Si bien generalmente pensamos que estar despierto o dormido son estados claramente definidos e inconfundibles, existen condiciones que desafían estos límites fijos. La parálisis del sueño es un trastorno que ocurre con relativa frecuencia, y aunque no se considera peligrosa, puede ser una experiencia angustiante y perturbadora.

La parálisis del sueño es una condición que se distingue por una breve pérdida del control muscular, conocida como atonía, que ocurre justo después de quedarse dormido o justo antes de despertarse. Durante los episodios de parálisis del sueño, además de la incapacidad para moverse, suelen presentarse alucinaciones.

Un estado mixto de vigilia y sueño

La parálisis del sueño se clasifica como un tipo de parasomnia (comportamiento anormal durante el sueño), y dado que está relacionada con la etapa de movimiento ocular rápido (REM) del ciclo del sueño, se considera una parasomnia REM.

El sueño REM estándar implica sueños vívidos y atonía. Sin embargo, en circunstancias normales, la atonía termina al despertar, por lo que no nos percatamos de esta incapacidad para movernos.

La parálisis del sueño es un trastorno que ocurre con relativa frecuencia, y aunque no se considera peligrosa, puede ser una experiencia angustiante y perturbadora.

Como resultado, los investigadores creen que la parálisis del sueño implica una estado mixto de conciencia que combina aspectos propios de la vigilia como el sueño REM. En efecto, la atonía y las imágenes mentales del sueño REM parecen persistir incluso en un estado de conciencia y vigilia.

Una experiencia angustiante

Durante un episodio, la persona se siente despierta y es consciente de su incapacidad para moverse. Alrededor del 75 por ciento de los episodios de parálisis del sueño se acompañan de alucinaciones que implican la percepción de una persona peligrosa o presencia en la habitación, sensación de asfixia, entre otras.

Los episodios pueden durar desde unos segundos hasta unos 20 minutos, pero la longitud promedio está entre 6 y 7 minutos. En la mayoría de los casos, los episodios terminan por sí solos, pero ocasionalmente son interrumpidos por el contacto o la voz de otra persona o por un esfuerzo intenso por moverse que supera la atonía.

Se desconoce la causa exacta por la que ocurre la parálisis del sueño. Los estudios realizados que han examinado la condición han encontrado resultados mixtos, lo que ha llevado a los especialistas a creer que hay múltiples factores involucrados en provocar la afección.

Parálisis del sueño: ¿por qué ocurre?

Los trastornos y otros problemas del sueño han mostrado algunas de las correlaciones más fuertes con la parálisis del sueño. Se ha descubierto que los síntomas del insomnio, como la dificultad para conciliar el sueño y la somnolencia diurna excesiva, están asociados con la parálisis del sueño.

Las personas cuyos ritmos circadianos alterados, como las personas con desfase horario o los trabajadores por turnos, pueden tener un mayor riesgo de parálisis del sueño.

Aunque algunos estudios han encontrado un mayor riesgo en personas con antecedentes familiares de parálisis del sueño, no se ha identificado una base genética específica.

Muchos de los episodios de parálisis de sueño presentan alucinaciones que implican la percepción de una persona peligrosa o presencia en la habitación, sensación de asfixia, entre otras.

Ciertas condiciones de salud mental han mostrado una conexión con parálisis del sueño. Las personas con trastornos de ansiedad parecen tener más probabilidades de experimentar la afección.

Algunos estudios han encontrado que las personas que muestran rasgos de imaginatividad y disociación de su entorno inmediato, como al soñar despierto, tienen más probabilidades de experimentar parálisis del sueño. También puede haber un vínculo entre la parálisis del sueño y las pesadillas vívidas y / o los sueños lúcidos.

Con todas estas correlaciones, se desconoce si existe alguna causalidad y, de ser así, si la parálisis del sueño es la causa, el efecto o si la relación es bidireccional.

Se necesitan más investigaciones para determinar estas correlaciones y comprender mejor las numerosas causas potenciales de la parálisis del sueño.

Referencia: Sleep Paralysis. StatPearls, 2020. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK562322/

Mary Quintero

Bióloga. Apasionada por la escritura. Asesora y orientadora de medios digitales. Escribo sobre mi pasión: las ciencias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *