No siempre estamos al tanto, pero nuestro cuerpo se encuentra recolectando datos del entorno en que nos desenvolvemos continuamente. Para ello se vale de una especie de filtro de información que los científicos han denominado la «puerta de la conciencia», cuya ubicación en el cerebro se había mantenido como un enigma desde hace tiempo.
Ahora un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan parece haber dado justo en el clavo: una estructura cerebral denominada corteza insular anterior.
En su artículo en la revista Cell Reports explican cómo es que, a través de este filtro, nuestro cerebro omite buena parte de la información sensorial que recolecta nuestro cuerpo y nos hace conscientes de solo lo justo y necesario de acuerdo a la situación.
Un filtro cerebral para la información sensorial más relevante
En realidad nuestro cerebro hace lo posible por hacernos la vida más sencilla, y selecciona solo algunas de las numerosas señales sensoriales que recibe. De este modo, podemos hacernos conscientes de lo más importante y centrar nuestra atención en abordar las tareas más inmediatas.
En primer lugar, los diferentes mecanismos sensoriales de nuestro cuerpo se encargan de recolectar y procesar la información del entorno. Este proceso ocurre de manera automática e inconsciente; definitivamente no estás al tanto de todo lo que sucede a tu alrededor aunque tu cuerpo perciba numerosos estímulos.
Pero, por supuesto, de algo tienes que hacerte responsable estando en vida. Es por ello que el cerebro se encarga de clasificar toda la información sensorial y decidir de qué hacerte consciente.
Por ejemplo, vas por una acera sosteniendo tu teléfono mientras llamas a alguien y vigilas el cambio de luz en el semáforo para que ningún automóvil te atropelle. Esta es la información importante que ha logrado pasar a través de la puerta de tu conciencia, mientras que muchos otros datos, como las conversaciones de personas a un lado, o aquello que faltaba en tu lista de compras pendientes, se quedan en la fila de espera.
¿Qué parte del cerebro se encarga de filtrar la información que va a la conciencia?
Aunque esta dinámica ha estado clara durante varios años, los investigadores aún se preguntaban en qué lugar del cerebro se encuentra este filtro tan especial para nuestra conciencia. Para llegar al fondo de ello, realizaron dos experimentos en los que utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional.
Cuando una persona se imagina realizando una tarea, se activa el área del cerebro responsable de controlar el movimiento; pero cuando la persona la ejecuta, la atención se centra en dicha tarea, mientras que otras regiones del cerebro se vuelven menos activas.
Conscientes de ello, los investigadores querían identificar qué áreas del cerebro funcionaban como interruptor de encendido/apagado en esta dinámica. Por ello, pidieron a los participantes que se imaginaran jugando tenis, navegando en algún lugar y que apretaran la mano y, simultáneamente, que ejecutaran una acción motora (apretar una pelota).
Activando y desactivando la conciencia

Durante el experimento, administraron diferentes dosis de un anestésico general denominado propofol. Como mencionamos en una nota previa, la anestesia apaga la conciencia del cerebro, razón por la cual no podemos recordar nada de lo que ocurrió mientras estuvimos expuestos a ellas.
Los investigadores aprovecharon esta propiedad para monitorear lo que ocurría en las diferentes áreas del cerebro a medida que entraban y salían de su estado consciente. Así descubrieron que la corteza insular anterior del cerebro es ese interruptor que funciona como un filtro de información sensorial que buscaban dentro de la habitación de nuestra conciencia.
La corteza insular anterior del cerebro parece ser la puerta de nuestra conciencia
Para comprobarlo, realizaron un segundo experimento en el que expusieron a los participantes a una cara que apareció en una pantalla durante tres centésimas de segundo. Luego, esta cara cambió a una imagen de alto contraste durante un período de tiempo mucho más largo.
Entonces les preguntaron si vieron la cara o no. Los participantes que afirmaron haberla visto tenían más actividad en su corteza insular anterior comparados con los participantes que no la vieron, es decir, su consciencia estaba más activada.
«Los hallazgos revelan una puerta de entrada en la corteza por donde la información sensorial tiene que pasar para llegar a su destino, la conciencia» , dice el coautor Zirui Huang, investigador de investigación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
Antes de esto, se estimaba que la corteza insular anterior del cerebro intervenía en sentimientos como el miedo y el amor, pero ciertos estudios apuntaron que también está vinculada con la atención “interoceptiva” a la información sensorial.
Los hallazgos de este estudio confirmaron esta teoría; pero los investigadores reconocen que es necesario indagar más para comprender por completo el papel de esta estructura en la cognición y la conciencia humanas.
Referencia:
Anterior insula regulates brain network transitions that gate conscious access. https://www.cell.com/cell-reports/fulltext/S2211-1247(21)00414-9
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