Imagen de fuego representando los incendios forestales.
Vía PxHere.

Extraños “incendios zombies” han estado apareciendo en los territorios del norte de Canadá y Alaska. Estos particulares eventos se dan luego de que, de algún modo, el fuego lograr sobrevivir al invierno de la región y retome su fuerza apenas la temporada primaveral llega, seca las plantas y aumenta las temperaturas.

Para estudiar este fenómeno, los investigadores de la Vrije Universiteit Amsterdam en los Países Bajos unieron fuerzas. En total, colaboraron Rebecca C. Scholten, Randi Jandt, Eric A. Miller, Brendan M. Rogers y Sander Veraverbeke para la realización del proyecto que luego se publicó en la revista Nature.

Sobre los ‘incendios zombies’ de Alaska y Canadá

Imagen de humo entre los árboles en representación de los
Vía PxHere.

En resumen, los “incendios zombies” son aquellos que inician en verano u otoño, sobreviven al invierno y “vuelven a la vida” en la primavera. Por lo general, se espera que las bajas temperaturas invernales ayuden a acabar con el calor de las brasas ardientes.

Sin embargo, se dan casos en los que, aunque la llama se extingue, la brasa sigue ardiendo y consumiendo materia orgánica. En esos momentos, la intensidad del incendio es tal que puede mantenerse en este estado de “muerte en vida” durante todo el invierno. Luego, una vez llega la primavera –y las temperaturas suben– las llamas vuelven a emerger para continuar avanzando y devorando todo a su paso.

Para esta oportunidad, el equipo de investigadores hizo un seguimiento satelital a estos incendios invernales tanto en Alaska como en los Territorios del Noroeste de Canadá. Todas las mediciones se tomaron entre el 2002 y el 2018 –y, en ellas, se ve una clara tendencia al alza en la ocurrencia de estos eventos–.

Los ‘incendios zombies’ se alzan junto a las temperaturas ambientales

Bomberos apagando un incendio forestal.
Vía PxHere.

Por los momentos, el porcentaje de incendios zombies en el territorio sigue representando solo un 0,8% de área total quemada en lugares como Alaska. Sin embargo, esto no implica que algunos no puedan ser de gran magnitud. Un ejemplo de esto fue el incendio forestal ocurrido en el 2008 por la zona, donde se consumió el 38% de ese 0,8% total.

En otras palabras, aunque son escasos y en su mayoría no causan mucho daño a la tierra, los incendios zombies sí tienen la posibilidad de perjudicar de forma notoria al ambiente. Ahora, ¿por qué parece que últimamente se les ha hecho más fácil?

 “Lo que es interesante de eso, por supuesto, es que estamos viendo más años de incendios grandes y veranos más calurosos con el calentamiento climático”, acotó Scholten.

Según el modelo de investigación desarrollado por los autores, el aumento de las temperaturas veraniegas ha resultado en factores favorecedores para los incendios invernales. Por un lado, las altas temperaturas en verano fomentan más incendios, luego, estas evitan que los inviernos sean demasiado fríos –e incluso pueden hacer que sean más cortos–.

En otras palabras, los incendios zombies cuentan con más oportunidades para “sobrevivir” al cambio de estaciones y renacer con fuerza durante la primavera.

Preocupación a futuro

Por ahora, los la ocurrencia de estos sigue siendo bastante baja. Sin embargo, como se ha visto, el aumento de las temperaturas también ha marcado un incremento en la aparición de estos “incendios zombies”.

Según Cumming, en un futuro podría haber muchos más de estos y, para ese momento, la situación sí podría volverse preocupante. Después de todo, implicaría que los incendios forestales se harían tan incontrolables que ni siquiera el invierno podría frenarlos del todo.

Referencia:

Overwintering fires in boreal forests: https://doi.org/10.1038/s41586-021-03437-y

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