El mundo actual se encuentra en un apresurado vórtice de investigaciones al final del cual esperan encontrar una cura eficaz contra el coronavirus. Con más de 16 millones de personas contagiadas y más de 650 mil fallecidos, el COVID-19 es una amenaza para el planeta –y aún no hemos podido controlarla–.
En los últimos meses, se han hecho infinidad de pruebas para encontrar un medicamento (nuevo o preexistente) que pueda permitirnos hacerle frente a la enfermedad. Recientemente, el compuesto Tocilizumab, llamado comercialmente Actemra/RoActemra, de la farmacéutica suiza Roche nos había dado esperanzas.
No obstante, la empresa ha adelantado hoy algunos de los resultados de su fase III de su estudio privado COVACTA y estos no son prometedores. De hecho, parecen descartar al Tocilizumab como una opción para contrarrestar la acción del SARS-CoV-2 en el organismo.
Tocilizumab falla en la fase 3 de los ensayos clínicos
Debido a sus características inmunomoduladoras, se pensaba que el compuesto anti-IL-6 podría ser de utilidad ante el coronavirus. Ya que este ya es utilizado contra cuadro autoinmunes como la artritis reumatoide. Pero las cosas no han ido como se esperaba.
“Las personas en todo el mundo están esperando nuevas opciones de tratamiento efectivas para COVID-19 y estamos decepcionados de que COVACTA no haya demostrado un beneficio para los pacientes en estado clínico o mortalidad en la cuarta semana”, comentó Levi Garraway, director médico de Roche y jefe global del área de desarrollo de productos.
A pesar de las grandes expectativas que se tenían sobre este, el medicamento no fue capaz de cumplir con los parámetros exigidos en la fase 3 de ensayos clínicos para ser considerado como un elemento efectivo contra el SARS-CoV-2.
Esto debido a que, su uso no mostró un efecto significativamente positivo en la recuperación de los pacientes. En el estudio, aquellos que recibieron Actemra fueron dados de alta a los 20 días y los que tuvieron el placebo salieron a los 28 días. Por lo que, el medicamento tardó 4 semanas en mostrar algún efecto en los individuos.
Asimismo, la tasa de mortalidad tampoco se vio disminuida en los pacientes con Actemra en comparación con los que tuvieron el placebo. Ambas se mantivieron alrededor del 19% a la cuarta semana después del diagnóstico.
Este se trata de una de las medicinas que se han incluido en el actual mega ensayo de la Universidad de Oxford, RECOVERY. Esta última no ha dado detalles sobre sus resultados o qué medicamentos a probado o no.
Pero, el adelanto que ha hecho Roche al menos nos permite saber que el modo de plantarle la cara al COVID-19 no vendrá de la mano del Actemra.
Las investigaciones no se detendrán
Los datos de esta investigación aún no se han publicado en ninguna revista científica, pero serán enviados pronto. Por lo que, por ahora, estos mantienen su estatus de “preimpresión”. Como consecuencia, se pueden usar directamente para el desarrollo o la modificación de tratamientos clínicos.
Para esto, primero la investigación debe pasar por una revisión y luego recibir la aprobación de sus pares en la comunidad científica. Solo allí se podrá comenzar a tomar este estudio como un punto de partida para decisiones médicas. Pero, por ahora, lo que este hace es mostrar un muy posible futuro en el que el RoActemra no es parte de la solución para la crisis del COVID-19.
Sin embargo, a pesar de que el panorama no se presenta como el más prometedor, esto no implica que Roche esté listo para dejar de realizar pruebas. De hecho, Garraway ha comentado que:
“Continuaremos [en Roche] generando evidencia para proporcionar una comprensión más completa de [los efectos de ] Actemra/RoActemra en la neumonía asociada al COVID-19”.
Esta investigación se realizó en conjunto con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico (BARDA, según sus siglas en inglés) y parte de la Oficina del subsecretario de Preparación y Respuesta del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. Por lo que, se espera que estos entes vuelvan a colaborar para las nuevas investigaciones derivadas.
Un agradecimiento y un compromiso
En el mismo comunicado, Garraway termina por hacer un llamado a los pacientes que colaboraron en la investigación y al personal médico que asistió en ella:
“Agradecemos a los pacientes y médicos de todo el mundo que nos ayudaron a completar este estudio rápidamente durante una crisis de salud pública, al tiempo que respetamos los más altos estándares de rigor científico. Seguiremos trabajando para ayudar a combatir la pandemia de COVID-19”.
Igualmente, sus palabras reiteran el interés de la farmacéutica de continuar estudiando las posibilidades del Tocilizumab. En COVACTA, se trabajó con pacientes que tenían casos severos de COVID-19.
Por lo que, por ejemplo, una nueva rama para sus estudios podría ser la utilización de este en casos medios o leves, para poder medir si su efecto se hace notorio con más rapidez o si ofrece de verdad una posibilidad de mejoría más temprana a quienes lo utilizan. Justo ahora, Roche ya se encuentra planeando las fases II de sus ensayos clínicos REMDACTA y EMPACTA, así como la fase II de su prueba MARIPOSA.
Referencia:
Roche provides and update of the phase III COVACTA trial of Actemra/ROActemra in hospitalized patients with severe COVID-19 asociated pneumonia: https://www.roche.com/investors/updates/inv-update-2020-07-29.htm