En la actualidad, el Sahara es conocido como el desierto caliente más grande del mundo: un lugar prácticamente inhóspito a pesar de contar con un territorio casi equivalente al de países como China.
Y aunque sea difícil de creer, el Sahara no siempre ha tenido un clima hostil. En algún momento después de que terminara la última edad de hielo, este desierto experimentó una transformación tan radical que le permitió ser hogar de múltiples especies.
En lugar de dunas de arena y cavernas áridas, su superficie estaba cubierta por una densa vegetación, y el aumento de las lluvias dio lugar a lagos profundos. Así elefantes, hipopótamos, antílopes y los ancestros del ganado pudieron alimentarse hasta saciarse en un escenario totalmente contrario al que conocemos ahora.
Pero ya que pasó en aquel momento, cabe preguntar si existe la posibilidad de que esta enorme región pueda volver a ser un paraíso verde en la actualidad. Los expertos dicen que sí, pero el proceso no es nada sencillo.
El Período Húmedo Africano
Entre hace 11,000 y 5,000 años, ocurrió lo que se conoce como el Período Húmedo Africano. Hablamos de un intervalo en el que África se convirtió en un paraíso verde como consecuencia de un aumento exorbitante de las lluvias.
Por supuesto, se trata de un hecho excepcional. Kathleen Johnson, profesora asociada de sistemas terrestres en la Universidad de California, explica que este cambio fue causado por la rotación orbital en constante cambio de la Tierra alrededor de su eje. En pocas palabras, el Sahara se volvió verde porque la Tierra cambio su inclinación drásticamente.
Interacciones pueden cambiar la inclinación de la Tierra

Según el portal Space.com, la inclinación empezó a moverse de 24,1 grados a los 23,5 grados del día actual. Esto hizo que el hemisferio norte quedara más cerca del sol durante los meses de invierno, y más lejos de él durante el verano.
¿Pero cómo es que la Tierra pudo cambiar su inclinación? Pues bien, así como las decisiones de los humanos pueden afectar a otros, las interacciones gravitacionales con la luna y otros planetas, pueden dar lugar a cambios periódicos en la órbita de nuestro planeta.
Peter de Menocal, director del Centro de Clima y Vida del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty en Columbia, explica que precisamente esto es lo que causa un bamboleo en la Tierra llamado máximo de insolación de verano del hemisferio norte, el cual ocurre cada 23,000 años.
El cambio de inclinación de la Tierra fomentó los monzones africanos
Para comprender lo que desencadenó este cambio, exploremos un poco en lo que son los monzones. Se trata de un fenómeno meteorológico que ocurre como consecuencia de las diferencias de temperatura entre la tierra y el océano, y que dan lugar a vientos estacionales que derivan en fuertes precipitaciones.
Cuando la temperatura de la tierra es mayor que la del océano, el aire caliente asciende, y el del océano, más fresco, se traslada para ocupar su lugar. Esto da lugar a vientos húmedos e inestables que forman nubes densas que terminan condensando y causando inundaciones.
Cuando la temperatura del Sahara se incrementó por el cambio de inclinación de la Tierra, se creó un sistema de baja presión que condujo la humedad del Océano Atlántico hasta su árido suelo. Y este aumento de humedad, como es de esperar, permitió que creciera vegetación en el desierto.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), esto constituyó un hogar próspero para animales y humanos, que eventualmente domesticaron búfalos y cabras en la región.
Un período verde demasiado breve

Lo más curioso de este acontecimiento fue su brevedad. El Sahara Verde apareció de manera abrupta, a pesar de que cambio en la radiación solar que fomentó sus monzones fue gradual. Pero tan solo duró 200 años, y luego desapareció tan rápido como surgió. «Es un ejemplo de cambio climático abrupto a una escala que los humanos notarían», dijo Johnson.
Lo bueno es que «los registros de sedimentos oceánicos muestran que el Sahara Verde ocurre repetidamente», lo que abre la posibilidad de que pueda volver a ocurrir. De hecho, se estima que el próximo máximo de insolación de verano en el hemisferio norte vuelva a ocurrir dentro de unos 10.000 años. Es decir, en el año 12,000 o 13,000 después de Cristo.
Sin embargo, temen que los gases de efecto invernadero, estimulados desde hace varias décadas por la actividad humana, puedan alterar la dinámica de este ciclo climático natural.
Referencias:
End of the African Humid Period. https://www.ncdc.noaa.gov/abrupt-climate-change/End%20of%20the%20African%20Humid%20Period
How Earth’s Orbit Shaped the Sahara. https://www.space.com/10527-earth-orbit-shaped-sahara.html
Green Sahara: African Humid Periods Paced by Earth’s Orbital Changes. https://www.nature.com/scitable/knowledge/library/green-sahara-african-humid-periods-paced-by-82884405/
Monsoon Climate of the Early Holocene: Climate Experiment with the Earth’s Orbital Parameters for 9000 Years Ago. https://science.sciencemag.org/content/214/4516/59