Cortesía: Diego Ventura / Business Insider México

Facebook ha estado en el ojo del huracán debido a que no ha tomado medidas más estrictas en contra del discurso de odio tras las protestas raciales por George Floyd, esto no ha sido bien recibido por los anunciantes. En este sentido, un conjunto de grandes marcas se han unido para hacer un boicot publicitario negándose a comprar Ads en la red social.

De acuerdo con Wall Street Journal, Unilever el gigante británico de bienes de consumo, es una de las últimas marcas en unirse a la lista de empresas que hacen un boicot a Facebook, dejando de pagar por publicidad en la red social, después que la plataforma no reforzara sus políticas en contra del discurso de odio tras las protestas generadas por la muerte de George Floyd.

«Stop Hate For Profit»: Boycot contra Facebook

Unilever

Este viernes Unilever anunció que dejará de pagar por Ads en Facebook y en Twitter, puesto que están en contra de las políticas de moderación de contenido de estas plataformas. Esto sin duda será un duro golpe para Facebook pues este es uno de los mayores anunciantes de la red social de Mark Zuckerberg.

Dado nuestro Marco de responsabilidad y la atmósfera polarizada en los EE.UU., Hemos decidido que desde ahora hasta al menos fin de año, no publicaremos publicidad de marca en las plataformas de suministro de noticias de redes sociales Facebook, Instagram y Twitter en los Estados Unidos.

Según datos de La firma de seguimiento de anuncios Pathmatics, indicó que Unilever se ubicó en la posición 33 de los mayor anunciantes en Facebook, gastando más de USD$ 2 millones solo en tres semanas de junio 2020.

Asimismo, la marca de helados Ben & Jerry’s, propiedad de Unilever, también anunció el cese de publicidad en redes sociales de Mark Zuckerberg como Facebook e Instagram. En su anuncio, la marca de helados señala que Facebook «amplifica los mensajes de los supremacistas blancos» y «permite mensajes que incitan a la violencia».

Verizon

Verizon, el gigante de telecomunicaciones también anunció este 25 de junio su participación en el boicot en contra de Facebook, anunciando el retiro de sus anuncios de las redes sociales afiliadas a la marca, como Facebook e Instagram.

Estamos retirando nuestra publicidad hasta que Facebook pueda crear una solución aceptable que nos haga sentir cómodos.

Verizon sería el segundo gran anunciante en afirmar su participación en la campaña Stop Hate For Profit. Y le siguen grandes marcas como Procter&Gamble,

Procter & Gamble

Otra de las grandes empresas y principal competencia de Unilever también anunció su participación en el boicot en contra de Facebook. P&G dijo que «revisará sus planes estratégicos» por lo que dejará de invertir en anuncios de Facebook.

Según reportes, Procter & Gamble, invirtió aproximadamente USD$ 21 millones en publicidad durante las tres primeras semanas de junio 2020, P&G también es conocida por boicotear YouTube en 2018.

Mozilla y Upwork

La tecnológicas Mozilla y la plataforma de trabajo remoto Upwork también se suman a la larga lista de empresas que apoyan la campaña Stop Hate Por Profit, o No más odio por odio. Donde sabotean el modelo de negocios basado en anuncios de Facebook.

70,000 millones de dólares en ingresos por publicidad

Este ha sido uno de los mayores boicots hechos en contra de una gran plataforma como Facebook, que puede generar ingresos de hasta USD$ 70,000 millones en el 2019, según reportes. Gracias a sus campañas Ads que son utilizadas por grandes marcas para posicionarse en redes sociales como Facebook e Instagram.

Sin embargo, parece que en 2020 también afectará a la plataforma no solo por la coyuntura actual en torno al coronavirus, sino debido a estas acciones de grandes compañías.

La campaña Stop Hate For Profit surgió el 17 de junio cuando ADL (Liga anti-difamación), la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP), Sleeping Giants, Color Of Change, Free Press y Common Sense emitieron un gigantesco anuncio publicitario en Los Angeles Time pidiendo a las grandes marcas detener la publicidad en Facebook durante el mes de julio.

Stop Hate for Profit invita a enviar un mensaje poderoso a Facebook: sus ganancias nunca valdrán la pena promoviendo el odio, la intolerancia, el racismo, el antisemitismo y la violencia.

El objetivo de esta campaña es que Facebook tome medidas mucho más estrictas en contra el contenido racista y los discursos de odio que se difunden en la red social. De acuerdo con los activistas, detener la publicidad en la red social es una «respuesta al fracaso constante para abordar de manera significativa la proliferación de mensajes de odio en sus plataformas».

Stephan Loerke, director ejecutivo de la Federación Mundial de Anunciantes dijo al The New York Times acerca de la gravedad del problema en torno a la información en redes sociales:

Hemos llegado a un punto de inflexión.
Hay una creciente conciencia de que esto ya no es un problema de seguridad de la marca, es un problema de seguridad social.

Facebook responde a la presión

Tras la participación de grandes marcas en el boicot, Facebook se manifestó señalando que se esfuerzan e invierten en tecnologías para mejorar y actualizar las políticas la red social, además de que han sometido a auditorías por parte de activistas y organizaciones de derechos civiles:

Invertimos miles de millones de dólares cada año para mantener a nuestra comunidad segura y trabajar continuamente con expertos externos para revisar y actualizar nuestras políticas.

Nos hemos abierto a una auditoría de derechos civiles y hemos prohibido a 250 organizaciones de supremacía blanca de Facebook e Instagram.

Las inversiones que hemos realizado en inteligencia artificial significan que encontramos casi el 90% del discurso de odio que actuamos antes de que los usuarios nos lo informen, mientras que un informe reciente de la UE encontró que Facebook evaluó más informes de discurso de odio en 24 horas que Twitter y YouTube.

Facebook ha sido duramente criticado debido a su participación y políticas relacionadas con el discurso de odio, principalmente después que manifestó respetar las opiniones de los usuarios tras un percance entre Donald Trump y Twitter. Donde esta red social bloqueó los comentarios violentos del mandatario con respecto a las protestas tras el asesinato de George Floyd.

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