En una reciente comunicación con los reporteros de la cadena de noticias CNBC, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, proclamó que su administración pronto estaría tomando medidas contra los cigarrillos electrónicos.

Entre sus comentarios, afirmó que aumentarían la edad mínima para consumir este tipo de productos con la finalidad de mermar el vapeo en adolescentes. Asimismo, comentó que la próxima semana se darían más detalles sobre las medidas que se tomarán con respecto a los e-cigarrillos.

Estados Unidos no se ha quedado tranquilo

Esta declaración no es la primera que el gobierno estadounidense ha dado en contra del uso de los cigarros eléctricos. Desde que, a inicios de este año comenzaron a presentarse casos de enfermedades pulmonares causadas por los mismos, el gobierno se ha visto en la necesidad de tomar acción.

En un principio, se habló de acabar con los cigarrillos eléctricos saborizados sin nicotina –ya que no solo parecen ser los más dañinos, sino también los que más atraen a los adolescentes. Sin embargo, los vapers se han vuelto rápidamente una gran industria y acabar con su producción podría ser perjudicial para la economía.

Por ello, hasta la fecha el gobierno no ha tomado una postura radical contra estos, sino que ha estado buscando alternativas más intermedias. Desde otra perspectiva, variados estados e instituciones privadas (como algunos comercios) han hecho uso de su autonomía para tomar el asunto en sus propias manos.

En algunos casos, los cigarrillos electrónicos han sido prohibidos por completo en el territorio. Por otro lado, en otros estados solo se ha restringido la venta de aquellos saborizados. Finalmente, en los casos manos invasivos, hay estados que ya han aumentado la edad mínima para comprar vapers a 21 años.

Aumentar la mínima edad legal podría ser la solución

Posiblemente, el gobierno, siendo testigo de estas medidas, ha elegido decantarse por la que parece ser menos agresiva, pero igualmente efectiva. El vapear se ha vuelto rápidamente una moda entre adolescentes. En la actualidad, de los más de 2.000 casos de enfermedades pulmonares que se han generado por el uso de estos dispositivos, gran parte de los afectados son púberes.

Por este motivo, subir a 21 años la edad mínima podría restringir el acceso a estos cigarrillos a la población que claramente está siendo más afectada. Mientras que, al mismo tiempo, podría mantenerlos en el mercado para aquellos adultos que deseen usarlos como lo que realmente son: una herramienta para dejar de fumar.

¿Qué más dirá la administración de Trump?

Ya para este momento, existen muchas investigaciones abiertas que relacionan a los vapers con variadas afecciones de salud. Sin embargo, hasta que no se puedan tener resultados concluyentes, es difícil que el gobierno tome una medida que podría terminar comprometiendo su propia economía.

Por lo pronto, podemos ver que se afincarán en crear mayores controles y restricciones legales para restringir el alcance de estos aparatos. No obstante, para conocer exactamente cuáles serán los nuevos pasos a seguir para conseguir esta meta, habrá que esperar el comunicado que dará el presidente Trump junto a su equipo, la próxima semana.

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