
Aunque la mayoría de las personas que se contagian con el coronavirus SARS-CoV-2, que ocasiona la enfermedad COVID-19, desarrolla síntomas similares a los de un resfriado común, algunos pacientes desarrollan un síndrome de dificultad respiratoria aguda que es clínicamente difícil de manejar y que es responsable de las muertes asociadas a la enfermedad coronavírica.
A pesar del gran número de casos y muertes por la infección del coronavirus, hay información limitada sobre la presencia y de células T –un tipo de célula inmune– específicas para el SARS-CoV-2, especialmente en los pacientes con síndrome de dificultad respiratoria aguda.
Reacción inmune
En atención a esa brecha, un estudio realizado por investigadores de Estados Unidos y Países Bajos sugiere que los pacientes que sufren de síntomas respiratorios graves como resultado de la infección por SARS-CoV-2 pueden generar rápidamente células T que atacan al virus, y pueden aumentar esta producción con el tiempo.
Además, los investigadores encontraron que 2 de cada 10 individuos sanos sin exposición previa al virus albergaban células T reactivas al SARS-CoV-2, lo que posiblemente indica que estas células T pueden reaccionar de manera cruzada al nuevo coronavirus debido a una infección anterior con coronavirus relacionados que causan síntomas de resfrío común.

En conjunto, estos nuevos datos abordan la pregunta de si las respuestas de las células T específicas del SARS-CoV-2 varían en los pacientes a lo largo del tiempo dependiendo de la gravedad de la enfermedad, y si los pacientes con síntomas más graves pueden generar células T protectoras específicas del virus.
Presencia de células inmunes
Para el estudio, el equipo de investigación extrajo células sanguíneas de 10 pacientes con COVID-19 a intervalos semanales, comenzando poco después de que fueran ingresados a la unidad de cuidados intensivos, y expusieron estas células a “megapilas” de epítopos conocidos del SARS-CoV-2, una técnica destinada a capturar una gran fracción del total de células T reactivas al virus.
Los investigadores encontraron células T ayudantes (CD4+) específicas para el SARS-CoV-2 en los 10 pacientes y células T “asesinas” (CD8+) en 8 de los 10 pacientes. Adicionalmente, el equipo caracterizó la producción de las células de citoquinas específicas desencadenantes de la inflamación.

Las respuestas más fuertes de las células T se dirigieron a la superficial proteína de espiga del virus, lo que apoya los postulados que señalan a esta proteína como un objetivo prometedor para inducir células T específicas del virus.
Utilizando la misma técnica de estimulación de células T en controles sanos emparejados por edad, los investigadores encontraron células T reactivas al SARS-CoV-2 en 2 de los 10 individuos analizados.
Sobre la base de estos hallazgos, los autores señalan áreas prometedoras para el trabajo futuro, incluyendo una investigación de cómo las células T preexistentes específicas para el SARS-CoV-2 en controles sanos se correlacionan con la protección contra la enfermedad COVID-19, así como la identificación de los tipos de células T responsables de las tormentas de citoquinas.
Referencia: Phenotype and kinetics of SARS-CoV-2-specific T cells in COVID-19 patients with acute respiratory distress síndrome. Science Immunology, 2020. https://doi.org/10.1126/sciimmunol.abd2071