Nativo de los lagos de las regiones montañosas que rodean la Ciudad de México, el ajolote (Ambystoma mexicanum) es una especie de salamandra en peligro de extinción que exhibe propiedades asombrosas.

Esta especie posee características validadas experimentalmente, como alta capacidad regenerativa, baja incidencia de cáncer, cicatrización de heridas sin cicatrices y, a diferencia de la mayoría de los anfibios, alcanza la madurez sexual manteniendo sus características larvarias.

Talentos únicos

Estas características contribuyeron al reciente establecimiento del ajolote como un organismo modelo de vertebrados prometedor para la biología regenerativa y del desarrollo.

Los ajolotes pudieran ser claves en el desarrollo de la medicina regenerativa del futuro.

Estos particulares anfibios pueden crecer en promedio a una longitud de 20 centímetros, aunque se han registrado casos de ajolotes de 30 centímetros de largo. En cautiverio, las salamandras viven en promedio de 5 a 6 años, pero algunas han vivido hasta 17 años.

La dieta carnívora de los ajolotes históricamente los colocó en la parte superior de la cadena alimentaria. Se alimentan de todo lo que pueden arrebatar: moluscos, peces y artrópodos como insectos y arañas. Incluso se comen unos a otros.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales considera que los ajolotes están en peligro crítico y que su población está disminuyendo.

Las encuestas realizadas en 1998 y 2008 encontraron que la densidad de población se había reducido de aproximadamente 6.000 a 100 individuos por kilómetro cuadrado, y una encuesta más reciente realizada en 2015 encontró alrededor de 35 individuos por kilómetro cuadrado.

Entre los talentos característicos de los ajolotes está su capacidad de regenerar casi cualquier parte del cuerpo: patas, piernas, brazos, colas, incluso partes del corazón y el cerebro, y no se detienen con la regeneración de sus propias partes del cuerpo.

Se pueden trasplantar todo tipo de órganos entre ajolotes sin rechazo del sistema inmunitario del cuerpo receptor. En 1968, los investigadores demostraron que incluso podían trasplantar la cabeza de un ajolote a otro, y funcionar normalmente. La combinación de estas habilidades hace que estos anfibios sean organismos modelo atractivos para los científicos.

Modelo prometedor

En 2018, los investigadores descubrieron otra rareza sobre los ajolotes: su genoma es enorme. Con aproximadamente 32 mil millones de pares de nucleótidos de ADN, el genoma de este pequeño animal eclipsa al genoma humano, que es aproximadamente 10 veces más pequeño, y se ubica como el genoma animal más grande secuenciado hasta el momento.

Los ajolotes cuentan con la sorprendente habilidad de regenerar casi cualquier parte de su cuerpo, incluyendo órganos internos vitales, como el corazón y el cerebro.

Como es de esperarse, los investigadores están recorriendo este gigantesco genoma para descubrir los secretos detrás de las sorprendentes habilidades regenerativas que distingue a los ajolotes.

Aún queda mucho por descubrir; por ejemplo, se desconoce si los ajolotes usan los mismos mecanismos para regenerar sus órganos internos que sus extremidades. Tampoco se sabe por qué a un ajolote le puede volver a crecer una extremidad repetida pero no indefinidamente: después de ser amputado cinco veces, la mayoría de las extremidades dejan de regenerarse. Otro misterio es cómo una extremidad sabe que debe dejar de crecer cuando alcanza el tamaño correcto.

La resolución de estos y otros misterios de los ajolotes mantienen la atención de los investigadores, quienes creen que pueden ser claves en el desarrollo de la medicina regenerativa del futuro.

Referencias:

The Mexican Axolotl, Ambystoma mexicanum: Its Biology and Developmental Genetics, and Its Autonomous Cell-lethal Genes. Integrative and Comparative Biology, 2015. https://doi.org/10.1093/icb/18.2.195

The Humble Axolotl and the Quest for Human Organ Regeneration. Fight Aging, 2018. https://bit.ly/2kq1cRt

Bióloga. Apasionada por la escritura. Asesora y orientadora de medios digitales. Escribo sobre mi pasión: las ciencias.

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