Desde mediados de la década de 1980, el doctor Anthony Fauci ha liderado la respuesta de los Estados Unidos a las enfermedades infecciosas, salvando innumerables vidas y ganando la gratitud del mundo como asesor de salud pública de cinco presidentes anteriores.
Ahora, al servicio de un sexto presidente y una figura protagónica de las acciones con la que Estados Unidos ha afrontado la pandemia del coronavirus, el escenario es otro, y funcionarios de la Casa Blanca han enfilado sus ataques contra el reconocido epidemiólogo.
Buscando un culpable
Para muchos entendidos, la acción no es más que un preámbulo para un “asesinato burocrático” en la que la administración del presidente Donald Trump culparía al doctor Fauci de los infortunados resultados del país en el manejo de la pandemia, que a la fecha contabiliza más de 3,3 millones de casos confirmados y más de 135.000 muertes.
En las últimas semanas, el doctor Fauci ha contradicho comentarios de Trump sobre la pandemia, rechazando las afirmaciones en las que el presidente señala que el brote está mejorando, y atribuyendo las recientes oleadas de contagios a la reapertura precipitada.

En una conferencia con estudiantes de la Universidad Georgetown realizada hoy (martes 14 de julio) el doctor Fauci habló sobre la pandemia del coronavirus y sus riesgos para los jóvenes. Al acto, fue otra forma en la que el alto funcionario de salud pública, a quien se le ha prohibido participar en los principales medios de comunicación, encontró de dirigirse al público.
El lunes, en una charla en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, Fauci pidió un «paso atrás» en los esfuerzos de reapertura del estado (California) a medida que los casos y las muertes continúan aumentando, contradiciendo la postura de Trump. En ese mismo acto, el epidemiólogo puntualizó que “aún no hemos comenzado a ver el final de esta historia”.
La semana pasada, Fauci comentó que tenía «una reputación de decir la verdad en todo momento”, a sabiendas de que lo expresado podría complicar su relación con el presidente y otros funcionarios de la Casa Blanca. También indicó que no había informado a Trump en meses y que no había visto al presidente desde principios de junio.
Una estrategia coherente
La Casa Blanca luego se volvió hacia Fauci, intentando desacreditarlo difundiendo una lista de declaraciones hechas a los medios de comunicación que, según, eran erróneas.
No obstante, funcionarios de la Casa Blanca han negado haber intentado empañar la reputación de Fauci. La secretaria de prensa, Kayleigh McEnany, rechazó las afirmaciones de que la administración estaba diseminando información escandalosa utilizada para fines políticos, sobre su propio funcionario.
La mayoría de los estados de Estados Unidos están viendo aumentos en los casos y muertes por coronavirus. El lunes, se reportaron 61.492 casos nuevos, el segundo día más alto registrado en el país.

Estados liderados por gobernadores republicanos como Texas, Florida y Georgia han reportado cifras récord en los totales diarios. Montana, Dakota del Norte, Hawái, Alaska e Idaho se encuentran entre los estados que registran los aumentos diarios más rápidos.
A pesar de que partidarios de Trump y grupos antigubernamentales han acusado a Fauci de ser parte de una “conspiración”, el experto en salud pública ha mantenido un alto índice de aprobación entre el público.
Una reciente encuesta encontró que el 67 por ciento de los encuestados confiaba en el manejo que el doctor Fauci ha tenido de la pandemia del coronavirus, mientras que solo el 26 por ciento que confiaba en Trump.
Lo que más preocupa es que tener una administración en guerra con sus propios expertos científicos en medio de una pandemia –que una vez más está en alza– hace que desarrollar una estrategia coherente, una en la que el público confíe y siga, sea un desafío, por decir lo menos.
Referencia: Coronavirus: White House targets US disease chief Dr Anthony Fauci. BBC News, 2020. https://bbc.in/2ZtHCFD