El mundo en el que vivimos está lleno de secretos y misterios que la humanidad ha intentado desenterrar por cientos de años. Ahora, estamos extendiendo nuestra visión incluso más allá, buscando respuestas entre las estrellas y demás formaciones del espacio que nos rodea. Por eso, no es de extrañar que teorías diversas, como la que plantea que nuestro universo fue creado en un laboratorio, hayan nacido con el paso del tiempo.

Claramente, de entre todas las posibilidades que intentan explicar el origen del universo, la última no es una de las más comúnmente aceptadas. Pero, incluso ahora, dicha teoría cuenta con sus defensores dentro del mundo de la ciencia.

Tal es el caso del reconocido científico Avi Loeb, cuyos postulados nunca fallan a la hora de crear controversia en su campo. A continuación, ahondaremos un poco más en la teoría y también en lo postulado por Loeb para poder comprender en profundidad qué la compone y cómo puede –o no– se creíble para algunos.

La nueva pregunta del millón: ¿El universo fue creado en un laboratorio?

La teoría ha nacido específicamente del propio Loeb, quien ha planteado para Scientific American los motivos por los que la cree posible. Su publicación sobre cómo nuestro universo podría haberse generado en un laboratorio se ha presentado bajo la categoría de “opinión”, por ahora.

Vía Pxfuel.

Sin embargo, para Loeb sus planteamientos no son solo una cuestión de lo que opina, sino realidades posibles que valdría la pena tomar en cuenta a la hora de estudiar los diversos posibles orígenes de nuestro universo. Ahora, tal como lo recalca José Manuel Nieves para ABC.es, si alguien más hubiera hecho tales clamores, tal vez habría atraído un poco de atención, pero nadie lo habría tomado en serio.

Ahora, las cosas cambian cuando se trata de un científico tan reconocido como Loeb, quien tiene toda una vida de logros y trabajo que avalan sus perspectivas. Después de todo, actualmente es director del Instituto de Teoría y Computación en el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica y forma parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del Presidente de los Estados Unidos.

Eso hace que una opinión, que podría parecer sacada del mundo de la ciencia ficción, realmente pueda causar revuelo en el mundo de la ciencia.

¿De dónde salen las bases para decir que nuestro universo fue creado en un laboratorio?

A través de su escrito, el reconocido científico nos recuerda la variedad de teorías que ya se han creado para intentar justificar el origen del universo. En algunos casos, se ha hablado de que nuestro universo se contrae y expande periódicamente; en otros se ha dicho que su aparición se debe a fluctuaciones del vacío. Incluso, algunos elementos como la teoría de cuerdas también buscan dar sus propias explicaciones al origen del universo.

“Una posibilidad menos explorada es que nuestro universo fue creado en el laboratorio de una civilización tecnológica avanzada. Dado que nuestro universo tiene una geometría plana con una energía neta cero, una civilización avanzada podría haber desarrollado una tecnología que creó un universo bebé de la nada a través de un túnel cuántico”, escribió Loeb.

Ahora, tal como recalca el físico, otra posibilidad poco explorada es que la creación de nuestro universo se diera en un laboratorio. En otras palabras, que surgiera de un proceso deliberado y no de un fenómeno poco controlable.

Vía washingtonpost.com

Claramente, en nuestra civilización no existe ni la tecnología ni los conocimientos para hacer algo así. Pero, para Loeb, dicho logró sí podría darse entre otras sociedades alienígenas tecnológica e intelectualmente más avanzadas que la nuestra.

Específicamente, comenta que si otras criaturas han logrado avanzar en sus conocimientos lo suficiente para crear teorías que unan a los “dos pilares básicos” de la ciencia moderna (la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica) se podrían desarrollar los conocimientos necesarios para crear “universos bebé”.

Esos últimos no serían más que un universo creado en laboratorio que existe como una miniatura dentro de otro universo más grande. En nuestro caso, aquel que habitarían los seres capaces de recrear universos con todas las condiciones necesarias para su nacimiento y desarrollo.

Una nueva forma de clasificar las civilizaciones

De acuerdo a lo escrito por Loep, las civilizaciones capaces de adquirir y aplicar tales conocimientos ganarían la posibilidad de “reproducirse” cosmológicamente. De esa forma, podrían reproducir una y otra vez un universo a través de su creación por laboratorio para preservar determinado material genético.

Debido a eso, considera que la clasificación de 1964 dada por Nikolai Kardashev sobre las civilizaciones Tipo I, II y III ya no está actualizada. En ese caso, se da uno u otro nivel dependiendo de su capacidad para aprovechar los recursos que las rodean.

Para Loeb, la verdadera clasificación debería yacer en su capacidad de reproducirse cósmicamente. Por eso, plantea la posible existencia de sociedades Tipo A, B, C y hasta D.

Las Tipo A serían sin duda las más avanzadas, con la capacidad de crear “universos bebé” y conocimientos avanzados de elementos aún únicamente teóricos en nuestro mundo, como la existencia de la gravedad cuántica. Por su parte, las Tipo B no serían capaces de “reproducirse” pero sí de recrear dentro de su universo todas las características que necesitan para sobrevivir, independientemente de las condiciones externas.

Las civilizaciones Tipo C serían dependientes de su entorno y desaparecerían sin él. Por ejemplo, si su estrella reina muriera, la vida en su planeta también lo haría. Finalmente, las civilizaciones Tipo D serían las nuestras, que no solo son dependientes del entorno, sino que –lastimosamente– trabajan activamente para destruirlo.

Avi Loeb, padre de la polémica

Crédito: Tim O’Brien. Vía smithsonianmag.com

Abraham «Avi» Loeb nacido el 26 de febrero de 1962, es básicamente un físico teórico especializado en astrofísica y cosmología. Loeb es oriundo de moshav Beit Hanan, Israel, pero actualmente se lo reconoce por su nacionalidad estadounidense.

Desde años atrás, el científico ha dado vida a diversos postulados y teorías que le han ganado infinidad de detractores entre la comunidad científica. Uno de los casos más conocidos con respecto a dicho tema es el del objeto interestelar Oumuamua.

Tras su aparición en nuestros radares, su existencia dejó con dudas a los científicos. Por un lado, se planteaba que era un asteroide; por otro, se pensaba en algún nuevo tipo de formación espacial. Pero, solo Loeb comentó que Oumuamua podría ser una prueba de la existencia de vida inteligente alienígena en el espacio.

Después de todo, consideraba que el extraño objeto podría ser una evidencia de tecnología extraterrestre finalmente detectada por nuestros radares. Con eso en cuenta, no es extraño que Loeb también haya planteado que tecnologías alienígenas avanzadas pudieran crear el universo en el que vivimos desde un laboratorio.

Referencia:

Was Our Universe Created in a Laboratory? https://www.scientificamerican.com./article/was-our-universe-created-in-a-laboratory/

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