La psilocibina es un alcaloide vinculado a la psilocina, un compuesto alucinógeno que se emplea desde tiempos ancestrales, y es el responsable del efecto psicoactivo de esta. Se puede encontrar en más de 100 especies de hongos, aunque es especialmente famoso en una cepa llamada Psilocybe cubensis, que se caractertiza por un tallo de delgado y una especie de sombrero abovedado.
Un nuevo estudio publicado en la revista Science Direct revela que los científicos han transformado una célula bacteriana común en algo parecido a una fábrica de drogas alucinógenas que puede producir psilocibina en grandes cantidades.
Un tratamiento prometedor para trastornos mentales
Los hongos que contienen psilocibina se usan tanto de manera recreacional como enteógeno, siendo esta última una aplicación con milenios de antiguedad. Un enteógeno es una sustancia vegetal, o una mezcla de sustancia vegetatales con propiedades psicotrópicas que ingeridas pueden modificar el estado de conciencia.
Cuando hablamos de que sus usos entéogenos, esto nos lleva a contextos espirituales, religiosos, ritualísticos y chamánicos, aunque también a algunos entornos médicos muy tradicionales.
Lo cierto es que la sustancia ha sido considerada en varios ensayos como tratamiento potencial para varios trastornos psiquiátricos, como las adicciones, el trastorno depresivo mayor y el trastorno de estrés postraumático, de acuerdo con el portal ClinicalTrials.gov.
Ahora bien, de resultar efectivos, entonces sería necesario idear procesos para producir psilocibina en grandes cantidades, uno diferente, por supuesto, de cosechas toneladas de hongos. Y parece que el momento ha llegado, y las bacterias juegan un papel importante en dicha tarea.
La cepa más eficiente de la Escherichia coli

Los curioso es que justamente han utilizado la Escherichia coli, una bacteria resistente a los antibióticos. Los investigadores de la Universidad de Miami manipularon su metabolismo de tal forma que sus células empezaran a producir psilocibina, y posteriormente aumentaron la producción.
Desarrollaron múltiples cepas de la bacteria, las cuales probaron a diferentes condiciones ambientales en las que variaron factores como la temperatura, nutrientes y medio de cultivo, a fin de determinar las más idóneas para producir altas concentraciones de psilocibina con pocos productos secundarios no deseados.
«Estamos tomando el ADN del hongo que codifica su capacidad para fabricar este producto y ponerlo en E. coli«, dijo en el comunicado el coautor del estudio Andrew Jones, profesor de ingeniería química y biológica.
Una vez descubierta la cepa más eficiente, denominada pPsilo16, la cultivaron en un biorreactor para que empezara su producción de la sustancia a gran escala. «Lo emocionante es la velocidad a la que pudimos lograr nuestra alta producción«, dijo Jones, y es que en el transcurso de 18 meses pudieron aumentar su producción en 500 veces.
Ahora bien, el uso de bacterias para la producción de compuestos específicos no es algo para nada nuevo, como muchos sabrán. De hecho, algunos medicamentos como la hormona insulina, ya se producen en cierta escala gracias a la modificación genética de ciertas bacterias.
Pero lo más resaltante de esta es que la E. coli produjo más psilocibina que cualquier otro organismo que produzca también la sustancia conocido hasta la fecha. Para los investigadores de la Universidad de Miami esto es evidencia de que de comprobarse los efectos positivos de la psilocibina, esta podría producirse a escala industrial para su uso como medicamento psiquiátrico.
Referencia:
In vivo production of psilocybin in E. coli. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S109671761930309X?dgcid=author
Miami researchers discover process to sustainably produce psilocybin – a drug candidate that could help treat depression. http://miamioh.edu/news/top-stories/2019/09/psilocybin.html