La cuarentena en la que el mundo se ha visto envuelto debido a la pandemia del coronavirus ha sacado a millones de personas de su normalidad. Con la intención de salir adelante sin importar las circunstancias, muchas personas se han mudado a sistemas de trabajo o estudios virtuales.

Actualmente, se pueden contar infinidad de plataformas y programas que están siendo utilizados por estos fines. Sin embargo, uno de los que más ha sorprendido por el aumento en sus usuarios se ha tratado de Zoom.

Esta plataforma de videoconferencias era mayormente utilizada para comunicaciones laborales y similares. Sin embargo, ahora se encuentra frente a una demanda constante por motivos que van desde el trabajo y los estudios hasta el simple ocio.

No obstante, este vertiginoso ascenso no ha estado exento de tropiezos. Y, de hecho, casi se podría decir que, a medida que la popularidad de Zoom ha aumentado, también lo han hecho de forma proporcional los problemas que se han encontrado en la plataforma.

Zoom demandada por uno de sus accionistas

Ahora, la más reciente noticia de Zoom involucra la participación de uno de sus propios aliados. El accionista Michael Drieu ha vuelto a la empresa noticia de nuevo al dirigirse a los tribunales de San Francisco para denunciar sus prácticas deficientes en cuanto a seguridad y privacidad.

No obstante, este proceso legal iniciado contra Zoom ya no tendría por qué ser una sorpresa. Tan solo hace unos días varias entidades del gobierno estadounidense tomaron la decisión de comenzar a investigar a Zoom por estos mismos problemas de seguridad. Asimismo, la empresa ya se enfrenta en el Reino Unido a una demanda por estos temas.

Demasiados secretos debajo de la alfombra

Drieu ha justificado su demanda al comentar que la empresa ha estado ocultando demasiada información valiosa sobre sus políticas de privacidad y seguridad. Por ejemplo, uno de los hechos que más revuelo ha causado es que la misma no usa un cifrado de extremo a extremo –como clamaba hacer.

Sumado a ello, la cantidad de casos de vulnerabilidades en los chats en los que se ha filtrado información o las personas han sido expuestas al Zoombombing, solo han aumentado. Por si fuera poco, el sistema también cuenta con vulnerabilidades que dejan la puerta abierta a hackers para que ataquen a los usuarios.

Una victoria a medias

A pesar de todos estos problemas, es innegable que Zoom ha tenido un éxito rotundo en medio de toda la crisis del COVID-19. Un claro ejemplo de ello, además de los más de 200 millones de usuarios que ahora se unen a la plataforma, es que las acciones de la empresa han logrado subir un 67% este año –en medio de toda la crisis económica que se desarrolla en el mundo.

Sin embargo, debido a sus descuidos el mundo ya está comenzando a tomar represalias. La demanda de Drieu solo se ha convertido en el más reciente ejemplo de ello. Ahora, esta se une a medidas tomadas por instituciones educativas y empresas como SpaceX de dejar de usar la plataforma y a acciones tan masivas como las de Tailandia, que prohibió el servicio en todo su territorio.

Efectivamente, Zoom está ganando popularidad en el mundo a una velocidad inigualable. Pero, sus malas prácticas podrían acabar haciendo que la pierda con la misma rapidez.

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