Los peces y los insectos constituyen dos de los grupos biológicos más antiguos y diversos, y los científicos han estado explorando el papel del veneno en algunos de ellos como arma para avanzar en el arduo proceso de evolución. Los hallazgos de un nuevo estudio confirman estas sospechas.
Los autores demostraron que el veneno ha evolucionado varias veces a lo largo de la historia de estas dos formas de vida animal. Su trabajo arrojó la primera prueba a gran escala de que el veneno ha sido un desencadenante importante en la diversidad de las especies.
Los insectos y los peces son abundantes y diversos

Hasta ahora, se han documentado más de 1 millón de especies de insectos, los cuales representan tres cuartas partes de todos los invertebrados en nuestro planeta. Asimismo, se han identificado unas 31.269 especies de peces, que a su vez constituyen casi la mitad de todas las especies de vertebrados existentes.
También se sabe que 10 por ciento de las familias documentadas de peces y 16 por ciento de las familias de insectos contienen especies con veneno. Como ejemplo de peces, las mantarrayas y bagres; del lado de los insectos, las avispas y los mosquitos.
El veneno como impulsor de la evolución de insectos y peces
Los biólogos han explorado durante mucho tiempo los factores que pueden estar detrás de la amplia biodiversidad. Bien sabemos que los impulsores de la evolución pueden llegar a ser muy variados, como indicamos en nuestra nota especial sobre las especies que tuvieron que adaptarse a los cambios en su entorno. Sin embargo, el papel particular del veneno no se ha estudiado con tanta profundidad.
Fue por ello que el enfoque del nuevo trabajo fue explorar el papel del veneno en la evolución de los peces y los insectos. Los resultados muestran que, en efecto, ha evolucionado de forma independiente al menos de 19 a20 veces en los peces, y al menos 28 veces en los insectos a lo largo de su historia evolutiva. Además, los animales venenosos se diversifican aproximadamente el doble de rápido que sus contrapartes no sin veneno. Pero, ¿por qué?
Pues bien, el veneno funciona como un arma que los animales pueden usar bien para defenderse de los depredadores y ahuyentarlos, o bien para capturar presas y alimentarse. Por medio de este, pueden aprovechar más los recursos de su entorno y, a su vez, aumentar sus probabilidades de supervivencia.
El veneno también favoreció la biodiversidad
Esto mismo nos lleva al tema de la diversificación. A medida que las especies logran eludir las principales causas de muerte, tienen más probabilidades de desplazarse y establecerse en otros entornos. Y ya que ninguno es realmente igual a otro, las diferencias, incluso leves, pueden detonar adaptaciones que dan lugar a nuevas especies.

Los investigadores afirman que el veneno ha evolucionado muchas veces con estos grupos, aunque de forma diferente. En los insectos el proceso fue relativamente uniforme; el patrón de evolución de los peces venenosos se remonta al Cretácico Superior y Eoceno, momento en el cual los océanos eran dominados por los temerarios y gigantescos mosasaurios.
«Se cree que tanto las primeras ballenas como los mosasaurios fueron depredadores activos con estilos de movimiento similares», escriben los autores. «Como resultado, especulamos con cautela que la mayoría de los orígenes del veneno de los peces estaban relacionados con presiones depredadoras similares impuestas por los mosasaurios en el Cretácico tardío y las primeras ballenas en el Eoceno».
Como indica el investigador principal, el Dr. Kevin Arbuckle de la Universidad de Swansea, «el veneno no es el único factor que impulsa la riqueza de especies en estos grupos de animales».
Sin embargo, los hallazgos muestran que el veneno ha jugado un papel importante previamente desconocido en la asombrosa evolución y diversificación de los peces y los insectos. Así es como este atributo ha favorecido su evolución y, pese a ser tan antiguo, sigue en uso y con altos niveles de eficacia.
Referencia:
Radiating pain: Venom has contributed to the diversification of the largest radiations of vertebrate and invertebrate animals. https://bmcecolevol.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12862-021-01880-z