Los humanos somos una de las especies más exitosas del planeta: vivimos tanto en continentes congelados como en terrenos áridos y creamos herramientas que nos han ayudado a sobrevivir e incluso a superar los límites de nuestra biología.

Nuestro ingenio y adaptabilidad sustentan los “superpoderes” de nuestra especie, pero los orígenes de ese poder pueden tener un origen inesperado. En este sentido, los resultados de una reciente investigación sugieren que el microbioma de nuestros antepasados ​​podría haber sido más importante para la evolución humana de lo pensado hasta ahora.

Microbioma adaptativo

De acuerdo a los investigadores, contar con un microbioma intestinal adaptativo podría haber sido crítico para la dispersión humana, permitiendo a nuestros antepasados ​​sobrevivir en nuevas áreas geográficas.

Cuando escuchamos el término «microbioma humano», tendemos a pensar en la próspera comunidad de bacterias que viven en nuestro intestino. Pero el microbioma se extiende mucho más allá de nuestro intestino: también incluye las bacterias que viven en el estómago, en nuestra piel y en las glándulas sudoríparas de las axilas.

El microbioma puede haber dado forma a la evolución humana en formas que los científicos han pasado por alto.

Al utilizar datos de estudios publicados previamente para comparar la microbiota entre humanos, simios y otros primates no humanos, el equipo de investigación descubrió que existe una variación sustancial en la composición y función del microbioma humano que se correlaciona con la geografía y el estilo de vida. Esto sugiere que el microbioma intestinal humano se adaptó rápidamente a las nuevas condiciones ambientales.

Cuando nuestros antepasados ​​incursionaron en nuevas áreas geográficas, se enfrentaron a nuevas opciones alimenticias y enfermedades, y utilizaron una variedad de herramientas para obtener y procesar alimentos.

Contar con un microbioma adaptativo hizo posible digerir o desintoxicar los alimentos de una región y aumentó la capacidad de nuestros antepasados ​​para soportar nuevas enfermedades. Como tal, la adaptación microbiana facilitó el éxito humano en una variedad de entornos, lo que nos permitió extendernos por todo el mundo.

Uso extendido

Según el estudio, esta capacidad de adaptabilidad del microbioma puede haber ayudado a los humanos a obtener más valor nutricional de diversas fuentes de alimentos en momentos cruciales de nuestra evolución.

Es importante destacar que el intercambio social de microbios podría haber llevado a adaptaciones microbianas locales. Sin embargo, nuestros antepasados ​​no solo compartieron su microbiota entre ellos, sino que también la “subcontrataron” en sus alimentos.

El microbioma intestinal humano, hogar de aproximadamente 100 billones de microorganismos, es flexible, y tal plasticidad ha sido una bendición para los humanos.

En un momento clave en la historia de la humanidad, decidimos llevar nuestra relación con los microbios al siguiente nivel. Por ejemplo, los investigadores postulan que con la fermentación los humanos antiguos «extendieron» sus intestinos fuera de sus cuerpos cooptando los microbios para permitir que la digestión comenzara externamente.

El proceso de fermentación de los alimentos tiene algunas ventajas obvias, como la capacidad de almacenar comestibles para su uso posterior, permanecer en un lugar o ayudarnos a cultivar los microbios más útiles para nosotros.

Pero la fermentación también viene con algunas ventajas menos obvias que pudieron haber sido críticas para la evolución humana, como la capacidad de transmitir ciertos tipos de bacterias de una persona a otra.

La chicha, una bebida fermentada, es un ejemplo. La forma ancestral de elaborar esta bebida consiste en masticar maíz y luego escupirlo: las bacterias salivales comienzan el proceso de fermentación. Cuando posteriormente se compartía esta bebida se “inoculaba a los consumidores» y se favorecía la propagación de ciertos tipos de microbios por toda la comunidad.

La chicha es solo un ejemplo, pero en última instancia, la fermentación forma un proceso poco apreciado en la evolución humana en el que los microbios, los rituales sociales y la supervivencia están profundamente entrelazados.

Referencia: The Internal, External and Extended Microbiomes of Hominins. Frontiers in Ecology and Evolution, 2020. https://doi.org/10.3389/fevo.2020.00025

Mary Quintero

Bióloga. Apasionada por la escritura. Asesora y orientadora de medios digitales. Escribo sobre mi pasión: las ciencias.

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