La salud de nuestro organismo depende de que todas y cada una de sus partes funcionen adecuadamente. Por ello, si uno de sus componentes “falla” los demás también enfrentarán consecuencias negativas. Un ejemplo perfecto de ello se ve en la relación establecida entre el funcionamiento del sistema inmunológico para el control de los hongos en intestino y la aparición de problemas digestivos.

El estudio que ha traído dicho lazo a la luz se publicó recientemente en la revista científica Nature. En ella, se presentó una investigación realizada en un modelo de ratones que se enfocó en un tipo de hongo bastante común en nuestro propio sistema digestivo: el Candida albicans.

Cuestión de equilibrio

Mujer sosteniéndose el estómago por problemas digestivos.
Vía PixaHive.

A estas alturas, sabemos bien que el sistema inmunológico y las células intestinales están relacionados. De hecho, otros estudios han mostrado cómo el microbioma y su composición pueden alterar y modificar la presencia de las células inmunes.

Ahora, la nueva investigación también ha comprobado que las fallas en el sistema inmune pueden causar efectos negativos en el aparato gastrointestinal. Específicamente, se vio que un sistema inmunológico debilitado daba lugar a un crecimiento más exponencial de hongos, lo que facilitaba el desarrollo de problemas estomacales. Algo que solo puede evitarse favoreciendo el equilibrio tanto del microbioma como del sistema inmunitario.

Una reacción deficiente del sistema inmunológico ante los hongos puede generar problemas digestivos severos

Sistema digestivo mostrando las diferentes bacterias y hongos que viven en él y que, si se descontrolan, pueden causar problemas.
Vía biohmhealth.com

Específicamente, la investigación reveló que cuando el organismo estaba “débil” los hongos de C. albicans creían de forma más invasiva. Por lo general, ellos tienen dos formas, una más redondeada e inofensiva, y otra enraizada que puede causar infecciones peligrosas.

Cuando el sistema inmunológico está funcionando adecuadamente, la C. albicans prospera en su presentación inofensiva. Pero, si hay fallas en el proceso de regulación, entonces los hongos enraizados hacen presencia y promueven problemas como las enfermedades inflamatorias intestinales –entre las que se encuentran algunas como la enfermedad de Crohn–.

¿Intercambio equivalente?

Según los autores del estudio, sus resultados van más allá de establecer un nexo entre los hongos y los problemas intestinales. De hecho, abren una nueva línea de estudio en la que deberemos enfocarnos para entender cómo todos los elementos en juego se relacionan entre sí y de qué forma podemos apoyarlos, inhibirlos o intervenirlos para evitar las enfermedades.

Por los momentos, las investigaciones de ese estilo están muy lejos de terminar. La idea apenas se encuentra en sus primeras etapas y requiere desarrollo. Pero, de tenerlo, podría dar pie a una nueva era de tratamientos contra las enfermedades inflamatorias intestinales y afines.

Referencia:

Adaptive immunity induces mutualism between commensal eukaryotes: https://doi.org/10.1038/s41586-021-03722-w

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