Gracias a los curiosos, y a los que ejercen la ciencia, hoy en día sabemos que en el pasado hubo numerosas e imponentes especies que dominaron la tierra y los océanos, pero lamentablemente la evolución no los favoreció. Irónicamente, otras no tan magníficas a simple vista se adaptan más rápido haciéndonos merecedores de observar sus cambios. ¿Y cómo no? Si hemos sido los humanos los detonantes de muchos de ellos.
En el siguiente artículo presentamos algunas de las especies que han logrado sobrellevar y superar diferentes alteraciones en su entorno, los mejores ejemplos de lo que implica la evolución.
¿Por qué algunas especies evolucionan rápido?
Por lo general, pensamos en la evolución con un proceso gradual e imperceptible sin los estudios arqueológicos y genéticos realizados a los fósiles. El mismo Charles Darwin dijo en la década de 1850 que podría tomar hasta miles de generaciones poder producir una especie nueva y, de hecho, es así. La magnitud y la velocidad a la que ocurre variará en función de las condiciones ambientales.
Siendo sinceros, resulta prácticamente imposible estimar la evolución de las especies, pero podríamos decir que, en circunstancias de relativa estabilidad, no deberían experimentar cambios.
Pero si el entorno se vuelve hostil por contaminación, si hay invasiones de otras especies, aumentan o bajan las temperaturas o sucede cualquier otra cosa que ponga en riesgo la vida de los animales, estos buscarán la forma de adaptarse. Algunas especies evolucionan rápidamente para lograrlo y, la mejor parte es que es probable que vivamos para verlo (y contarlo).
Los animales que más han evolucionado para continuar en la Tierra
Es evidente que la evolución es un proceso complejo y muy particular para cada especie que habita nuestro planeta. Como ya dijimos, algunas no logran adaptarse a los cambios y perecen, y en otro extremo están otras que cambian rápidamente para sobrevivir. Algunos ejemplos son:
Ratón ciervo (Peromyscus maniculatus)

El ratón ciervo (Peromyscus maniculatus) es una especie de roedor originario de Norteamérica, que también figura como un excelente ejemplo de adaptación para mantenerse con vida.
En general, este y otros ratones de campo tienen un pelaje oscuro que le permite camuflarse mejor y, de este modo, evadir a los depredadores. También han evolucionado para adaptarse y vivir en zonas arenosas, razón por la cual su pelaje se ha aclarado. De hecho, está estrechamente emparentado con el Peromyscus leucopus, el ratón de patas blancas.
Cíclidos (Cichlidae)

Los cíclidos son una familia de peces dulceacuícolas de alto valor para el comercio, pero lo son aún más para el estudio de la evolución de la vida marina. Aunque actualmente son muy numerosos y variados, sus poblaciones han sido diezmadas en los últimos 30 años, reduciéndose su total de especies a la mitad.
A pesar de ello, su valor para la ciencia no se ha reducido; al contrario, se ha incrementado, ya que en medio de la adversidad han logrado diversificarse. Su capacidad de adaptación es impresionante, logrando establecerse en casi cualquier ecosistema marino. De hecho, algunas especies de cíclidos han evolucionado para incubar sus huevos en su propia boca y, de este modo, asegurar su supervivencia.
Lagartija anolis verde (Anolis carolinensis)

La lagartija anolis verde es un excelente ejemplo de adaptaciones para continuar con vida. Aunque su nombre ya refiera un color, esta lagartija cambia de verde a marrón o a gris según la ocasión, lo cual le permite ocultarse de sus depredadores.
Pero los estudios han revelado que la evolución de esta especie ha ocurrido particularmente rápido. Cuando su territorio en Florida fue invadido por lagartijas marrones, las lagartijas verdes desarrollaron mecanismos para competir.
Según un informe de Discover Magazine, 20 generaciones después de la invasión, sus cuerpos exhibían almohadillas más grandes en las patas y más escamas. Con ellas, podía aferrarse a las ramas más altas de los árboles.
El anteojitos de Vanikoro (Zosterops gibbsi)
Solemos pensar que el tamaño es sinónimo de resistencia, pero esto no siempre es cierto. Un buen ejemplo es el anteojitos u ojiblancos (Zosterops) de Vanikoro, el género de aves con el mayor número de especies de su familia.
Tal y como los pinzones de Darwin, estas aves han mostrado una elevada capacidad de adaptación, desarrollando estructuras de pico y comportamientos de alimentación únicos en ausencia de competidores.
Algunas especies han evolucionado debido a los cambios causados por los humanos
Si lo analizamos bien, hablar de culpas en nuestro mundo es un poco absurdo, ya que la entropía nos gobierna. Pero sí es cierto que los humanos han generado cambios drásticos en los ecosistemas del planeta en muy poco tiempo que también han llevado a otras especies a evolucionar rápidamente para continuar habitándolo. Estos son algunos ejemplos:
Salmón (Salmonidae), evolución derivada del cambio climático
Aunque sea más popular por su alto valor nutricional y comercial, el salmón es valorado y elogiado por los científicos por su gran resiliencia ante los cambios causadas por los humanos en su entorno. Por ello figura en este artículo sobre especies que más han evolucionado.
El cambio climático impulsado por la acción antropogénica ha hecho que el ritmo de migración del salmón rosado cambie. La revista Mental Floss no solo califica esto como un cambio de comportamiento, sino también como un cambio a nivel genético, por lo que la selección natural podría estar favoreciendo la supervivencia de los peces que migran antes en comparación con las fechas de hace 40 años.
Chinches (Cimex), más resistentes a los insecticidas
Las chinches son probablemente uno de los animales más molestos para los humanos, pero la naturaleza es tan irónica que ha permitido que figuren entre las especies de rápida evolución en nuestro planeta.
Entre las décadas de 1940 y 1950, los humanos introdujeron insecticidas como el DDT para controlar las chinches, ya que estaban muy presentes en aquella época. Y aunque las sustancias fueron efectivas para reducir sus poblaciones, para la década de 1960 estas ya mostraban caparazones más gruesos, células nerviosas más resistentes y una enzima que capaz de descomponer los componentes de los insecticidas.
Polilla moteada (Biston betularia), el ejemplo clásico de evolución de las especies

La polilla moteada (Biston betularia) es uno de los ejemplos más citados de la evolución rápida que pueden experimentar ciertas especies. Quien haya prestado atención a la clase de biología de secundaria, seguro recordará el efecto de la Revolución Industrial sobre el medio ambiente.
Las polillas suelen camuflarse en la naturaleza para evitar ser comidas por los depredadores; para ello se valen de su color, que las hace casi imperceptibles. Pero la contaminación atmosférica, representada por el incremento sustancial del polvo del carbón, modificó tanto el entorno que las versiones oscuras de esta especie de hicieron más numerosas, mientras que las claras se redujeron.
La evolución puede hacernos pensar en perfección. ¿Podrían los animales llegar a ser totalmente perfectos, resilientes e incluso inmortales algún día? Es poco probable pues, como ya mencionamos, es un proceso gradual que depende de las condiciones, y hasta ahora, aunque ni notemos los cambios en nosotros, la dinámica sigue siendo la misma.
Referencias:
A new species of White-eye Zosterops and notes on other birds from Vanikoro, Solomon Islands. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1474-919X.2008.00834.x
Competitive history shapes rapid evolution in a seasonal climate. https://www.pnas.org/content/118/6/e2015772118.short
5 Animals That Have Evolved Recently. https://now.northropgrumman.com/5-animals-that-have-evolved-recently/