Tanto para los humanos como para los primates, las interacciones sociales son parte integral de la vida cotidiana. Si bien la mayor parte de la intención social se comunica verbalmente, una parte sustancial de la interacción humana comprende acciones no verbales, como las acciones táctiles.
Los seres humanos nos involucramos regularmente en el contacto social para transmitir estados afectivos utilizando, por ejemplo, abrazos o besos. Pero la forma más temprana de interacción física en la vida es, sin duda, ser acurrucado por la madre. Curiosamente, se ha informado ampliamente de un sesgo lateral en el que las madres prefieren acunar a sus hijos en el lado izquierdo de su cuerpo.
Preferencia de lado
Desde hace más de medio siglo se ha estudiado si las personas tienen un lado preferido cuando acunan a un bebé. Algunos estudios han demostrado una preferencia, pero otros no. Para explicar el efecto, un equipo de investigadores de la Universidad Ruhr en Bochum, Alemania, analizó 40 estudios sobre el tema.

Esta revisión reveló que entre el 66 y el 72 por ciento de todas las personas sostienen a un bebé con el brazo izquierdo. Para las personas diestras, la cifra es aún mayor: 74 por ciento, mientras que para las personas zurdas la tendencia es de 61 por ciento.
La proporción es similar para hombres y mujeres: el 64 por ciento de todos los hombres y el 73 por ciento de todas las mujeres sostuvieron un bebé con el brazo izquierdo.
Ha habido mucha especulación sobre las razones de la preferencia lateral. La principal, es que las personas diestras sostienen al bebé con el brazo izquierdo solo para poder tener su mano derecha, más diestra, libre.
Factores emocionales
Sin embargo, dado que las emociones se procesan principalmente en el hemisferio derecho del cerebro, las personas también tienden a mover a su bebé a su campo visual izquierdo, que está vinculado al hemisferio derecho del cerebro.

Esto podría ser especialmente cierto para las madres que ya han establecido un fuerte vínculo emocional con sus hijos durante el embarazo.
En cuanto a los hombres, los investigadores comparan los resultados del análisis con un estudio previo sobre abrazos, en el cual encontraron que los hombres que se sienten incómodos abrazando a otros hombres tienden a abrazarse desde la izquierda, debido a las fuertes emociones negativas.
En resumen, existe una fuerte evidencia de que las preferencias de las manos juegan un papel en las preferencias de acunamiento. Sin embargo, la revisión realizada muestra que la relación entre la destreza manual y el sesgo del acunamiento no está impulsada monocausalmente por la preferencia de la mano, sino que hay factores emocionales involucrados.
Referencia: Handedness and sex effects on lateral biases in human cradling: Three meta-analyses. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 2019. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2019.06.035