Los desastres nucleares que ocurrieron en Japón durante el 2011 liberaron más radiación a la atmósfera que cualquier otra fuga de la historia –siendo la única excepción la de Chernobyl en 1986–. Desde entonces, los alrededores de Fukushima han sido evacuados y poco a poco vueltos a habitar, mientras tanto, estudios con serpientes radiactivas han ayudado a entender mejor la distribución a largo plazo de los contaminantes liberados por el desastre.
La investigación que incluyó a los icónicos reptiles y los relacionó con las fusiones de la planta nuclear Fukushima Dai-Ichi se publicó en Ichthyology & Herpetology. Detrás de ella estuvieron los investigadores Hannah C. Gerke, Thomas G. Hinton y James C. Beasley.
En conjunto, el equipo de científicos estudió qué tan radiactivas eran las serpientes dependiendo de la zona de Fukushima en la que se encontraran. Luego de tomar sus medidas en el 2018, para este 2021 finalmente han logrado publicar el estudio con sus observaciones más resaltantes.
¿Por qué se han usado serpientes para medir la radiación en Fukushima?
Desde que se dio el desastre, al menos 150 mil personas tuvieron que evacuar como una medida preventiva. Ahora, una buena parte de ellas ha vuelto, pero los casi 400 km2 alrededor de Fukushima Dai-Ichi siguen siendo considerados un área de alto riesgo. Para poder investigar qué tanto se acerca la realidad a esa concepción, el equipo colocó en “rastreadores” en las serpientes que hacían vidas en la zona deshabitada de Fukushima.

En particular, se pensó en medir los niveles de radiación a través de las serpientes debido a su abundancia y extensión por el territorio. Tal como explicó Gerke, esos reptiles pueden ser tanto depredadores como presas, por lo que son altamente importantes para infinidad de ecosistemas.
Como consecuencia, pueden ofrecer gran cantidad de información general sobre el estado de los hábitats en los que se encuentran. Específicamente, los científicos trabajaron con cientos de reptiles que fueron en su mayoría las llamadas serpientes rata. Gracias a los rastreadores y dosímetros que se fijaron en ellas, se pudo determinar tanto su ubicación como los niveles ambientales de radiocesio 134 y 137.
Las serpientes radiactivas y la planta de Fukushima Dai-ichi
En general, la mayoría de las serpientes radiactivas que se usaron para la investigación habitaban en un radio de 24 km alrededor de la planta de Fukushima Dai-ichi. Gracias a sus movimientos, los científicos lograron medir los niveles de radiación que se encontraban tanto en el suelo como los árboles de la zona.
Inicialmente, comprobaron que los niveles de radiación registrados en el área fueron mucho menores a los obtenidos al momento del desastre. Eso debido a los procesos naturales de descomposición de los contaminantes.

Asimismo, observaron que en diferentes zonas que rodeaban a la planta los niveles de radiactividad no eran iguales. En consecuencia, entendieron que, al momento del trío de desastres que se dieron en el 2011, los compuestos radiactivos no se distribuyeron uniformemente en el ambiente.
El radiocesio 134 y 137 tiende a unirse al suelo y se acumula en el tejido muscular de las serpientes. (…) Pero no entendemos qué nivel sería perjudicial”, acotó Gerke.
Eso debido a que solo se realizó el estudio para medir qué tan radiactivas eran las áreas cerca de Fukushima y no qué efecto tenía la radiación en las serpientes. Como consecuencia, sabemos que los reptiles están expuestos a los contaminantes, pero no de qué forma los afectan.
En oportunidades anteriores se ha estudiado la forma en la que la radiactividad afecta a los mamíferos, pero nunca se ha hecho con reptiles como las serpientes. De allí que los investigadores vean esa como una tarea para el futuro.
Referencia:
Movement Behavior and Habitat Selection of Rat Snakes (Elaphe spp.) in the Fukushima Exclusion Zone: https://doi.org/10.1643/h2019282