia y director del Centro de Investigación del Sida Aaron Diamond de allí, está convencido que que no se hubieran logrado avances sin las investigaciones de la Dra. Wong-Staal
La investigación sobre el VIH sentó una sólida base para la investigación sobre el COVID-19. Por eso las cosas se están moviendo tan rápido en el frente de las vacunas y los anticuerpos, así como en el desarrollo de fármacos».