La personalidad en los humanos puede cambiar con el paso de los años, el aprendizaje y la acumulación de experiencias. Y aunque existen sus excepciones, es maleable y relativamente estable a lo largo del tiempo.
Pero no siempre pasa lo mismo con nuestros mejores amigos animales: los perros. Aunque su comportamiento ha sido motivo de varias investigaciones científicas, aún hay muchas dudas respecto al desarrollo de su personalidad y su estabilidad a largo plazo.
Un estudio publicado en la revista Scientific Reports arroja nuevas luces sobre este tema, sugiriendo que la personalidad de los perros cambia con el tiempo. Los investigadores de la Universidad ELTE Eötvös Loránd, Budapest, y la Universidad de Medicina Veterinaria, en Viena, dicen que estos cambios pueden ocurrir de forma desigual a lo largo de su vida.
Seguimiento de la personalidad canina durante cuatro años
El equipo estaba interesado en determinar a qué edad ocurren los cambios de personalidad en los perros de manera más prominente. Además, querían saber cuánto cambios experimentan estos animales a lo largo de su vida y cuánto tiempo se mantienen constantes.
Entonces reunieron a 217 Border collies en un amplio rango de edad: sujetos desde los seis meses hasta 15 años, así como sus dueños. Para examinar su personalidad, usaron las Prueba de personalidad del perro de Viena (VIDOPET).
Cuatro años después, tanto los perros como sus cuidadores volvieron al laboratorio con los investigadores. En esta oportunidad, repitieron las pruebas de personalidad, pero solo con 37 individuos.
Según la investigadora Friederike Range, de Clever Dog Lab, con la segunda cita, buscaban evaluar la estabilidad de la personalidad comparándola con la observada cuatro años antes. Pero también identificar diferencias en el desarrollo de la personalidad de los perros a lo largo del tiempo. De este modo, podrían tener una idea de si ciertos perfiles tendían a cambiar más que otros.
La personalidad de los perros es relativamente estable

Los investigadores notaron que los rangos de las mascotas en los cinco rasgos de personalidad evaluados se mantuvieron durante el período que abarcó el estudio. Es decir, la personalidad de los perros, de forma similar a los humanos, también tiene un componente estable, identificando algunos patrones.
Por ejemplo, los perros más activos al principio del estudio siguieron siendo los más activos cuando se entrevistaron cuatro años después; los más «maduros», es decir, menos activos, menos curiosos y más orientados a los problemas, tampoco cambiaron mucho a lo largo de dicho período. La orientación al problema se refiere a la atención y capacidad de los perros para resolver inconvenientes.
«Descubrimos que la personalidad de los perros cambia con la edad, y estos cambios ocurren de manera desigual durante el curso de la vida de los perros, al igual que en los humanos», dijo Zsofia Viranyi, de Clever Dog Lab.
Cada rasgo de la personalidad cambia en una trayectoria distinta
Sin embargo, uno de los hallazgos más resaltantes de esta investigación es el de que algunos cambios ocurren de forma diferente, dependiendo del rasgo de la personalidad implicado.
Por ejemplo, el ya mencionado rasgo de orientación al problema cambia durante la vida temprana, y aumenta drásticamente hasta aproximadamente los seis años. Los investigadores dicen que después de dicha edad, los cambios que involucran este rasgo son insignificantes.
En cambio, el rasgo de búsqueda de novedad no mostró cambios significativos durante las etapas tempranas, como ocurrió con la orientación al problema. Lo que sí se observó que alrededor de los tres años de edad, la curiosidad por objetos y situaciones novedosas comenzó a disminuir, lo que continuó hasta que alcanzaron la vejez.
También notaron cambios en la relación actividad-independencia de los perros participantes, la cual disminuyó con el paso del tiempo. Respecto a ella, destacan que la disminución más pronunciada ocurrió entra la etapa de cachorro y la adolescencia.
Algunos rasgos simplemente no cambian
Curiosamente, los cambios en la personalidad no involucraron a todos los rasgos abordados. Tenemos el caso de la sociabilidad que, según los resultados de este estudio, permaneció constante a lo largo de su vida. A ella sumamos la tolerancia hacia situaciones frustrantes, que solo mostró una ligera mejora a medida que envejecían.
Por supuesto, también detectaron problemas en la personalidad similares a los de los humanos. Algunos perros de edad avanzada tenían una orientación al problema muy baja y niveles de actividad extremadamente altos.
Los investigadores consideran que los perros son un modelo natural útil para estudiar el envejecimiento cognitivo en los humanos, y estos resultados apoyan esta idea. Y ya que algunos se parecen tanto a sus dueños, ¿podrían experimentar los mismos cambios a lo largo de su vida?
Referencia:
Individual and group level personality change across the lifespan in dogs. https://www.nature.com/articles/s41598-020-74310-7