Nada es más efectivo para arruinar un día de playa que una picadura de medusa. Los tentáculos venenosos del animal pueden adherirse a los brazos y las piernas produciendo un dolor ardiente.
Las medusas se encuentran en una amplia variedad de formas y tamaños. Hay más de 2.000 especies que pueblan los océanos del mundo. No todas pican, y las que lo hacen, se valen de diminutas células urticantes llamadas nematocistos en sus tentáculos, cuya toxina puede provocar un poco molestia, ser extremadamente dolorosa, o en casos severos, ser potencialmente mortal.
Mitos populares
Aunque hay una variedad de “tratamientos” de gran popularidad entre la población general, se ha demostrado que estas comunes acciones no solo no alivian el dolor, sino que también pueden empeorar los efectos de la picadura.

Probablemente hayas escuchado que se debe orinar el área afectada por la picadura de la medusa, o tal vez verter alcohol antes de raspar con una tarjeta de crédito los aguijones. Pero una investigación sugiere que la mayoría de los remedios caseros, incluida la lluvia dorada, no funcionan, y en muchos casos resultan contraproducentes.
En un trabajo de investigación, los científicos probaron diferentes formas de tratar las picaduras de medusas y revelaron algunos hallazgos sorprendentes. El enjuague con agua de mar, por ejemplo, solo extiende la picadura a un área más grande.
El raspado de los tentáculos con una tarjeta de crédito, un método recomendado incluso por organizaciones sanitarias muy respetadas, es una estrategia igualmente mala. Al raspar la herida se aplica presión que hace que los aguijones liberen más veneno.
La investigadora Christie Wilcox, del Departamento de Medicina Tropical de la Universidad de Hawái y coautora del estudio, indicó:
“Cuando empecé a hacer esta investigación, me sorprendió que muchos de estos consejos no provienen realmente de la ciencia. Y antes de preguntar: no, no debes orinar en la herida”.
En el mejor de los casos, la orina actuará como una solución neutral que solo mueve los tentáculos. La orina contiene urea, que ayuda a eliminar los tentáculos, pero está demasiado diluida como para que sea efectiva. Además, la sal en la orina puede provocar que más nematocistos se disparen a la piel, agravando la picadura.
Lo que debes hacer
Para detener la picadura y brindar alivio, los investigadores recomiendan un tratamiento de tres pasos:

- Limpiar el área con vinagre para enjuagar los tentáculos y desactivar las células urticantes. Hacer esto evitará que la picadura se extienda a otras áreas cuando intente quitar los tentáculos.
- Arrancar los tentáculos con unas pinzas. Rasparlos o frotarlos con arena (otro método recomendado) provoca que los aguijones activos liberen más veneno, por lo que los tentáculos deben ser removidos delicadamente de la piel.
- Aplicar calor. La recomendación es enjuagar con agua a temperatura media, entre 40 y 45 grados Celsius.
Si bien muchos recomiendan colocar hielo, lo que puede adormecer temporalmente el área, el frío preserva el veneno que ya se ha inyectado y, en algunos casos, puede incluso mejorar la acción de la toxina. En cambio, el calor inactiva permanentemente el veneno.
De este modo, recomiendan los investigadores, la próxima vez que vayas a la playa, procura llevar una provisión de vinagre, o adquiere alguno de los productos especialmente diseñados para tratar las picaduras de medusas.
Referencia: Cubozoan Sting-Site Seawater Rinse, Scraping, and Ice Can Increase Venom Load: Upending Current First Aid Recommendations. Toxins, 2017. https://doi.org/10.3390/toxins9030105