La evidencia científica recopilada en las últimas décadas muestra que los factores de riesgo vascular están estrechamente relacionados con el daño cerebrovascular y el deterioro cognitivo en los adultos mayores.
Sin embargo, la importancia de la salud cardiovascular a través de la edad adulta joven en relación con la cognición en la mediana edad sigue siendo desconocida.
Mayor probabilidad de complicaciones
Para abordar esta brecha, un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern en Chicago realizó un estudio cuyos resultados sugieren que tener problemas de salud como fumar, colesterol alto o un alto índice de masa corporal en la edad adulta temprana (entre los 20 y 30 años), puede aumentar la probabilidad de tener complicaciones con las habilidades de pensamiento y memoria, e incluso afectar la capacidad del cerebro para regular adecuadamente su flujo sanguíneo, décadas más tarde.

Para llagar a esas conclusiones, el equipo de investigación examinó a 189 personas (104 hombres; 85 mujeres) con una edad promedio de 24 años que fueron seguidas durante 30 años como parte del estudio de Desarrollo del Riesgo de las Arterias Coronarias en Adultos Jóvenes.
Los participantes fueron evaluadas ocho veces en el transcurso del estudio. Cada vez, su salud cardiovascular se evaluó en función de cinco factores: tabaquismo, índice de masa corporal, presión arterial, colesterol total y nivel de glucosa en sangre en ayunas.
Transcurridos 30 años, utilizando una serie de pruebas neuropsicológicas, los investigadores evaluaron las habilidades de pensamiento y memoria de los participantes, así como la capacidad de sus cerebros para regular su flujo sanguíneo.
Beneficios a largo plazo
Los resultados de estas evaluaciones revelaron que los participantes que presentaron mejor salud cardiovascular al comienzo del estudio tenían más probabilidades de tener puntajes más altos en las pruebas de habilidades de pensamiento y memoria 30 años más tarde, en comparación a aquellas con peor salud cardiovascular.

Además, los participantes con mejor salud cardiovascular al comienzo del estudio tenían más probabilidades de tener una mejor autorregulación cerebral, es decir, su cuerpo estaba mejor capacitado para mantener un flujo sanguíneo estable en el cerebro. Esto significa que durante los cambios en la presión arterial, el cerebro pudo mantener un flujo sanguíneo adecuado.
Los resultados observados se mantuvieron luego de tomar en cuenta otros factores que podrían afectar las habilidades de pensamiento y memoria, como el nivel de educación.
Los autores del estudio señalan que los resultados de esta investigación sugieren que cuidar la salud cardíaca en la edad adulta joven podría tener beneficios a largo plazo para la memoria y las habilidades de pensamiento.
Referencia: Cardiovascular Health across Young Adulthood, Cerebral Autoregulation and Cognitive Function in Midlife. American Academy of Neurology 72nd Annual Meeting Abstract, 2020. https://bit.ly/2uwLKYP