La esperanza de vida de la humanidad ha sido un tema de debate que últimamente ha cobrado vida nuevamente. Por un lado, algunos científicos declaran que no hay un límite para ella, mientras que otros discuten que, sin importar nuestros esfuerzos, siempre hay un momento de “caducidad” celular. Ahora, un estudio ha tratado de mirar entre el par de perspectivas enfrentadas para descubrir más sobre la longevidad humana.
Investigaciones pasadas han notado que la esperanza de vida está ligada a nuestros genes. Pero, igualmente, también se ha observado que nuestra longevidad también ha ido aumentando con las generaciones. Lo que ha llevado a parte de la ciencia a considerar que podemos alargar nuestro tiempo de vida incluso más, de forma indefinida.
La investigación actual, llevada a cabo por Michael Pearce y Adrian E. Raftery y publicada en Demographic Research toma tal perspectiva y la estudia desde el punto de vista estadístico. Con sus resultados, vemos que sí tenemos una tendencia a vivir más, pero el aumento no es indefinido.
¿La longevidad humana está aumentando?
Para poder realizar su estudio, Pearce y Raftery trabajaron con la versión más actualizada de la Base de datos internacional sobre longevidad. Dicho registro es realizado y manejado por el Instituto Max Planck de Investigación Demográfica.

Con sus datos, desarrollaron modelos estadísticos para determinar las probabilidades de que la longevidad humana aumente en los siguientes años. Asimismo, averiguaron si el topo de esperanza de vida alguna vez alcanzado por una persona podría ser superado en el presente siglo.
En la actualidad, dicho récord va para la “súpercentenaria” Jeanne Calment, quien tenían 122 años y 144 días de vida cuando falleció en 1997. Actualmente, la persona más longeva del mundo es el japonés Kane Tanaka, con 118 años.
Los investigadores quisieron saber si, en el futuro, dichos récords podrían ser superados debido a un aumento de la longevidad general de la humanidad. Gracias a la base de datos, que contiene información de 10 países europeos, junto a la de Canadá, Japón y Estados Unidos, dicha pretensión se hizo una realidad.
La longevidad de las personas se incrementará durante el presente siglo
Efectivamente, las proyecciones estadísticas revelaron que, para el 2100, la longevidad humana podría aumentar sus límites hasta los 125 o incluso los 132 años. Sin embargo, las probabilidades para ambos rangos etarios no son las mismas.
De hecho, según el estudio, hay casi un 100% de posibilidades de que se supere el récord de edad máxima impuesto por Calment. Algo que va de la mano con el 99% de probabilidad de que una persona viva más de 124 años que podríamos ver en el futuro.

Si extendemos solo un poco más la esperanza de vida, hasta los 127 años, la probabilidad baja a 68% –aunque aún sigue siendo un porcentaje alto–. El número se hace realmente bajo cuando subimos a los 130 años, ya que solo hay una probabilidad del 13% de que las personas los alcancen –al menos en este siglo–. Finalmente, llegar a los 135 años es “extremadamente improbable”, aunque no será una ocurrencia imposible.
Aun así, los investigadores aclaran que aunque aumentará la probabilidad de que dichas edades máximas se alcancen, ello no implica que esa será la realidad para la mayoría de la población. Según su visión, al igual que ahora, los súpercentenarios (es decir, aquellas personas con más de 110 años) seguirán siendo una minoría de la sociedad. Ello ya que, una vez pasado tal umbral, la longevidad humana parece alcanzar un límite que muy pocos logran superar.
Referencia:
Probabilistic forecasting of maximum human lifespan by 2100 using Bayesian population projections: https://dx.doi.org/10.4054/DemRes.2021.44.52