Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que los síntomas de ciertas enfermedades pueden variar mucho de persona a persona, y algunas ni siquiera llegan a desarrollarlos. Pero un nuevo caso ha sorprendido a la comunidad científica: una mujer diagnosticada con leucemia y positiva para coronavirus asintomáticos que estuvo diseminando el patógeno, sin saberlo, por casi 70 días.
Los investigadores describen su caso en un artículo en la revista Cell. Se refieren a este como uno de los más longevos, superando incluso los de pacientes hospitalizados con COVID-19, y nos recuerda cuán importante es apegarnos a la prevención sin excepción.
Pacientes inmunodeprimidos tardan en eliminar la infección
Las personas que padecen alguna condición inmunosupresora, como la leucemia, tardan más tiempo en el eliminar coronavirus estacionales comunes. Esto puede ocurrir incluso semanas después de su diagnóstico, y se han observado casos de este tipo para otras enfermedades como el MERS.
Pero en el caso de COVID-19, el panorama aún no está claro, y para los médicos es importante comprender cómo transcurre la enfermedad en estos pacientes. Sin saberlo, podrían retomar sus actividades habituales y estar diseminando el virus a su alrededor.
En promedio, las personas que se infectan con el SARS-CoV-2 son infecciosas (capaces de transmitir el virus a otros) durante unos ocho días. Pero los científicos se mantienen atentos debido a la variabilidad observada en todo el mundo en cuanto a la eliminación del virus del organismo, y con mucha razón, de hecho.
Leucemia y coronavirus asintomático durante al menos 70 días
La paciente era una mujer de 71 años de edad, diagnosticada previamente con leucemia linfocítica crónica e hipogammaglobulinemia adquirida. Sin embargo, fue un caso de anemia severa el que la llevó a consulta médica y no un síntoma de la infección pandémica.
Durante la visita, los médicos descubrieron que la mujer había sido atendida también en un centro de rehabilitación con un elevado número de casos de COVID-19. Y como suele ocurrir, esta también dio positivo para la enfermedad, aunque nunca desarrolló ningún síntoma.
En vista de ello, el laboratorio de Munster en Rocky Mountain Laboratories del NIAID en Hamilton, Montana, siguió de cerca la evolución de la paciente. Examinaron muestras tomadas de su tracto respiratorio superior regularmente, y con ello recolectaron información muy relevante y digna de consideración para casos de este tipo.
Los resultados de las pruebas revelaron que el coronavirus estuvo presente en el cuerpo de la paciente asintomática y con leucemia al menos 70 días después del primer diagnóstico positivo. Además, el patógeno no se eliminó por completo de su cuerpo sino hasta después del día 105.
¿Por qué la paciente con leucemia tardó tanto en eliminar el coronavirus?

Ahora bien, el resultado fue sorprendente, pero no inesperado del todo. Como mencionamos al principio, a los pacientes inmunodeprimidos les cuesta mucho más recuperarse de infecciones porque sus defensas son prácticamente nulas.
Los investigadores creen que la paciente permaneció infecciosa durante tanto tiempo precisamente porque su sistema inmunológico nunca respondió ante la invasión. Los análisis de sangre mostraron que su cuerpo en realidad nunca produjo anticuerpos contra el patógeno.
Durante su tratamiento, le administraron un plasma de convalecencia, una terapia con potencial de ayudar al sistema inmunológico a batallar contra la enfermedad. Sin embargo, creen que su efecto fue nulo sobre la paciente debido a su baja concentración de anticuerpos.
Seguimiento a pacientes inmunodeprimidos y con COVID-19
Pero, sin lugar a dudas, lo más curioso de este caso es que a pesar de su respuesta inmune nula, la mujer con leucemia desarrolló coronavirus asintomático. Para el autor principal Vincent Munster, virólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, este es el caso más largo de alguien infectado activamente con SARS-CoV-2 sin síntomas.
«Aunque es difícil de extrapolar de un solo paciente, nuestros datos sugieren que la diseminación a largo plazo de virus infecciosos puede ser una preocupación en ciertos pacientes inmunodeprimidos».
Aún es necesario indagar en otros pacientes similares, pero este caso en particular recuerda la importancia de estar alertas con pacientes con sistema inmunológico debilitado. Se estima que solo en Estados Unidos, alrededor de 3 millones de personas tienen algún tipo de condición como esta que los hace vulnerables a infecciones. Y a medida que la pandemia avance, más de ellos se contagiarán, por lo que es necesario hacerles seguimiento.
Referencia:
Case Study: Prolonged infectious SARS-CoV-2 shedding from an asymptomatic
immunocompromised cancer patient. https://www.cell.com/cell/pdf/S0092-8674(20)31456-2.pdf