
La extensión de la pandemia sigue mostrando una preocupante tendencia al alza. La enfermedad coronaviral COVID-19 ha sobrepasado los 350.000 casos de contagio y más de 15.000 muertes a nivel global.
Como el virus es tan nuevo, actualmente no se dispone de vacunas o tratamientos aprobados para combatir su propagación. En consecuencia, sistemas de salud y compañías de biotecnología de muchas partes del mundo realizan grandes esfuerzos en procura de una respuesta farmacológica que permita revertir la tendencia.
Evaluar la efectividad y seguridad
En este sentido, en Estados Unidos se dio inicio a pruebas preliminares para evaluar un candidato a vacuna para el coronavirus. Del mismo modo, China avanza en ese camino y se prepara para evaluar una opción de inmunización con el mismo fin: contar con una vacuna para COVID-19.
También hay muchos esfuerzos para reutilizar medicamentos antivirales aprobados para tratar COVID-19. Esto tiene la ventaja de que la seguridad del medicamento ya se conoce y podría llegar al mercado más rápido.

En Europa, que después de China es la región más afectada por el brote, no están de brazos cruzados y recientemente se informó el inicio de un importante ensayo clínico destinado a evaluar la efectividad y seguridad de cuatro posibles tratamientos experimentales que, a la luz de la información científica más reciente, podrían ser eficaces contra COVID-19.
Moléculas antivirales
Para el ensayo, llamado Discovery, los investigadores analizaron los datos de la literatura científica sobre los coronavirus SARS y MERS y las primeras publicaciones sobre el SARS-CoV-2 con el fin de obtener una lista de moléculas antivirales para ser probadas: remdesivir, lopinavir y ritonavir, este último administrado en combinación, con o sin interferón beta e hidroxicloroquina.
Esta última molécula es el componente fundamental de Plaquenil, un medicamento antipalúdico que actualmente se encuentra en el mercado y se usa para tratar el lupus y la artritis reumatoide.

El ensayo tiene previsto incluir 3.200 pacientes europeos de Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, los Países Bajos, España, Suecia y el Reino Unido. En Francia, punto de partida de la prueba, al menos 800 pacientes hospitalizados con COVID-19 serán reclutados en los departamentos de medicina convencional o en cuidados intensivos.
Aunque la asignación de pacientes a las diversas modalidades de tratamiento será aleatoria, los pacientes y los médicos sabrán qué tratamiento están utilizando (esto se denomina prueba abierta). El análisis de la eficacia y seguridad del tratamiento se evaluará 15 días después de la inclusión de cada paciente.
Los medicamentos antivirales son difíciles de desarrollar porque, a diferencia de las bacterias, los virus se esconden en nuestras propias células. Esto significa que es más probable que los medicamentos para detener los virus afecten nuestras células y causen efectos secundarios.
Referencia: Launch of a European clinical trial against COVID-19. Inserm Press Room, 2020. https://bit.ly/3aeQJx5