Investigaciones anteriores han establecido un vínculo entre el consumo de chocolate y una mejor salud cardiaca.

Casi todas las personas en el mundo aman el chocolate. Si bien su sabor es realmente agradable para la mayoría de los paladares, hay estudios que revelan que el chocolate negro puede promover la liberación de serotonina, una hormona que nos hace sentir bien.

Pero lo cierto es que por lo general no compramos chocolate esperando aumentar nuestros niveles de serotonina, sino porque realmente nos gusta su sabor. Pero más allá de eso, parece que su presentación influye mucho en nuestro interés, y a la hora de escogerlo, es un factor determinante.

Una investigación reciente ha corroborado esta sospecha. De verdad, la presentación del chocolate estimula nuestro deseo de comprarlo.

La envoltura del chocolate nos atrae

La envoltura del chocolate influirá en nuestra decisión de comprarlo dependiendo de las emociones que nos provoque, pero su sabor siempre será un factor de peso a futuro.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Melbourne en Australia reunió a 75 voluntarios de degustación de chocolate a los que se les plantearon una serie de preguntas relacionadas con el chocolate. Estas comprendieron pruebas de sabor sin embalaje del producto, mirar el envase sin degustar su contenido y una prueba de sabor con el envase visible.

Por último, muestras del mismo chocolate se envolvieron bajo seis conceptos diferentes: audaz, divertido, cotidiano, especial, saludable y premium. Se les presentaron a los participantes para que estos calificaran el sabor del producto, las emociones que les provocó y la probabilidad de que compraran el chocolate en el futuro.

Se observó que cuando los envoltorios mencionaban palabras positivas, los participantes no solo mostraban gusto por el sabor del chocolate, sino también por el empaque. Pero se observó que la calificación del producto era baja si su sabor no coincidía con la presentación.

“Este estudio muestra que hubo una correlación positiva entre el gusto por el gusto y el envasado. Sin embargo, la degustación generó puntajes de agrado más altos que la simulación visual hacia el empaque”.

Durante la prueba en la que probaban el producto con los envoltorios visibles, se observó que estos tuvieron influencia en las emociones de los participantes. Un chocolate les provocaba emociones más fuertes cuando su envoltorio les parecía atractivo.

Frank R. Dunshea, quien forma parte del equipo de investigación, señaló que existen diferencias en la forma en que los consumidores perciben señales intrínsecas del producto, como el sabor, y señales externas, como la envoltura:

«Hay una diferencia en cómo los consumidores perciben las señales intrínsecas del producto, como el sabor, el aroma y la textura, que se asocian con los sistemas sensoriales y perceptivos, y cómo perciben señales externas, como los materiales de embalaje, la información, el nombre de la marca y el precio, que son asociado con mecanismos cognitivos y psicológicos. La información proporcionada a través del paquete puede influir en las expectativas de los clientes y afectar su respuesta emocional cuando su experiencia sensorial confirma o no confirma su impresión inicial».

De modo que, tal como explica el investigador, la información presente en el empaque puede influir en las expectativas de los clientes e incluso en sus emociones al degustar su contenido, ya sea que coincida con la presentación o no.

Sigfredo Fuentes, también miembro del equipo, señale que «aproximadamente el 60 por ciento de las decisiones iniciales de los consumidores sobre los productos se toman en las tiendas únicamente al juzgar el empaque”. Continuó:

“Como resultado, nuestros hallazgos ofrecen información importante que se puede utilizar en el diseño y desarrollo de productos para controlar los atributos intrínsecos y extrínsecos de los productos al mejorar el vínculo emocional con los productos alimenticios».

Así pues, los resultados de este estudio pueden ser útiles para las empresas a la hora de idear formas de comercializar sus productos. Aunque también pueden sernos útiles a los consumidores, haciéndonos más conscientes de cómo los escogemos.

Referencia:

Effects of packaging design on sensory liking and willingness to purchase: A study using novel chocolate packaging. https://www.heliyon.com/article/e01696

Scientists May Have Found Why We Love Fancy Chocolate So Much, And It’s Not The Taste. https://www.sciencealert.com/that-fancy-chocolate-you-like-might-only-taste-so-good-because-of-the-packaging

Romina Monteverde

Venezolana, ingeniera química, redactora y autodidacta.

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