Con los planteles educativos y la economía en suspenso, muchos padres están haciendo malabares con la educación de sus hijos mientras trabajan desde casa, a la vez que pasan más tiempo que nunca en compañía de su pareja, y sintiéndose encerrados en una casa llena de personas impacientes que están desesperadas por tener su propio espacio.

No cabe duda que las medidas impuestas para evitar la propagación del coronavirus se han traducido en una serie de nuevas presiones y desafíos para la vida familiar cotidiana, ya que impone una forma de vida dramáticamente diferente.

Debido al encierro y la imposibilidad de socializar, aunado a la incertidumbre económica y muchos otros factores y circunstancias extraordinarias y excepcionales, muchas familias están experimentando altos niveles de ansiedad, miedo, inseguridad, ira y tristeza que generan tensiones, frustraciones, estrés y, en muchos casos, malos tratos y enfrentamientos.

Pero hay cosas que todos podemos hacer para ayudarnos a mejorar la convivencia en familia y mantener relaciones sólidas durante este momento sin precedentes de nuestras vidas.

Sé paciente y evita las críticas

La falta de generosidad en la comunicación suele ser uno de los desencadenantes más comunes de los conflictos, particularmente las críticas y los desprecios. Si te sientes abrumado, infórmale a tu familia –o pareja– que necesitas unos minutos a solas. Si los ánimos se deshilachan, brinda a todos el beneficio de la duda e intenta resolver la situación más tarde, cuando todos estén más tranquilos.

En la situación sin precedentes en la que nos encontramos, muchas familias están experimentando altos niveles de ansiedad, ira y tristeza que, en muchos casos, generan conflictos.

Pregunta cuáles son los temores y preocupaciones de cada uno

Siéntate con los miembros de tu familia y pregúntales cuáles son sus miedos y preocupaciones específicos. Tómatelo en serio y elabora planes de apoyo mutuo en un nivel práctico y emocional tanto como sea posible.

Piensa en cómo se sienten los demás

Recuerda que la mayoría de las personas se sentirán abrumadas y decepcionadas de alguna manera. Incluso para los niños pequeños, la novedad de no asistir a la escuela desaparecerá y comenzarán a extrañar a sus amigos y todo lo que les gustaba de la escuela. Los adolescentes se enfrentarán a la incertidumbre sobre los resultados académicos, así como a la falta de socialización y libertad. Los estudiantes y los adultos jóvenes pueden encontrarse una vez más viviendo con familias de una manera que les puede resultar sofocante.

Descubre los desencadenantes de cada uno

Trata de establecer el «punto de inflexión» de los miembros de la familia. Para una persona, puede ser que su privacidad no se está respetando o que la distribución del tiempo en pantalla es injusta. Otros pueden sentirse molestos porque alguien más no está siendo lo suficientemente considerado con respecto a la higiene y la salud.

Piensa en cómo se sienten los demás. Recuerda que en este momento tan excepcional la mayoría de las personas se sentirán abrumadas y decepcionadas de alguna manera.

Mantén tanto como sea posible la rutina y la normalidad

Trata de procurar una apariencia de rutina y normalidad en el hogar. Durante el encierro, es tentador para dejarse llevar y descuidar la forma de vestir y la dieta o dejar que los días y las noches se fusionen entre sí. Esto es especialmente cierto en los casos en que las personas se sienten deprimidas o solas. Define rutinas matutinas, horarios de comidas y un horario específico para la jornada laboral y el momento de acostarse; además, intenta delimitar los fines de semana como algo diferente.

El trabajo lo más separado posible

Haz lo mejor que puedas para tener un área establecida en la cual trabajar y de la que puedas alejarte al final del día. No importa si se trata de pequeño escritorio plegable, lo importante es tratar de no trabajar en el sofá o la cama, que son lugares en los que normalmente te relajarías. Si ambos padres están trabajando en casa, es importante analizar cómo compartir el cuidado de los niños, las tareas domésticas o proporcionar espacio para la confidencialidad. Toma descansos durante el día y aprovecha el tiempo que normalmente pasarías libre para hacer algo positivo.

Perdónate a ti mismo y a los demás

Sea realista sobre qué esperar de ti mismo. En la situación sin precedentes en la que nos encontramos, no puedes esperar tener un desempeño perfecto en el trabajo, la crianza y educación de tus hijos en el hogar o en tus relaciones. No eres un superhéroe, así que ante una falla, reconócela y perdónate a ti mismo y a los demás.

Referencia: Surviving family life under lockdown. Parentinfo, 2020. https://parentinfo.org/article/surviving-family-life-under-lockdown

Mary Quintero

Bióloga. Apasionada por la escritura. Asesora y orientadora de medios digitales. Escribo sobre mi pasión: las ciencias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *