El miedo es la respuesta normal al peligro. Poder discriminar entre señales auditivas de diferente valor afectivo es crítico para la supervivencia y el éxito de la interacción social de un individuo.
La transformación de las señales auditivas en una salida conductual apropiada se logra mediante la interacción dinámica de circuitos neuronales que procesan esta información a través de diferentes tipos de células incrustadas en circuitos cerebrales específicos.
Patrón de conectividad
Se ha demostrado que la actividad neuronal de la amígdala está involucrada en el comportamiento aversivo / miedo impulsado por el sonido, y la amígdala lateral es el principal núcleo de entrada de la amígdala.
Experimentos previos en ratones han mostrado que la ausencia de la amígdala lateral, las señales auditivas no pueden controlar las respuestas aversivas / temerosas. Por lo tanto, es crucial entender el patrón de conectividad cortical y la dinámica que conforman el flujo de información la amígdala lateral.

Está muy bien establecido que las neuronas corticales regulan la actividad de las neuronas en la amígdala lateral a través de proyecciones excitadoras de largo alcance, mientras que la inhibición está mediada por circuitos locales de retroalimentación.
En un reciente estudio, investigadores de la Universidad de Texas en San Antonio, probaron que la corteza auditiva tiene una influencia directa e inhibitoria sobre las neuronas de la amígdala lateral.
Camino emocional
Valiéndose de los avances en las técnicas para etiquetar las células neuronales individuales, el equipo de investigación pudo estudiar las neuronas individuales que se extienden desde la corteza auditiva hasta la amígdala.
En el estudio, los investigadores encontraron evidencia anatómica y fisiológica de la existencia de una vía inhibitoria de largo alcance desde la corteza auditiva hasta la amígdala en el cerebro del ratón, un “camino emocional” hasta ahora desconocido.

Los autores explican que las neuronas corticales inhibitorias pueden alterar la actividad de las neuronas principales de la amígdala y, por lo tanto, pueden controlar directamente la salida de la amígdala.
Las neuronas contienen una sustancia, llamada somatostatina, que regula las funciones fisiológicas y forma una conexión con las neuronas principales que se proyectan a otras regiones del cerebro que están involucradas en el miedo y el comportamiento aversivo.
Pero más allá de las respuestas conductuales, se cree que afecciones como el TEPT, la ansiedad y la depresión están relacionadas con el funcionamiento anormal de la amígdala, que desempeña un papel clave en el procesamiento de las emociones, las acciones y la cognición.
Por lo tanto, señalan los investigadores, los hallazgos del estudio podrían contribuir a una mejor comprensión de estos trastornos mentales, incluso a una nueva vía de entendimiento de la enfermedad de Alzheimer.
Referencia: A Non-Canonical Cortico-Amygdala Inhibitory Loop. Journal of Neuroscience, 2019. https://doi.org/10.1523/JNEUROSCI.1515-19.2019