Después de varias pruebas de vuelo y de «habituarse» a las condiciones marcianas, el rover Perseverance ha empezado con el cometido más ambicioso de su misión: tomar muestras geológicas del suelo de Marte y llevarlas a la Tierra para que los científicos puedan examinarlas.
El rover ha tomado la primera de unas muestras geológicas 43 planificadas para su misión, y se espera que para su regreso, probablemente en la década de 2030, su análisis pueda abrirnos las puertas a los misterios del planeta rojo. Pero el simple hecho de tomar la muestra, fotografiarla y almacenarla de forma hermética constituye una gran obra de ingeniería.
La primera muestra geológica del cráter Jezero en Marte
Mientras el helicóptero Ingenuity, su fiel compañero de viaje espacial ha estado practicando algunos vuelos alrededor del cráter Jezero, Perseverance se ha movilizado sobre la superficie como un tractor en un campo de cultivos. Mientras pasa, toma fotografías y genera mapa de sus alrededores para enviarlos a la Tierra.
Una vez superada la etapa de pruebas, Perseverance empezó con su objetivo de búsqueda de vida en Marte. Recientemente, perforó una roca y extrajo una muestra del tamaño de un dedo meñique, la cual almacenó y selló dentro de un tubo dentro de un compartimento protector. La primera fue extraída de una antigua unidad geológica llamada Cratered Floor Fractured Rough en Jezero.
El suelo de Marte podría alojar rastros de biología antigua
A pesar de que el rover ha estado rondando estas rocas desde hace varios meses, aún es poco lo que se sabe sobre ella. Los científicos no pueden decir con certeza si es de origen volcánico o sedimentario, una identificación que no solo ayudaría a conocer más sobre lo que hay en su superficie, sino que también nos daría una idea de lo que ha pasado en el planeta.

Si la roca fuera de origen volcánico, probablemente sea muy antigua; pero si es sedimentaria, pudieron haber sido el agua o el viento los responsables de depositarla en esa ubicación. Y, de ser así, también tendrían una idea más clara de la geología moderna de Jezero y de parte del planeta.
El suelo terrestre está repleto de vida y rastros de vida que siguen resultando fascinantes para los científicos humanos. En algún momento de su historia, Marte fue parecido a nuestro planeta, con un campo magnético capaz de desviar la radiación letal y con mucha más agua superficial. La posibilidad de encontrar evidencia algo similar en el suelo marciano es, siendo realistas, desconocida, pero aún hay altas expectativas de lograrlo.
Sin embargo, el optimismo debe ser manejado con buenas dosis de realidad. Es probable que, de conseguir los rastros de vida tan anhelados, estos correspondan a biología muy antigua y no necesariamente reciente.
Muestras de Marte podrían llegar a la Tierra en la década de 2030
Como indica el plan, los siguientes pasos de Perseverance serán tomar nuevas muestras geológicas de Marte. Algunas de ellas se dejarán en algún lugar del cráter Jezero, el sitio objetivo de la misión marciana, mientras que otras se mantendrán a bordo del rover.
Hecho esto, se espera que para 2020, el Sample Fetch Rover autónomo de la Agencia Espacial Europea pase recogiendo todas, o al menos la mayoría de ellas, para entregarlas a un vehículo de ascenso para ponerlas en órbita. Como si se tratara de un transbordo, una nave espacial europea recolectará el contenedor con las valiosas muestras y se dirigirá con ellas a la Tierra.
Referencia:
NASA’s Perseverance Mars Rover Grabs First Rock for Return to Earth. https://www.scientificamerican.com/article/nasas-perseverance-mars-rover-grabs-first-rock-for-return-to-earth/