Desde hace mucho tiempo se sabe que los pulpos tienen una elevada inteligencia, aunque muchos solo se enteraran de ello viendo la película Buscando a Dory. Tal es su peculiaridad dentro y fuera del mundo marino, que este aspecto en particular ha convertido en un objetivo de investigación científica frecuente.

A los biólogos, entusiastas del comportamiento animal y todo aquel interesado por comprender un concepto tan complejo como la inteligencia les da curiosidad este rasgo en los cefalópodos. ¿Cómo es que un animal tan diferente a los mamíferos que también han demostrado habilidades puede estar dotado de tal inteligencia?

La respuesta aún no está clara, pero varios estudios y observaciones en los últimos años han revelado algunas bases que no estaría mal que examináramos. Así que dedicaremos el siguiente artículo a ello.

Los pulpos no son sociales ni longevos, pero parecen inteligentes

Antes que nada, examinemos un poco la historia de los pulpos para comprender de qué va todo este tema de su inteligencia. ¿Por qué se volvieron inteligentes ellos entre toda una familia de moluscos lentos y tontos como los caracoles, babosas, almejas, ostras y mejillones?

La inteligencia no es necesariamente extraña en el reino animal, pero los que hacen alarde de ella tienden a ser sociales. Es precisamente la necesidad de recordar y de establecer relaciones en función de dicha memoria lo que puede haber impulsado la evolución de sus cerebros, y como ejemplo, los perros.

Además, los expertos dicen que los animales inteligentes tienden a ser longevos, lo cual tiene mucho sentido. Un cerebro grande tarda mucho en crecer, y conforme se desarrolla, ayuda al animal en lo primordial para la existencia: la supervivencia. Así tenemos que animales que han destacado por su inteligencia, como los simios, elefante, ballenas y delfines, cuervos, entre otros, también son bastante sociales.

Pero los cefalópodos parecen una excepción tanto en el mundo terrestre como en el mundo marino. Son solitarios, y aunque, por ejemplo, los calamares, naden en grupo, no llegan a establecer vínculos sociales como lo hacen los chimpancés o los delfines.

A ello sumamos que no son especialmente longevos. Para nada, de hecho, pues tienden a morir jóvenes, sin dudar más de dos años, lo cual muchas veces ocurre después de su primera experiencia reproductiva.

El porqué de la inteligencia de los pulpos: la pérdida de su caparazón

pulpo con apariencia áspera camuflado en el lecho marino
Los pulpos pueden cambiar de color y de textura según sea el caso para camuflarse y evitar a los depredadores.

Ahora solo vemos una carne marina frágil y babosa contoneándose en las profundidades y los acuarios, pero en el pasado tuvieron una apariencia más imponente, como otros moluscos. Un investigador de la Universidad de Cambridge plantea en un artículo que los ancestros del pulpo tenían caparazones, y que al perderlo, tuvieron que hacerse más inteligentes para sobrevivir.

Y sí que lo lograron. En primer lugar, un caparazón supone un excelente refugio que puede literalmente salvar el pellejo en medio de depredadores hábiles en el mar. Pero al perderlo, también se despojaron de una limitante que les permitió hacerse más flexibles, tanto física como «mentalmente».

Sin tu casa encima, simplemente puedes moverte más rápido, conocer nuevos lugares, entrar en lugares recónditos y aumentar tus probabilidades de alimentarte, y cómo no, tu menú.

Pero sin un refugio, también se hicieron más vulnerables, y no por nada son la presa perfecta de varios depredadores como los delfines, focas, peces, aves marinas, e incluso otros pulpos. Porque sí, aunque son inteligentes, pueden comerse entre ellos como criaturas primitivas.

Y como dicen por allí, no hay mal que por bien no venga. Puede que los pulpos también sean un vivo ejemplo de resiliencia, y esta vulnerabilidad el detonante de la evolución de sus mecanismos de protección. Hank, amigo de Dory, nos dio algunas clases de ello durante la película.

escena de buscando a dory con el pulpo hank desplazándose con astucia con Dory

La historia parece muy lógica, pero no logró convencer a Ernesto Mollo, del Consejo Nacional de Investigación de Italia. En un documento refuta la teoría anterior alegando que si la evolución de la inteligencia de los pulpos hubiese iniciado tras la pérdida de su caparazón, probablemente hubieran sido aniquilados por los depredadores. En su lugar, argumenta que el desarrollo de su inteligencia inició antes de la pérdida de su caparazón.

Idilio de amor entre pulpos… ¿una señal de inteligencia?

Roy Caldwell, un profesor de biología integrativa en la Universidad de California, Berkeley, estaba estudiando pulpos de arrecife que él y su equipo raptaron en la isla Lizard en Australia. Los colocó en tanques sellados separados hasta que un día se acercó a uno de ellos y descubrió algo inquietante: uno de sus pulpos había desaparecido.

Cuando se acercó al tanque donde se encontraba la hembra del pulpo, encontró espermatóforos, cápsulas que contienen esperma de pulpo, flotando en el agua. Y por supuesto, a un misterioso personaje macho enterrado en la grava: el pulpo «perdido».

La pareja fue descubierta en su idilio de amor, pero los investigadores notaron algo más allá de eso. Y es que la única forma en que el macho pudo haber entrado al tanque de la hembra era escurriéndose por la tubería que alimentaba agua a los recipientes. ¿Pero en qué cabeza cabría que a un pulpo se le ocurriría algo como eso? Pues en la de un pulpo, seguramente, y también en sus brazos.

La cantidad de neuronas no parece tener mucho que ver

Puede que esto se deba a la cantidad de neuronas que contienen, aunque está claro que, a diferencia de los humanos, estas no se reúnen solo en la cabeza, sino a lo largo de sus ocho brazos. Suena un poco espeluznante, pero podríamos decir que la forma en que trabajan dichos órganos es bastante autónoma, como si se tratara de un «monstruo» de varias cabezas.

A pesar de ello, Caldwell dice que la cantidad de neuronas por sí sola no es realmente un indicativo de inteligencia. Este es un símil un poco básico, pero podemos verlo así: si fuera por eso, quizás todos los humanos serían superdotados.

Puede que tres quintas partes de las neuronas en los pulpos no residen en su cerebro sino a lo largo de sus brazos. Dicho esto, es probable que las usen más para moverse y controlar la apariencia de la piel que para pensar concretamente.

De hecho, necesitan muchas neuronas para controlar los cromatóforos, células que contienen pigmentos, que hacen cambiar su color y textura. Gracias a ellas estos pueden cambiar drásticamente su apariencia de manchada y rústica a unicolores y suaves en cuestión de segundos. Sí, tal como lo hacía Hank de Buscando a Dory.

Entonces, ¿los octópodos son inteligentes o no?

Brazos de un pulpo, los cuales operan de manera independiente como una inteligencia descentralizada
Los brazos de los pulpos no solo actúan de forma independiente, sino que funcionan como lenguas con las cuales pueden probar su comida antes de tragarla.

En TekCrispy hemos reseñado algunos estudios interesantes que arrojan evidencia de que los pulpos son inteligentes, incluso de una forma diferente a la que estamos acostumbrados. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Washington reveló que sus brazos pueden tomar decisiones sin necesidad de consultar a su cerebro, es decir, funciona de forma descentralizada.

Un estudio más reciente reveló que pueden ser incluso muy precavidos aunque sus ataques a la hora de alimentarse sean muy contundentes. Cada uno de sus brazos también ventosas similares a las papilas gustativas de los humanos, las cuales les permiten probar sus presas para saber si son aptas para su consumo.

Además, Jennifer Mather, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Lethbridge en Alberta, Canadá, resalta que también son capaces de planificar. Estudios en el pulpo de coco (Amphioctopus marginatus) sugieren que los pulpos cargan mitades o cáscaras de coco para protegerse, adelantándose al posible ataque de un depredador.

A pesar de ello, Caldwell fue un poco más modesto en la interpretación de la fechoría amorosa de los pulpos en los estanques. Sus colegas estuvieron de acuerdo en que se trataba de inteligencia, pero él dice que fue solo suerte.

En pocas palabras, los pulpos tienen inteligencia, pero examinarla requiere dejar a un lado la fascinación y pensar con la cabeza fría. Recordemos siempre el ejemplo de Hank, que no fue el personaje más difícil de desarrollar para Disney Pixar por nada.

#disneyedit from Targaryen Supporter

Referencias:

Grow Smart and Die Young: Why Did Cephalopods Evolve Intelligence? https://www.cell.com/trends/ecology-evolution/fulltext/S0169-5347(18)30267-2

For Smart Animals, Octopuses Are Very Weird. https://www.theatlantic.com/science/archive/2019/07/why-did-octopuses-become-smart/593155/

Can Intelligence Gradually Evolve in a Shell? https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0169534719301363

Are Octopuses Smart? https://www.livescience.com/60168-how-smart-are-octopuses.html

Collective cognition in the arms of the octopus. https://agu.confex.com/agu/abscicon19/meetingapp.cgi/Paper/483036

Hank: el personaje animado de Pixar más complicado. https://www.uniat.com/hank-dory/#:~:text=Hank%3A%20el%20personaje%20animado%20de%20Pixar%20m%C3%A1s%20complicado%20%2D%20UNIAT

Romina Monteverde

Venezolana, ingeniera química, redactora y autodidacta.

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