Clásicamente, la presencia de fiebre, tos y dificultad para respirar, así como fatiga y mialgias, han sido los síntomas que describen la enfermedad coronavírica COVID-19. Pero recientemente ha surgido una miríada de otras manifestaciones clínicas, incluyendo la disfunción quimiosensorial, es decir, la disminución del sentido del olfato y del gusto.
De acuerdo a un reciente estudio, el estado de ánimo deprimido o la ansiedad que muestran los pacientes con COVID-19 pueden ser una señal de que el virus afecta al sistema nervioso central. Los investigadores encontraron que estos dos síntomas psicológicos se asociaron más estrechamente con la pérdida del olfato y el gusto que con los indicadores más graves del coronavirus, como la falta de aliento, la tos o la fiebre.
Evaluando síntomas
Para llegar estas conclusiones, el equipo de investigación realizó un estudio prospectivo, a través de un cuestionario transversal, en el que por 6 semanas se examinaron las características y síntomas de 114 pacientes a los que se les diagnosticó COVID-19 en el Hospital Cantonal de Aarau en Suiza.
El equipo evaluó la gravedad de la pérdida del olfato o del gusto, la obstrucción nasal, la producción excesiva de moco, la fiebre, la tos y la falta de aliento durante el tratamiento con COVID-19.

Al inicio del estudio, cuando los participantes estaban experimentando la enfermedad, el 47,4 por ciento reportó tener al menos varios días de humor deprimido por semana, mientras que el 21,1 por ciento informó tener humor deprimido casi todos los días. En términos de severidad, el 44,7 por ciento de los participantes indicó sentir ansiedad leve mientras que el 10,5 por ciento reportó ansiedad severa.
Seguidamente, los investigadores examinaron la asociación entre los niveles de depresión y ansiedad y los síntomas registrados al inicio del estudio, encontrando una asociación positiva entre estos síntomas psicológicos y la severidad de la disminución del sentido del olfato y el sentido del gusto.
Una vía de penetración
Los investigadores creen que estos hallazgos sugieren la posibilidad de que la angustia psicológica, en forma de humor deprimido o ansiedad, puede reflejar la penetración del coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19, en el sistema nervioso central.

Durante algún tiempo se ha pensado que el tracto olfativo puede ser la principal vía por la que los coronavirus penetren en el sistema nervioso central, y estos resultados dan fuerza a esa idea. Esto puede indicar que el virus está infectando las neuronas olfativas, disminuyendo el sentido del olfato, y luego usando el tracto olfativo para ingresar en el síntoma nervioso central.
Aunque de forma infrecuente, se han descrito síntomas graves del sistema nervioso central en pacientes con COVID-19, como convulsiones o alteración del estado mental, pero el estado de ánimo deprimido y la ansiedad, explican los autores, pueden ser síntomas más comunes, aunque más leves, del efecto del coronavirus en el sistema nervioso central.
Al respecto, el doctor Ahmad R. Sedaghat, afiliado al Departamento de Otorrinolaringología de la Universidad de Cincinnati y coautor del estudio, explicó:
«Basándonos en la prevalencia del humor deprimido y la ansiedad asociados al olfato, puede haber más penetración del virus en el sistema nervioso central de lo que pensamos, y esto realmente abre las puertas a futuras investigaciones para ver cómo el virus puede interactuar con el sistema nervioso central».
Referencia: Mood, anxiety and olfactory dysfunction in COVID ‐19: evidence of central nervous system involvement? Laryngoscope, 2020. http://dx.doi.org/10.1002/lary.28964