Niña con expresión de disgusto y en el fondo su madre con los brazos cruzados.

Los padres tienen la ardua e importante tarea de enseñara sus hijos a regular sus emociones, pero un nuevo estudio revela que aquellos que fueron víctimas de maltrato infantil en el pasado podrían experimentar mayores dificultades.

Los investigadores de la Universidad de Georgia descubrieron que los adultos que experimentaron abuso y trauma durante su infancia les cuesta mucho regular sus emociones. Aunado a ello, al convertirse en padres, es muy probable que transmitan sus problemas emocionales a sus hijos, repitiendo de cierto modo el ciclo.

La infancia como etapa idónea para enseñar y desarrollar la regulación emocional

La infancia es una etapa clave para aprender a regular las emociones; más adelante, resulta mucho más difícil ya que hay otros condicionamientos de por medio. Los padres funcionan como maestros en el proceso, y buena parte de su éxito corresponde a haber iniciado esta enseñanza, tanto implícita como explícita, a temprana edad.

Pero somos seres humanos y cada persona tiene una historia particular que la puede hacer más o menos hábil en esta tarea. Particularmente, aquellos que pasaron por situaciones difíciles como abuso, maltrato o negligencia, arrastran a lo largo de su vida problemas emocionales que emergen y se hacen aún más evidentes al ser padres.

Padres víctimas de maltrato infantil tienen problemas para regular emociones

Los investigadores lo comprobaron al explorar la respuesta emocional entre 101 jóvenes y sus principales cuidadores. Aplicaron un cuestionario diseñado para medir la negligencia, el trauma y el abuso infantil en los padres, así como una prueba para medir su capacidad de regulación emocional.

También exploraron el control emocional de los niños a través de la variabilidad de la frecuencia cardíaca de los niños, una medida documentada para ello. La medición se llevó a cabo con un electrocardiograma tomado tanto en reposo como durante una actividad estresante en la que sus padres los observaban.

En el caso de los padres, los que informaron que no podían regular sus problemas emocionales tenían más dificultades durante la crianza. Aquellos que no podían dejar de lado sus emociones negativas para cumplir con responsabilidades como el trabajo tenían más probabilidades de tener hijos con problemas para regular sus emociones bajo estrés.

Niños y niñas mostraron manejan sus emociones de manera diferente

Los resultados mostraron ciertas diferencias por género. Las participantes femeninas tenían dificultades de regulación emocional al encontrarse bajo situaciones estresantes, independientemente de que sus padres fueran víctimas de maltrato infantil o de que tuvieran habilidades para controlar sus emociones.

También mostraron que los niños eran más vulnerables a las dificultades de regulación emocional cuando sus padres también luchaban con problemas emocionales similares. Esto podría deberse a los patrones que se sigue repitiendo en la crianza de los hijos en los que las niñas reciben mayor orientación sobre las emociones que los niños.

El historial de maltrato infantil no es una condenada para los padres

Ahora bien, no se trata de una regla, sino de una tendencia. Tener un historial de traumas infantiles no necesariamente implicará que un individuo será incapaz de regular sus emociones o de transmitir dicho problema a sus hijos.

«Es similar a cómo si tuvieras un padre con alcoholismo, es posible que hayas aprendido a alejarte del alcohol y tal vez quieras enseñar a tus hijos a hacer lo mismo», dijo Kimberly Osborne, autora principal de el estudio y candidato a doctorado en el Departamento de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia.

Los padres conscientes de ello aún pueden hacer su mejor esfuerzo en la crianza de sus hijos. Los expertos recomiendan modelar hábitos como hacer una pausa para pensar antes de reaccionar en situaciones de estrés, por ejemplo.

Además, es necesario informarles que tenemos una tendencia nata a no regular nuestras emociones, por lo que debemos aprender a hacerlo para evitar que genere problemas mayores en el futuro.

Referencia:

Parents’ Maltreatment Histories, Dimensions of Emotion Regulation, and Connections to Offspring Self-Regulation: A Sex-Specific Transmission Pathway. https://link.springer.com/article/10.1007/s10862-021-09881-4

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Romina Monteverde

Venezolana, ingeniera química, redactora y autodidacta.

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